Me gustaría explicaros una pequeña historia. Esto sucedió hace cuestión de unos meses: un compañero y amigo me recomendó la escucha de un joven artista británico llamado Ben Howard. Había leído muchos comentarios que hablaban maravillas de su álbum debut – «Every Kingdom», escúchalo a través de Spotify – pero no fue hasta unos días después que no me dediqué a escucharlo. Recuerdo perfectamente la situación en la que escuché el primer corte del LP: me encontraba en un callejón oscuro, sucio y maloliente del centro de Barcelona cuando le di al «play». En ese instante sonaron los primeros arpeos de ‘Old Pine’ y, de forma casi instantánea, me vi transportando a un tropical paraje caracterizado por su cristalina agua turquesa, sus brillantes rayos de sol y sus divinos colores. Casi sin quererlo me acababa de introducir de cabeza en aquella costa utópica a la que bien pocos artistas (quizás Jack Johnson, The Boy Who Trapped The Sun y bien pocos más) son capaces de transportarnos.
Sólo han pasado 5 meses desde la salida al mercado de «Every Kingdom» y tal ha sido el éxito del LP que Ben ya ha conseguido colgar el cartel de «sold out» (vendido) en bastantes de las citas que tenía programadas por Europa. Este gran triunfo mediático ha llevado al del Reino Unido a acercarse a programas de radio tan conocidos como el de Zane Lowe de la BBC Radio 1. Allá el joven cantautor ha demostrado su talento con ‘Oats In The Water‘, un tema totalmente nuevo que no aparece en su álbum debut y que demuestra que este chico también es un as a la hora de tocarnos el corazón con una Fender eléctrica.
Esta nueva faceta de Howard, no explotada en el disco que lo ha catapultado a la fama, nos deja entrever el gran futuro de este artista. Que nadie escuche los comentarios que tildan a Howard de ser un compositor melodicamente monótono: con pequeños detallitos así queda bien demostrado que Ben Howard es uno de los cantautores de folk / rock con mayor proyección del panorama europeo.
Fuente | DIY