Fueron definidos como “the next big thing”, y en 2023 la formación madrileña La Paloma se prepara para superar cualquier expectativa con el lanzamiento de su disco debut “Todavía No” de la mano de La Castanya. Hoy, viernes 24 de febrero, su primer LP sale oficialmente a la luz.
Su single “El Adversario” asentaba el pasado agosto el terreno de una nueva etapa después de su EP debut bajo el brazo de la disquera independiente catalana. Han pasado dos años desde que se dieron a conocer con el rompedor y visceral sencillo “Bravo Murillo” y la gente puede haberse perdido muchas cosas de La Paloma, especialmente para quienes acaben de anidar en sus oídos.
Nico, Lucas, Rubén y Juan se sienten privilegiados de estar donde se encuentran ahora. “Llevamos desde 2020 haciendo música y tocando en todos los sitios donde nos han dejado tocar. Ha sido una etapa imprescindible y muy bonita para nosotros en la que hemos aprendido y madurado tanto personalmente como a nivel grupal”, se sinceran. De las experiencias vividas de concierto en concierto, encerrados en el estudio componiendo y grabando, y hasta de los planes más corrientes y mundanos han acabado saliendo canciones. “Tenemos tanto material y lugares de los que rascar que muchos aspectos han dado forma a un primer disco”, completan.
‘Todavía No’ afianza más aún el marcado sonido que La Paloma venía arrastrando desde su corto “Una idea, pero es triste” en 2021. Letras cercanas, noise, pop… Al final La Paloma se rige por esos tres pilares fundamentales, y su nuevo disco es el reflejo de ello. Es cierto que musical y sonoramente se mantienen en su línea; por ello nos genera curiosidad saber si han madurado más entonces a nivel lírico y personal a la hora de crear el álbum.

“Seguimos aferrados a la idea de seguir componiendo de forma sincera”, explican, y afirman que lo que trataban de conseguir con su primer EP era un ejercicio de buscar su sonido y enfoque. “Son las primeras canciones que compusimos juntos, durante las que fuimos conociéndonos y las que le dieron la estética e identidad a la banda en nuestra primera etapa. Durante ese tiempo aprendimos a funcionar juntos, a componer en grupo y a entendernos”, relatan los tres.
La actividad de componer no se acaba cuando terminas un disco. Para La Paloma, el hecho de hacerlo es casi constante. Desde ideas instrumentales hasta versos o canciones con letras ya encaminadas… “Intentamos que haya una evolución constante, o por lo menos no estancarnos en fórmulas”, cuentan. El cómputo canciones que componen “Todavía No” (a los mandos de Diego Escriche como técnico y productor del mismo) hacen que La Paloma se reconozca cada vez más en ellas, que no saldrían sin un constante ejercicio de composición estimulante, como dirían ellos, que hace que la rueda gire de forma más natural.

La canción que abre el disco, ‘Sigo Aquí’ es un golpe de honestidad nada más escucharla, y explican que es uno de los temas más antiguos. Escribiendo siempre (o casi) desde una perspectiva más nostálgica acerca de sus preocupaciones y reflexiones, es importante conocer el punto de inflexión a partir del que uno siente que no está bien y decide volcarlo en canciones como esta.
“La verdad que visto así, hasta ahora no hemos sido la alegría de la huerta”, ríen. La Paloma ha encontrado una forma y un sitio desde el que comunicar y estar cómodos a la vez. “Creemos que esto aporta personalidad e identidad a la banda; no es algo categórico ni estudiado, sino lo que hemos hecho siempre hasta ahora”. Parece que la estabilidad creativa en ocasiones depende de la inestabilidad emocional. Si bien esta es una posición vulnerable, de ella han salido canciones de lo más auténticas.
“Para nosotros la autenticidad va de la mano de la sinceridad, que es algo a lo que le prestamos una atención importante. “Sigo aquí” nos parecía una canción que resumía musical y líricamente conceptos importantes para entender el disco, por eso quisimos empezar con ella”… Y el resto es historia que va contándose poco a poco.
Letras cotidianas, accesibles y relatables que cuentan su vida en una caótica ciudad como es Madrid. ¿Es más fácil escribir sobre lo que le pasa a uno o desde un imaginario ficticio donde casualmente más de 40.000 personas (sus oyentes actuales) pueden identificarse con lo que cantan?
Como no iba a ser de otra manera, las letras de La Paloma tienen ambos ingredientes. “En gran parte las canciones son una reflexión de lo que nos pasa por la cabeza a nosotros y a nuestro círculo, pero también está el ejercicio de hacerte pasar por alguien y hablar de lo que le pasa en la cabeza en primera persona”, aseguran para completar el puzzle.
Criados en el barrio madrileño de Tetuán, su música también se ha extendido a países como México. Por suerte La Paloma es una de las piedras angulares a la hora de comprender la escena de la capital, que apuesta cada vez más por traer de vuelta música enérgica, guitarrera, y en definitiva, de nombres que trabajan duro para sacar su música adelante. Durante todo este tiempo han estrechado y siguen estrechando lazos con bandas y artistas que recomiendan a los cuatro vientos.
“Hay muchísimos proyectos hoy en día en Madrid llenos de fuerza y originalidad, y nos encanta sentirnos parte de esta escena. Por suerte, mucha de la música que escuchamos viene de bandas amigas como Carrera, María Escarmiento o Shanghai Baby”, comentan brevemente.
Si buscamos un atisbo de positividad y reflexiones benévolas lo encontraremos en ‘Cosas Sencillas’, canción que dota de frescura y aporta un otro más al disco. En esta ocasión el balance se cuenta sólo, pero preferimos que indaguen ellos.
“Nos gusta la idea de que esté esta canción por ahí perdida en el disco; no es la más experimental ni la mejor, pero a veces entra como la seda y nos gusta pensar que ‘Cosas sencillas’ es nuestra pequeña canción”. Con esas palabras dejan ver que, pese a ser pequeña, tiene una importante carga presente y emocional.
Conocimos a La Paloma abarrotando pequeñas y céntricas salas de Madrid como la Wurlitzer o el Teatro Barceló. Aunque lo suyo es ser el foco de atención y poner a saltar hasta al último de la fila, en 2023 asoman la cabeza en festivales como el Low de Benidorm o el SXSW de Texas, así que les preguntamos cómo se enfrentan a un formato tan opuesto del que les vio crecer.
“Las experiencias son diferentes y las sensaciones también, pero las dos nos gustan. El calor de una sala llena es muy difícil de comparar con cualquier otro formato. Por el momento los festivales para una banda como nosotros son espacios donde darse a conocer y exponerse ante un público que probablemente incluya mucha gente que no te conoce”, exponen. Desde una edad muy temprana, La Paloma se ha enfrentado y ha conquistado con creces cualquier escenario por el que ha pasado. Aunque un concierto difiera de un festival, también son carne de grandes encuentros.
Esto no convierte un festival en un contexto frío, pero sí en una experiencia diferente a una sala llena de gente que viene a ver a alguien en concreto y que canta sus canciones. Por suerte y a este paso, el trío tardará poco en acalorar a quienes vayan a verles, les conozcan o no.
Fotos: Neelam Khan