[Crónica] Brant Bjork en Barcelona (Bikini, octubre de 2017)

Hace tiempo vengo soñando con un road trip por Palm Desert y otras paradas del Valle de Coachella. En esa furgoneta sonaría sin duda Brant Bjork; el ex Kyuss, Fu Manchu, y pare usted de contar es uno de los personajes más icónicos de esta escena que tanto me gusta. Y este domingo pudimos comprobar el actual estado de forma del low desert punker por excelencia, aún siendo una fecha complicada por coincidir con fin de puente y encima el concierto de Swans de la Sala Apolo.

Muchos dicen que Bjork es uno de aquellos músicos que viven del mito de lo conseguido en el pasado pero la verdad es que con lo que vimos el domingo 15 de octubre el californiano calló muchas bocas y dio una cátedra de música en directo que nos hizo viajar al pasado directos a la década de los 70, de donde toma muchas de sus influencias. Recordemos que, al igual que Henry Rollins, los discos de Black Sabbath son su Biblia. Bjork hacía un repaso de su último disco “Europe ’16“, grabado en directo el año pasado tras sus presentaciones en ciudades europeas. A pesar del solape, estaban los mismos sospechosos habituales asiduos del stoner, que para esta jornada se habían mudado desde la Rocksound a la zona alta barcelonesa.

Con un sonido impecable y un riff pausado y grueso comenzaban los acordes de ‘Stack’ ,de su último LP de estudio “Tao Of The Devil“, con el que comenzaba a poner en marcha a los que nos agolpábamos a entrar en la Bikini. Todo listo para este trip lisérgico y desértico servido por su majestad Brant. Le seguía la poderosa ‘Controllers Destroyed’ que cerraba con un Muchas gracias en perfecto castellano. Fue con este tema que el público empezó a despertar, dando cuenta de por qué fue elegido como single de su disco “Black Flower Power” con la Low Desert Punk Band y su oda a la marihuana. Luego vendría un cargamento de riffs a cargo de su guitarra principal, quien cabizbajo y más fumado que Matthieu llevaría el peso de la mayoría de las canciones para comenzar con ‘Humble Pie’.

El primer momentazo de la noche vino con ‘Too Many Chiefs…Not Enough Indian’ de su mítico “Jalamanta“, y con ese guiño al pasado abría ‘The Gree Heen’. Después de esto, llegaba el turno para el special guest de la noche; apareció Sean Wheeler, mítico personaje y líder de Throw Rag, que además ha colaborado con Jesse Hughes, Josh Homme y Mark Lanegan entre otros. A modo de frontman y con una voz muy poderosa, acompañaba a su amigo en dos temas, ‘Dave’s War’ y ‘Biker Nº2’ en una perfomance que hizo las delicias del público. Con un setlist hábilmente confeccionado se venía otra regresión y máximo clímax con dos temas que ahora van de la mano: ‘Lazy Bones/Automatic Fantastic’.

El fin del concierto quedaba catapultado con el groove de ‘Let The Truth Be Known’, de su época de Brant Bjork & The Bros, que sirvió como bálsamo para recargar las pilas antes de ‘Dirty Birds’ y ‘The Future Rock (We Got It)’. Tras esto llegó el cierre dorado, otra vez con Wheeler en el escenario, interpretando ‘Freaks Of Nature’. Torso desnudo, máscara y gorro, al mejor estilo Eyes Wide Shut usando el cinturón como látigo enrollado al cuello y destrozando panderetas. Ritual chamánico el de Bjork y su pandilla que nos hacen más que desear ese trip por el desierto californiano e imaginar que, por un rato, viajamos de verdad a los setenta.

Fotografías | Ivor Lugo
Texto | Sebas Rosas

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