La escena de San Francisco es una de las más prolíficas de la actualidad, tanto como el garage rock como el rock psicodélico encabezan en buena parte un cargamento de buena música. Uno de los grupos fuertes de la nueva camada psicodélica son los Wooden Shjips. El grupo principal de Ripley Johnson (también forma parte de Moon Duo junto a su mujer) representa un viaje lisérgico muy agradable y nos muestra la música de la costa oeste para el disfrute colectivo, sus ritmos encandilan y coquetean hasta seducirte de forma definitiva. El sonido del grupo acompañada por la engañosa voz de Ripley te lleva todo el disco en un viaje tenue por los relieves y leves colinas que presenta, aunque en general todo el disco es bastante homogéneo, una repetición mareante y sexy que te sumerge rápidamente y te mimetiza dentro de la psicodelia primaria de San Francisco. Hilos de Space Rock y abusando de teclados y riffs alucinógenos, el cuarto disco de estudio de Wooden Shjips te va matando despacio, haciendo que disfrutes cada momento hasta que pierdas el control.
Back To Land es el sucesor de West y el primero en el que experimentan con guitarras acústicas, pero al igual que en registros anteriores la guitarra es en gran parte la clave para el éxito de estas canciones. El bajista Dusty Jurmier, el teclista Nash Whalen y el baterista Omar Ahsanuddin hace mucho tiempo marcan el ritmo de manera sublime y no es la excepción durante los casi cuarenta minutos del LP, ha sido grabado en Jackpot Recording Studios en Portland por Kendra Lynn y mezclado por Larry Crane. Uno de los grandes cambios en la fase de grabación es que esta vez cambiaron de locación, lo que fue clave en la concepción del disco ya que les abrió nuevas vías de exploración. La primera canción es un buen bocado de lo que es el disco, de título homónimo, el tema comienza con un loop eterno y exquisito que nos hace inmune si cerramos los ojos y pensamos que estamos en un campo abierto rodeado solo por naturaleza, el reverb de la voz de Johnson se hace presente en temas como Ruins o Ghouls y su teclado de ciencia ficción son un claro ejemplo de que la hipnosis puede ser eficaz a estas alturas del partido (dos de las mejores)
These Shadows amaga con ser más rockera pero luego el down que baja tu oído mientras el susurro insiste una y otra vez en convencerte que los Wooden Shjips son la BSO perfecta para este otoño que se niega a asomar. In the Roses es el mejor ejemplo del sonido que han tomado de haber sido influenciado por Oregon, más limpia, más movida y hasta atrevidamente alegre si la comparas con las otras. Other Stars y “Servants” no ofrecen nada nuevo, parecen ser sacadas de West, serpentean con un teclado armonioso, demostrando el legado que tiene el grupo con The Doors. El disco cierra (brillantemente) con Everybody Knows un tema fascinante y la perla escondida del álbum, una pieza afilada directo al corazón que recoge los cristales rotos de algún que otro tema flojillo que no te pudiese haber gustado, la atmósfera hipnótica que rodea a este tema no tiene desperdicio alguno, es de lejos el tema más claro y transparente del disco más limpio de los Wooden Shijps hasta la fecha. Sin duda es un paso interesante para una banda que no se conforma por emitir sonidos desde la oscuridad. ¿Lo mejor? los podremos ver en España el próximo año, concretamente en Barcelona (3 de marzo, Begood) y Madrid (4 de marzo, Moby Dick)
1 comment
Wooden Shijps regresan de nuevo!!!…con solo decir que escuchando una sola cancion de ellos (black smoke rise) se hizo una de mis bandas favoritas del rock psicodelico, ahora quiero escuchar lo que han traido de nuevo para este año