Cuatro años han pasado desde que la banda danesa Iceage lanzase su tercer álbum de estudio; “Plowing In To The Field Of Love”. Aquel trabajo, el mejor que hicieron hasta la fecha, se atrevía a mezclar su desolador y conciso post punk con géneros de lo más dispares, entre los que llegó a aparecer hasta el country. Ahora Elias Bender Rønnenfelt y compañía traen “Beyondless”, un LP más maduro si cabe, que derrocha precisión a través una producción apabullante, en la que destacan todo tipo de vientos metálicos y arreglos de instrumentación orquestal. El disco además está grabado en analógico, lo que aporta a la presentación del grupo una nueva dimensión sonora, que además de igual de convincente, resulta especialmente orgánica.
Con un arranque vertical y arrollador, «Beyondless» abre a través de ‘Hurrah’ y ‘Painkiller’ (con coros de Sky Ferreira). La sorpresa en esta parte es pequeña; letras violentas, sonidos cortantes, y un aire ritual y oscuro que lo impregna todo a través de la voz de Bender. Igualmente, ya en el segundo corte se presentan todos los vientos y su forma de amoldarse a las distorsiones y capas del sonido de Iceage. Este recurso, conocido como wall of sound, es uno de los factores más reconocibles del cuarto trabajo de los daneses. Las capas se superponen unas a otras, haciendo difícil su diferenciación, pero al mismo tiempo creando una atmósfera infranqueable en la que, a través de las escuchas, se van reconociendo detalles melódicos de lo más sorprendentes y agradables. En la entrevista que le hicimos recientemente a Elias nos comentaba que, efectivamente, el disco se vuelca hacia una especie de cacofonía, en la que toda la construcción parece deshacerse, pero al mismo tiempo es del todo rocosa e inaprehensible. «Beyondless» es un disco estructuralmente más pobre que su predecesor, pero más rico en detalles, lo que acaba elevándolo de igual o mayor modo.
En ‘Under The Sun’ y ‘Play the Fifth’ la facilidad con la que los elementos nuevos (arreglos, armonías en los metales) se amoldan a la voz de Bender es mucho más evidente. Sin abandonar la pretensión disonante y la actitud vanidosa y perversa que les caracteriza, Iceage ofrecen un sonido mucho más abrumador y serio o señorial, a través de unos recursos que terminan por aparecer como naturales. Ahí queda como eje central la sensual y amenazante ‘Catch It’, una canción que en forma de single resultó demoledora, y que visibiliza con acierto la perversión que caracteriza todo “Beyondless”.
En el resto del álbum también quedará espacio para alguna referencia a lo anterior (‘Thieves Like Us’ y su especie de gramola), pero el tono se irá agravando a través de los arreglos y su perfecto acompañamiento al bajo en canciones como ‘Take It All’ o la ya anunciadora del fin ‘Showtime’. La primera de estas dos es de por si un corte con un aire de trascendencia encendido e intenso, pero Iceage dejan lo mejor para el final, dentro de que todo el b-side es especialmente sublimador.
‘Showtime’ y ‘Beyondless’ serán el golpe maestro a esta ya anunciada cacofonía, que en el primer envite se resuelve con confusión y una ruptura en medio de la canción, y en la segunda con un frenesí implacable. Termina el disco con Bender anunciando entre el éxtasis y el agotamiento a modo de leitmotiv: “Beyondless… All together” y el mensaje de nihilismo y vileza fijado a través de los elementos sonoros que se agolpan ferozmente unos contra otros, como si quisieran que el LP terminase cuanto antes.
Parece que Iceage tienen muy claro, a pesar del tiempo que han pasado distanciados, las cosas que quieren contar y cómo desean hacerlo. Es realmente extraño encontrar a un grupo de guitarras en la actualidad que sea capaz de llevar a cabo con tanta exactitud y precisión las ideas que le corren por la mente. La capacidad expresiva de los daneses, su ambigüedad sonora, que corre constantemente entre la desolación y la euforia desatada, hacen recordar a bandas muy relevantes de otras épocas. Pero no de un modo imitativo, sino más bien comparativo, porque Iceage están ahora mismo a un nivel difícil de catalogar, y “Beyondless” es la prueba más fehaciente de ello.
Iceage estarán en vivo en Barcelona, Madrid y Sevilla a finales del mes de octubre.
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