[Crítica] Mikal Cronin – MCIII

Tanta brasa hemos dado con Mikal Cronin que entendemos que podáis estar cansados de este tipo. Pero tranquilos, que ya ha llegado su esperado tercer disco y (de momento) pararemos a hablar de él.  “MCIII” ha sido editado el pasado 5 de mayo a través de Merge Records, y en él Mikal ha tocado casi todos los instrumentos que suenan en el álbum, intentando imitar la fórmula de su amigo Ty Segall en “Manipulator“. El resultado es una obra mucho más suavizada que el sonido mostrado en trabajos anteriores como el magnífico “MCII. Mientras pasan los años, más nos damos cuenta de lo grandes que son temas tales como ‘Change‘, ‘Weight‘, ‘Shout It Out‘ o ‘Peace Of Mind‘, melodías perfectas y llenas de luz mezclando perfectamente la distorsión y agresividad del garage, tal y como ha quedado reflejado en su anterior grupo The Moonhearts y las colaboraciones con el propio Ty o Thee Oh Sees. Ahora en su tercera entrega, vemos a un Mikal de sonido más pulido que incorpora instrumentos de viento (tuba, trompeta y saxo) y tzouras (un instrumento de cuerda griego que descubrió en su última gira como bajista de la Ty Segall Band).

MCIII” es una valiosa imitación del “Hounds Of Love” de Kate Bush. El de San Francisco ha dividido el álbum en dos caras: una cara A en la que selecciona los cortes más luminosos y comerciales, contrastado por una cara B llamada <Circle>, compuesta por 6 cortes a través de lo que se trata de seguir la senda explorada en MCII. Eso sí, con más arreglos de violín y muchos instrumentos de cuerda y viento. Una parte más oscura y acelerada que nos demuestra que el bonachón de Mikal sí que sabe como escribir un puñado de himnos power pop. A sus 29 años él mismo nota su madurez como ha declarado en una entrevista. “Hace algunos años, componer algo así era impensable y extremo ya que yo estaba muy metido en todo el rollo garage y lo único que quería era tocar a un volumen insano y a alta velocidad” – comentaba Cronin. Esas palabras resumen lo alejado que está del lo-fi de discos como el Reverse Shark Attack.

Vamos al lío; el tercer álbum de Mikal comienza con una pieza para el gusto de todos como lo es ‘Turn Around‘, en donde se conjugan la guitarra acústica, muchas cuerdas y hasta un piano, sonido digno de ser disfrutado tirado en el jardín en pleno domingo. Las comparaciones son odiosas, pero el pop es hilo conductor de este trabajo. A diferencia de ‘Weight’, por ejemplo, que abría su anterior trabajo. Quizá en la letra está el secreto, un Mikal que va cambiando de registro, se detiene y continúa en la búsqueda de la faceta más luminosa. ¿De allí quizás surja el vídeo “homenaje” al ‘Torn’ de Natalie Imbruglia? ‘Made My Mind Up‘ y ‘Say‘ podrían ser perfectamente un bloque unitario, una fue el primer single del disco, una catarata de powerpop contada a través de la guitarra eléctrica y riffs más punzantes acompañadas por la suave, tenue y positiva voz de Cronin recitando “I’m finding my place in the moment … It’s overwhelming, but this could be okay” , mientras que la otra sigue la misma línea melódica pero integrando instrumentos de viento a ese agudo riff guitarrero que es la cumbre de la propia canción.

En ‘Feel Like‘ apreciamos lo mejor de los dos mundos que habitan en la cabeza de Mikal. Un mix acústico/eléctrico que funciona a un ritmo menor en comparación al del comienzo del trabajo. Un tono más épico y mucho más trabajado que los temas oscuros y guarros de su debut homónimo. ‘I’ve Been Loved‘ es el corte más intimista y sutil de esta primera parte y donde sus fanáticos de siempre se quedarán con cara de no entender de dónde sale esta canción de desamor marcado a fuego y sangre en sus momentos álgidos por un omnipresente violín. ‘i) Alone‘ abre la segunda parte del disco, letras autobiográficas, la resignación y la soledad son palpables en su comienzo sensible a un desenlace y su especie de tumulto que sirven el melodrama al plato del consumidor, amaga que levanta pero se queda a medio camino. Tal vez ha sido planteado como introducción a ‘ii) Gold‘, flamante segundo adelanto del disco y una de las mejores canciones del mismo, donde entra a escena el tzouras y recupera el alma garajera de antaño de otros trabajos. Todavía hay potencia y descontrol en el corazón de Cronin.

iii) Control‘ como su nombre lo indica, viene a poner orden al ocasional y destellante desmelene que hubo con la anterior canción y vuelve a demostrarnos el contraste entre MCIII y sus antecesores. Carencia de revival garajero y el triunfo del punk pop en este episodio donde le pide a Dios un poco de control. ¿Ha sido una ilusión o qué?, quizá la respuesta la obtengamos en ‘iv) Ready‘, que no te permite dormirte en los laureles y nos levanta de nuestro letargo para headbangear como nos tiene acostumbrados. Es sin duda el tema con más punch del disco, un riff distorsionado con un coro repetitivo y atronador. ‘v) Different‘ vuelve a tranquilizar los ánimos y nos enseña la faceta del Cronin líder de grupo, con una interpretación vocal sin otra trascendencia que servir de aperitivo para el último tema del disco. ‘vi) Circle‘ y el contagio popero que se nos parece más al viejo y pelilargo que nos ha sorprendido con buenos directos en el pasado, donde suele sacar su faceta más ruidosa y anárquica.

No parece ser esta la ocasión para eso, MCIII es una férrea declaración de intenciones del nuevo sonido de Mikal Cronin, más pausado y comedido musicalmente. Para eso están las colaboraciones con Segall o Dwyer, porque él como solista nos quiere deslumbrar con otras armas más conceptuales y estructuradas que el caos reinante del punk garajero de antaño. En fin, todos envejecemos y cada uno elige a qué velocidad quiere hacerlo.

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