49.000 personas, solo a mil de poder colgar el cartel de ‘Sold Out’. Este fue el número de personas congregado ayer en la montaña mágica de Barcelona para disfrutar de la banda californiana Red Hot Chili Peppers, que realizaban la segunda parada de su tour mundial, después de arrancar tres días atrás en Sevilla. Era el primer concierto sin ningún tipo de restricción en un gran estadio celebrado en la ciudad después del Covid.
Y la cita valía la pena. Los angelinos venían a presentar su último disco ‘Unlimited Love’, que lógicamente no está al nivel de aquellos que los encamaron al éxito, pero es un álbum muy digno. De hecho, la gente demostró ganas de ver cómo lo defendían en directo. Mostraron esas ganas una vez Flea salió al escenario manoteando su bajo y ondeando una faldilla plisada como indumentaria. Inició una jam muy al estilo RHCP con unas líneas de bajo más anchas que el carrer del Foc colapsado un par de hora antes, a las que se le sumaron Chad Smith (no podemos asegurar que no fuera Will Ferrell) y el mago John Frusciante. Cuando salió su cara en las pantallas gigantes la gente enloqueció como si de Messi saliendo a calentar se tratara. De hecho es la primera gira del guitarrista de Nueva York desde su vuelta a la banda después de una década de ausencia. Dicha improvisación fueron las brasas perfectas para encender la llama del punteo de guitarra que abre ‘Can’t Stop’ y la salida gambeteando de Anthony Kiedis para enloquecer a la multitud. Vasos volando y chorros de cerveza en el aire con la gente entregada y gritona. Fue el momento más eléctrico de la noche, aunque eso aun no lo sabíamos.

‘Dani California’ y ‘Around The World’ de su época de MTV y llenar estadios siguieron el setlist hasta llegar al primer tránsito por su último disco, con la cálida ‘Black Summer’. Sonaron bastantes de este prolífico ‘Unlimited love’ llegando a ser prácticamente una cuarta parte del concierto. ‘Aquatic Mouth Dance’, ‘Whatchu Thinkin’ o ‘The Heavy Wing’, que era la primera vez que tocaban en directo, fueron buena muestra de ello. Seguramente eran las partes donde se le veían más las bisagras a un show desprovisto de grandes artificios y muy centrado en sacar brillo a los grandes éxitos de la banda. Además que al ser la segunda fecha de la gira hay mecanismos que aun no están engrasados, como es lógico.



Kiedis y los suyos supieron defenderse bien sin dejar ningún as en la manga. Sonaron clásicos atemporales como ‘The Zephyr Song’, ‘Snow (Hey oh)’, ‘Otherside’, ‘Californication’ o ‘Give it away’, una canción que seguro has tarareado alguna vez en la vida pronunciando mal un 70% de las letras del título. Poco fallo con este planteamiento. Menos si le sumas la vitalidad de Ferrell, perdón Chad Smith, a la batería; la genuidad de Flea y la brillantez de Frusciante, que sostiene el tinglado con sus solos de guitarra y su outfit de tío cincuentón que no se ha casado nunca y nadie sabe bien de qué trabaja. Hablando de outfits dejamos para otro día el síndrome de Anthony Kiedis de creerse un puber skater californiano de forma perenne.


Y todo ello nos llevó al bis. Donde sonaron ‘Under The Bridge’ y ‘By the way’, las dos cartas gordas que faltaban por soltar. Poco más de hora y media de concierto. Sin sorpresas. Rasita y al pie. No fue un mal show pero nos quedó la sensación de ver a cuatro grandiosos músicos con un directo normal. Sin quejas pero sin quedarte tampoco con la ropa interior acomodada en los tobillos. Pero la impresión fue de disfrute general y, viniendo de los tiempos en los que venimos, esto es algo que reseñar y celebrar.

Fotos: Kevin Zammit
Texto: Oscar Villalibre
Me sorprende como los medios de comunicación nacionales (TV y prensa) hoy en día solo se centran en los eventos que se producen en Madrid y Barcelona sin importar mínimamente el resto del territorio.
El sábado pasado actuaron RHCP en el Estadio Olímpico de Sevilla con Sold Out (56.000 personas) y siendo el primer concierto de la gira Europea. No he visto (salvo en la prensa local de Sevilla) nada referente al concierto. Es más en TV hablaron del concierto que Alejandro Sanz dio en Madrid, casualmente abriendo gira también.
El martes 7 actuaron, también en Sevilla, Gun’s N Roses con un estadio Benito Villamarin abarrotado, que no lleno y único concierto en España, siendo además un concierto ‘especial’ porque era el mismo escenario del concierto que dieron hace 30 años. Pero esto tampoco es noticia de interés para los medios.
Es una simple reflexión de algo que cada vez me llama más la atención, simplemente piensen en ello si quieren seguir teniendo lectores más allá de estas dos ciudades. Hay más música ahí fuera….
¡Hola Kokina! En nuestro caso el asunto pasa por dos hechos 1) ya es complicado dar con colaboradores + fotógrafos que estén abiertos en Madrid o BCN como para conseguir en Sevilla y Bilbao y 2) generalmente podemos cubrir una actuación por gira del artista, por lo que damos preferencia a esas dos ciudades.
Me da la sensación que lo que nos pasa a nosotros, y aquello por lo que apostemos, es casi lo mismo que afecta-adoptan muchos medios del estilo.
Saludos desde BCN!
Mejor que la prensa (que sí la hubo, busca entre la nacional) no se ponga a reseñar demasiado el concierto de Sevilla. Yo estuve allí y el sonido fue malísimo. Quizás ese estadio no debería estar en el circuito para grupos de rock.