[Recomendación] Noah Gundersen – Carry The Ghost

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Los cantautores son toda una especie en extinción. Ellos son auténticas esponjas creativas, capaces de interiorizar lo que sucede a su alrededor para posteriormente saber transmitir las sensaciones y sentimientos generados de forma fluida. Algunos buscan la floritura, trabajándose unas letras que buscan el refinamiento y la estética. Otros, sin embargo, dejan a un segundo plano el ornamento para centrarse con sus llanos versos en acercarse a su público de forma fácil y directa. Dentro de este ramo de escultores de la física verbal divisamos a Jason Isbell, Sean Rowe, Neil Finn (Crowded House) o algunas figuras que están ganando notoriedad con cada cambio de estación. Uno de los que más me está sorprendiendo es un joven de Seattle, imposible olvidarse de él. 26 años de edad, mirada tímida, cabello lacio y guitarra siempre cerca, siempre a mano. Él es Noah Gundersen, todo un faro musical capaz de provocar en el oyente un caluroso sentimiento empático con apenas un puñado de palabras.

Si “Family” se mostró como una bella carta de presentación, “Ledges” fue el primer paso hacia la madurez del de Washington. Sin embargo su enderezamiento final como cantautor no ha llegado hasta 2015 con la edición a finales del mes de agosto de un “Carry The Ghost” variado, emocional y robusto a partes iguales. Gundersen ha conseguido exprimir lo mejor de su álbum debut para sintetizarlo en una obra donde las capas melódicas son las justas y necesarias, sin abusar de recursos instrumentales o de pretenciosos coros. En el LP lo que priva en todo momento es el desparpajo vocal de Noah, arrancando innecesarios refinamientos y centrando el espectáculo en la conexión entre entretelas sentimentales.

No es un hecho trivial que ‘Slow Dancer’  sea el tema de apertura de “Carry The Ghost”. Las primeras notas del piano de cola de Noah nos sirven para describir en el aire los sinuosos movimientos de aquella danza de ballet en la que se había convertido una trágica relación amorosa. “Light me up again call me a snake and a liar and I will be the fire that keeps you warm” – exclama al firmamento un Gundersen apenado que teme dejar escapar de forma definitiva su optimismo. Distorsiones metálicas y una estilizada línea de violín encolerizan el ritmo, acelerándolo transformando la esperanza en decepción. Barniz dorado para nuestros tímpanos.

‘Halo (Disappear / Reappear)’ viene guiada por unos metálicos punteos de guitarra que abrazan una letra que detalla los vaivenes de un romance frustrado. ‘Selfish Art’, la que lo sucede, muestra unas formas, y un corazón, pertenecientes a otro tipo de galaxia. Una simple progresión acústica sirve como soporte para una letra centrada en el proceso de composición de sus temas, y también en el infortunio que supone para gente cercana el haber aparecido en alguna composición de su repertorio. A su manera Noah parece haber realizado un introspectivo ejercicio similar al materializado con ‘Bag Of Glass’ en “Twenty Something”, pero de forma aún más cruda y rasgada. Toda una hazaña digna de ser elogiada.

En ‘Show Me The Light’ Gundersen busca de forma desesperada la luz explotando sentidos estribillos surgidos de un rojo corazón. Engancha e incita una segunda reproducción, cosa que no lo consigue una ‘The Difference’ que se postula como un tema un tanto frío y menor que queda fácilmente empequeñecido tanto por el corte que lo precede como por una ‘Silver Bracelet’ que es pura delicadeza. Llegado el ecuador del disco llega ‘I Need A Woman’, con una melodía que crece vehiculada por unos acordes que empujan la voz de un nostálgico, atormentado y entristecido artista.

‘Jealous Love’ adopta algunos de los dejes melódicamente rústicos de “Ledges” para hilvanar una pieza que sirve como perfecta nexo de unión entre ese álbum y “Carry The Ghost”. Letra de gancho fácil, estructura marcada y un estribillo encandilador brillan tanto como lo hace un “bonus track” que bien se merecía haber sido incluido en el cancionero (‘Fire Don’t Die‘). Poco después descubrimos ‘Blossom’, probablemente mi tema favorito del LP que cuenta con un radiante halo compuesto a través de un serpenteante “bridge”. Funciona a su vez de perfecto estribillo, implosionando con un “may you blossom like a flower, may you go dancing in the air” que ni a las malas se irá de tu cabeza. ‘Heartbreaker’ juega también en las grandes ligas pero con formas descarnadas y personajes atacados por la frustración y el desapego.

“Carry The Ghost” es una detallada obra de orfebrería musical que ha servido para consolidar de forma definitiva a Noah Gundersen como un cantautor de prestigio. La producción está ultimada y ajustada hasta el extremo, situándose en el punto de cocción óptimo. Los versos son implacables, entremezclando tórridos affaires amorosos con desdichas historias de un atormentado cantautor. Ese conjunto, ese todo, es el que describe al Gundersen de hoy, ese que tanto amamos. Que no cambie jamás.

Streaming del disco:

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