¿Por qué solemos dejar de escuchar música nueva al hacernos mayores?

¿Por qué solemos dejar de escuchar música nueva al hacernos mayores?

Es un punto ampliamente comentado entre todos aquellos que estamos acercándonos a la mediana edad: con el paso de los años, muchos son los que ya no sienten ni las ganas, ni tampoco el “empuje”, para mantenerse al pie del cañón en términos de actualidad musical. De pasar a devorar 5 discos lanzados cada semana, a ceñirse en gran medida a aquellos álbumes que uno descubrió en el pasado: el cambio de paradigma resulta bastante evidente, y por ello uno suele preguntarse a sí mismo algo tan evidente como “¿por qué me está pasando esto?¿Por qué está cambiando mi forma de escuchar música?”.

Indagando por la red hemos dado con varios apuntes que parecen aportar algo de luz a este asunto. Una de las claves viene brindada por un neurólogo llamado Oliver Sacks. En su libro “Musicofilia, Relatos de Música y Cerebro”, el científico asegura que no existe una zona de la mente humana que esté completamente orientada a a la música, sino que, contra este concepto, nuestras capacidades artísticas o conexiones con ellas son posibles gracias al uso y la colaboración de sistemas que se desarrollan para otros propósitos como caminar, dormir, hablar o llorar. Por ende, existe cierto concepto de lealtad que sentimos hacia los sonidos, hecho que lleva a Sacks a hablar de “la tenacidad de la memoria musical“, señalando que “gran parte de lo que se oye durante los primeros años puede que quede grabado en el cerebro durante el resto de la vida”.

Esto de alguna manera podría ir bien vinculado con el segundo (y también con el tercero) de este artículo. Un estudio, encargado hace un lustro por la plataforma de streaming musical Deezer y realizado en el Reino Unido, Estados Unidos Alemania, Francia y Brasil, demostró que los consumidores de música alcanzan su punto más alto a nivel musical, llegando a escuchar diez o más canciones nuevas por semana, años antes de adentrarse echar el freno en ese sentido. Los datos recogidos eran, cuanto menos, curiosos y significativos: en el Reino Unido alcanzaron su “prime” musical a los 24 años, dejando de lado la música nueva a partir de los 30 años. En Francia, en cambio, el “peak” musical se alcanzaba a los 26 años, perdiendo toda atención respecto a las canciones más frescas y flamantes a partir de los 27. Por su lado, en Alemania la edad máxima de descubrimiento recaía en los 27 años, olvidándose del material más nuevo a partir de los 31 años.

Respecto a las razones esgrimidas por los usuarios para ese “olvido” disruptivo de la música nueva: la mayoría de los sujetos del estudio señalaron tener “poco tiempo“, mencionando las exigencias del trabajo (25%), además de sentirse abrumados con la variedad de opciones musicales actuales (18%). También la atención dedicada a sus hijos (14%) se ha señalado como un motivo de peso en este cambio de enfoque a nivel personal.

Aportando otros matices a este asunto, el profesor del Knox College Frank T. McAndrew reveló en el artículo “Why Do Old People Hate New Music?” de The Conversation que, a medida que envejecemos, aquellos temas que fueron “hits” de nuestra adolescencia siguen sonando con fuerza en los reproductores de las personas de nuestra edad. Según el psicólogo, este hecho puede contar con cierta explicación a nivel biológico. Tal y como se desgrana en varios estudios, a medida que nos hacemos mayores nuestra mente se vuelve peor a la hora de disociar y distinguir entre diferentes acordes y melodías. De esta manera, la gente de cierta edad tiene la sensación de que toda la música reciente puede llegar a sonar igual.

Sonidos que se repiten en nuestra cabeza, escaso tiempo para dedicar a nuestros hobbies… ¿Crees que algo de todo lo comentado te ha afectado a ti también de cara a “sufrir” este cambio de tendencia de escucha? Si es así no dejes de compartir un comentario, sea en este post o en redes, para revelarnos tu propia verdad sobre el asunto. Eso sí: desde Binaural jamás os dejaremos de invitar a descubrir nuevos grupos (sección “Promesas“) y nuevos temas (sección de “Nuevas Canciones“), como bien marcan los cánones.

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6 comments
  1. Buen artículo, pero es verdad, en la medida que envejezco escucho menos música nueva y por eso los leo a ustedes para mantenerme al tanto de los estrenos y de la buena musica que aqui se publica. Asi que , no envejezcan. Saludos desde Chile.

  2. Hay algo de cierto en ese análisis, Pero también hay de cierto que en la actualidad no hay muchos músicos que se caracterizen por su virtusismo o por ser prodigiosos y creativos. Ciertamente hay un bache de talento

    1. Creo que en los últimos años se hace más música y más diversa que antes. Sólo hay que darse una vuelta por Bandcamp o Soundcloud para comprobarlo. Sin embargo, mi sensación es que los medios especializados y el público habla siempre de los mismos artistas y subgéneros, por lo que los melómanos inconformes tenemos que poner tiempo y esfuerzo en encontrar la creatividad en el mar de lanzamientos diarios.

    2. Apreciado compañero, con todo el respeto, siento decirte que no comparto lo que comentas. Hoy en dia hay mucha música de enorme talento, lo que ocurre es que se desconoce por gran parte del público más a fin a las radiofórmulas, a los estilos machacones y a los bandas consentidas del mainstream.

  3. Con 32 años recién cumplidos, me sucede que cada vez escucho menos música nueva. Las razones, creo yo, son varias. Por un lado, el trabajo y la vida en pareja restan tiempo (no es lo mismo vivir en casa de tus padres a tener que hacer tú la comida, fregar, limpiar, poner lavadoras… Cuando tenga hijos, me imagino que el tiempo libre será un lujo). Por otro, a más música escuchada, menos original te parece lo nuevo. Cuando empiezas a escuchar música, todo suena fresco. Ahora escucho la nueva banda sensación y pienso “suenan al grupo X o al artista Y”. En mi caso, eso se traduce en ser más selectivo con los nuevos álbumes que escucho, quiero que me sorprendan.

  4. Probamente yo y otros contemporáneos de mi edad, seamos modelos atípicos porque yo desde que nací la música forma parte de mi día a día. Mi padre ya me ponía clásica y jazz en la cuna, y durante la segunda infancia no paraba de pinchar Beatles, Kings, Rollings etc. Desde entonces mi vida es impensable sin la música. Está todo el día presente, en el trabajo, mientras cocino y limpio la casa, mientras me ducho, como, paseo, en el coche, de viaje etc. La música es una entidad vinculante, un hilo conductor que potencia cualquier situación de una persona.
    El mes próximo cumplo 69 años. Y sigo escuchando música, del pasado, de todo tipo, nuevas bandas y estilos, incluso los más experimentales y radicales.: Swans, T¡he Legendary Pink Dots, Spiritual Front, etc. Sin embargo, tengo en cambio un hijo de 13 años que no tiene ni el más mínimo interés por la música. Sus pasiones son los deportes. Su madre, en cambio, siempre trabaja con música para trabajar mejor. Eso quiere decir que en casa siempre hay música, incluso cuando comemos y cenamos no hay tele `porque rompe la comunicacion familiar. Ponemos música adecuada para disfrutar del momento. ¿Por qué entonces los mayores dejan de escuchar música o estar abiertos a nuevas entregas, tendencias o estilos? ¿Cuestión de obligaciones? ¿Falta de tiempo? ¿Nostalgia por el pasado? ¿Desinterés por lo presente? ¿Edad? En absoluto.
    Pienso que ninguna de estas causas, son determinantes. Lo que sí impera, y eso no hay ley que lo ponga en duda, es que la vinculación con la música viene determinada por el amor y pasión que se tiene hacia ella, hasta tal punto que llega a convertirse en parte uno mismo, como el oxígeno que respiramos. Ya lo dijo el gran Nietzsche: «La vida sin música sería un error».

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