Este viernes pasado nos llegaba el cuarto álbum de estudio del británico Benjamin John Power. “Animated Violence Mild” (Sacred Bones, 2019) continúa la ambientación asfixiante de sus anteriores trabajos aportando momentos melódicos que tratan de potenciar la fuerza emotiva de su sonido, como hace cuando se reúne con Andrew Hung en Fuck Buttons. El resultado queda lejos del nivel del dueto de drone, aunque en ciertos momentos alcanza cotas de un delirio divertido e intenso. Durante el disco de Blanck Mass se mezclan referencias a la música de videojuegos, hardcore, techno, synthpop… Y el propio drone colapsado de samples que siempre ha caracterizado la música de Power, al que se le une la inclusión de recursos vocales distorsionados que no terminan de funcionar.
Mientras en otros trabajos como “World Eater” o “Dumb Flesh” la acumulación de ruido parecía conducir a una cacofonía sinfónica o a un caos ordenado, en “Animated Violence Mild” encontramos una música más fragmentada y variada, que sin embargo no termina de arrejuntar un mood suficientemente coherente para el álbum. Así, las canciones resultan especialmente funcionales por sí solas, pero no logran ese sonido viscero-industrial que tan arrebatador del resto de la discografía de Blanck Mass. Como uno de los cortes más destacados tenemos ‘House vs House’, una canción bien sincopada y con elementos rara vez encontrados en la catálogo de Power. Con esto me refiero al mismo hecho de que haya un ritmo, o que haya una “cantadita” pitcheada.
Personalmente mi favorita es la ambiental y sosegada ‘Creature/West Fuqua’, que funciona como oasis tranquilo e inesperado en mitad del sonido al que nos tiene habituados Blanck Mass. Creo además que el uso de los arpeos y el modo en el que reverbera las voces sampleadas es un camino que le generaría especial beneficio o le daría unos resultados más positivos.
Generalmente y como señalan medios como Resident Advisor el disco es a veces “demasiado”. Parece innecesario tal colapso o congregación de recursos sonoros tan sintéticos, que no hacen sino darle un aire en ocasiones artificial o poco elaborado al disco. Como si Power para los giros que incorpora en este álbum no hubiese profundizado demasiado en su mediateca de producción musical, simplemente tratando de recolectar la mayor cantidad posible de las ideas más básicas. Pero ‘West Fuqua’ confirma que, en el caso de la electrónica, no es tanto una cuestión cuantitativa como cualitativa, y que lo más importante (y lo más ausente en el disco) es prestar atención al detalle y al matiz.
De este modo “Animated Violence Mild” tontea con la mayoría de los elementos que hacen tan atractiva y catárquica la música de Blanck Mass y la de Fuck Buttons, dejando de lado, sin embargo, la delicadeza que requiere producir ruido (por paradójico que esto suene). Los brochazos, guantazos sonoros, y la intensidad están presentes a lo largo de todo el LP, que por desgracia olvida esa evocación emotiva que tiene la música de Power y Hung cuando se construye de manera más sofisticada y pausada. No podemos dejar de esperar el regreso de Fuck Buttons (que en realidad nunca se separaron del todo) para conjugar de nuevo todas las habilidades que reúnen sus dos miembros, o al menos que John Power vuelva a mirar hacia el lugar en el que sabe que puede encontrar su inspiración y su sonido.