El pasado 4 de octubre de 2019 fue oficialmente la jornada en la que Binaural.es cumplió 10 años de actividad. Casi parece ayer aquel día en el que, de forma muy precaria, monté un «template» básico de WordPress y me lancé a la aventura embriagado por un (profundo) amor por la música. Recuerdo bien que en esos inicios elegí el nombre de Binaural por una sencilla razón que obedecía a unos designios planteados más allá de la pura manía «pearljamera». Me explico: hacia 2008/2009 parecía existir cierta división entre aquellos que amaban el rock alternativo (y/o tendencias «duras») y aquellos que optaban por el «indie». Yo amaba ambos flancos por igual, así que, sintiéndome algo en tierra de nadie, aproveché un poco mi (escasa) experiencia redactando contenidos musicales con Rockzone para crear un blog que sirviese como punto de encuentro tanto para una como para otra facción. «Binaural» parecía el nombre ideal para el site. El porqué era bien sencillo: el concepto del sonido Binaural, con la captación de sonidos a partir del uso de dos micrófonos diferentes, parecía ir alineado simbólicamente en la senda de lo citado.
Una década después, ya en 2019, nos topamos con un Binaural.es casi diametralmente opuesto del descrito en sus inicios. Donde en aquella época habían textos sobre Matthew Mayfield, Finch, Bruce Springsteen o Stone Temple Pilots, ahora se ubican artículos sobre Khruangbin, Sudan Archives, Hand Habits, Ezra Collective, The Murder Capital, Daniel Caesar u Angel Olsen. Escritos sobre «promesas» (grupos / artistas nuevos) cobran ahora máximo protagonismo en un versátil blog en el que, ya forjado como magazine musical y asentado como site nacional de referencia, opta de forma permanente a, sin perder de vista pasado y/o orígenes, bailar plácidamente al son del presente y futuro del mundo musical .
Por eso, simple y llanamente por eso, esta fotografía ha resultado tan y tan significativa para nosotros:

Como algunos ya sabréis, meses atrás anunciamos Binaural10, un ciclo de conciertos con el que pretendíamos (y pretendemos) celebrar el décimo aniversario de esta misma casa. La idea inicial pasaba por conmemorar al menos su yo actual, algo que conseguimos rápidamente con los «fichajes» de Mini Mansions y FIDLAR. El «problema» (por llamarlo de alguna manera) llegó un poco después al saber que queríamos rendir tributo a nuestros orígenes. Ya saben: a nuestro «yo» del 2009.
De entrada sobre la mesa teníamos pocas opciones que sirviesen para homenajear aquello. Pocas no, poquísimas. Pero un jueves 27 de junio todo nuestro «planning» varió ostensiblemente al recibir un mensaje de Whatsapp. Era Alain Johannes, aquel gran hombre al que entrevisté en 2017 en Barcelona y que tanto me había inspirado a lo largo de los años. Quién me lo iba a decir: aquella gran figura que nos encandiló con Eleven, con Queens Of The Stone Age y con «Euphoria Morning», entre otros proyectos de renombre, deseaba girar por Europa. Y, afortunadamente, existía intención real de querer colaborar con nosotros de cara a que pudiese tocar en España.
Dos semanas después, y tras concretarse varios giros de guión, el milagro se iba a hacer realidad: Alain Johannes iba a tocar por primera vez en solitario en España. Y ese show, organizado a modo de alianza en la Rocksound (14 de octubre, Barcelona) con dos buenos amigos del sector, se iba a realizar en el marco de nuestro querido ciclo de conciertos.

Finalmente llegó ese día. Y pasó lo que tenía que pasar: 100 y pico almas acabaron rendidas ante el poder hipnótico, la voz y el talento a la guitarra de uno de los mayores ejes de unión de la gran música rockera contemporánea. Para el recuerdo nos llevamos momentos como el de las palmas (bendita ‘Hangin’ Tree’), el presentado en la delicada ‘Eyes To The Sky’ o el experimentado al sonar la siempre encandiladora ‘Endless Eyes’, con las cuerdas de su inseparable cigar box flirteando insistentemente con nuestros tímpanos.
Eso me lleva a pensar en algo. Algo íntimo. Venga, les contaré un secreto: cierto es que con el jolgorio del instante ‘Hangin’ Tree’ me emocioné un poco. Un poco, poquito, poco. Pero fue con ‘Disappearing One’, hilada en el tramo final del set, que Alain me pilló totalmente con la guardia baja. El porqué de que me pusiese tierno es bien sencillo: en mi brazo derecho tengo tatuadas las palabras «Act / One» como referencias a las dos «Disappearings» que Cornell compuso en vida. Como alguno ya sabrá, en 2012 tuve la fortuna de conseguir escuchar ‘Disappearing Act’ de «Carry On» en vivo en París. Pero siempre me quedó la espinita de degustar la otra. «Jamás podré escucharla en directo» – pensé ofuscadamente el día en el que Chris falleció. Y miren: la vida y/o destino y/o lo que sea quiso que ese corte acabase sonando por parte de uno de sus padres en el décimo aniversario de nuestro hijo. Y en Barcelona. En nuestra casa. Porque los sueños imposibles también se cumplen. Y a pares. «True story».
¡Feliz aniversario, Binaural!
Algo importante: dejamos la puerta abierta a celebrar alguna actuación más de Binaural10 en los próximos meses. El tiempo dirá…

Fotografías: Kevin Zammit
Muy feliz que hayas cumplido tu sueño aunque haya sido pisoteando (a) otros.
Ya me explicarás a quién he pisado, «anónimo» de San Sebastián de los Reyes.