Después de una primera mitad de año tan convulsa e inestable, el cuerpo nos pedía bajar de revoluciones y afrontar el cambio estacional desde un plano más templado. Es por ello que no se nos ocurre un mejor momento que éste para que Erika de Casier nos invite a sumergirnos en su cálida y sosegada mirada al mundo. Y nosotros, como meros espectadores ante este alarde de delicadeza y dulzura, tan solo podemos dejarnos llevar y disfrutar de uno de los regresos musicales más esperados del año.
La previsión de unas altas expectativas para su siguiente proyecto sobrevolaba el aura de la artista desde que ésta decidiera firmar por el sello británico 4AD en Octubre del pasado año. Hechos que fueron confirmados tras el lanzamiento de ciertos adelantos, como la cautivadora ‘Drama’, con la que apela a un arrepentimiento común e identificable, que además es usada para abrir el álbum y marcar el tono de lo que este “Sensational” (4AD, 2021) tiene guardado para nosotros. Después de que varios medios de importante calado dieran a su disco debut “Essentials” (Independent Jeep Music, 2019) un merecido lugar dentro de lo mejor de aquel año, De Casier decide volver al juego dos años más tarde demostrando que, pese a su bisoñez, parece llevar toda la vida en esto. En esta ocasión, la cantante danesa nacida en Portugal ha decidido expandir el universo sentimental que comenzó a trazar en su primer álbum, dándole una vuelta algo más ácida a su discurso y apostando por desmontar los clichés de un romanticismo tóxico impuesto por defecto (I’m far from it, it’s not coming, no butterflies, no nothing).
Es en el segundo corte del álbum, ‘Polite’, donde podemos apreciar dicha evolución en su máxima claridad. En palabras de la artista, esta canción tiene su germen en todas las cosas que querría haberle dicho al chico con el que compartió una horrible cita en la que las malas experiencias se sucedieron una tras otra. Versos como “I can’t deny it, you’re on my mind and that’s a guarantee, but you can’t touch before you say please” hablan por sí mismos.
El imaginario de Erika logra tocar fibras y contextos próximos para su audiencia que traspasan el hecho de ser más que un mero tributo a la década ilustre del R&B. Junto a su colega y co-productor Natal Zaks (ambos vinculados al colectivo rave Regelbau) logra alcanzar una expresión de exquisita suavidad y elegancia, y nos invita a abrir ese cajón de pasiones imperfectas y emociones encerradas que todos tenemos.
La fórmula con la que decide envolver este álbum una vez más se encuentra en un lugar común para muchos artistas de corte similar, que crecieron viendo los videoclips de TLC o Destiny’s Child en la MTV. Recurrir a rémoras del pop más noughties para que ornamenten una voz femenina suave en ocasiones puede sonar trillado y no todas las apuestas funcionan. Sin embargo la de Erika de Casier descuella y sobresale con acierto entre tantas que también lo intentan. El amor a primera escucha que se siente en pistas como ‘Busy’ o ‘Better Than That’ es una buena muestra de ello: ecos de cuerda y percusión ondulante que nos trasladan directamente a las minifaldas vaqueras, los jeans de tiro bajo y las botas Ugg,
Más allá del envoltorio pop creado para brillar, la artista pone de manifiesto situaciones accesibles para el público donde un empoderamiento que huye de la confrontación es el protagonista total. En cada canción desfilan ante nosotros diferentes personalidades y roles de una misma voz, a través de los cuales de Casier se despoja de múltiples lastres y busca re-escribir escenarios pasados expresando intimidades que parecían guardadas y reprimidas.“Sensational” es una bocanada de realidad emocional, cruda pero esperanzada. Es abrir los ojos, unir los puntos y darte cuenta.
