En 2019, antes de la pandemia, el grupo afincado en Madrid Altair editó el poderoso «Nuestro Enemigo». Desafortunadamente, la pandemia irrumpió después y con ella se cortaron las alas del planning de presentación que había programado la formación. Ahora, ya en 2022 y con permiso de la viruela del mono, el grupo de screamo / post hardcore edita y a su vez también presenta «Siempre habrá luces en otro lugar» (Pundonor Records). Tras un par de certeros adelantos (‘Tres Cruces’, ‘Medias Verdades’), charlamos con Salva (voces) y Jaime (guitarra) sobre lo que cabe esperar de este llamativo nuevo disco.
¿De qué va «Siempre habrá luces en otro lugar»?
Salva: Es un disco dedicado a mi generación y el futuro que nos depara. La frustración hacia lo establecido, la monotonía, el conformismo y las cosas que quedan por cambiar. Además, es la primera vez que escribo sobre cómo pienso y sobre mí y no sobre alguien en concreto. Hay mucha rabia y tristeza, pero con un toque de esperanza.
¿Cómo fue el proceso de composición del disco?
Salva: Fue un poco complicado porque no podíamos ensayar mucho durante la pandemia y teníamos que trabajarlo más en casa. Nosotros somos más de llevar una idea y desarrollarla en local. Luego, había temas que los reestructuramos varias veces porque no nos convencía como quedaban o no nos poníamos de acuerdo. De hecho, Tres cruces, Gilbert Grape, Fuera de estas paredes y el final de Divino Tesoro las terminamos casi de camino a Cal Pau. Al final, salió todo a pedir de Milhouse.
Antes de la pandemia sacasteis un pepinazo como «», el cual no tuvo casi promoción a causa de la pandemia. ¿Con qué sabor de boca os quedasteis?
Salva: La verdad que muy mal sabor de boca, para qué engañarnos. Teníamos planes de tocar por Europa y de hacer una girilla por España, pero las restricciones y el covid pues no lo permitieron. Una pena la verdad.
Los dos singles que habéis sacado son muy potentes. Contadnos algo en profundidad acerca de ‘Medias Verdades’ y ‘Tres Cruces’.
Salva: En general, el disco suena mucho más potente que el anterior. Se nota muchísimo la presencia de Franco al bajo y le da un toque muy bueno. Nos mola que los temas tengan pegada y que suene todo bastante gordo. No obstante, tampoco dejamos de lado las partes tranquilas, nos gusta que haya ese tipo de contrastes en nuestra música, creo que en los dos temas se ve claramente.
En cuanto a los temas, “Medias verdades” habla sobre la desinformación y de todas las cosas que nos hacen tragar los medios; de cómo nos pesa y hace que nos afecte en nuestra vida y nuestra toma de decisiones. La letra de este tema surgió a raíz de la detención de Pablo Hasel y de las barbaridades que dijeron de su persona por la tele y las redes sociales, también el simple hecho de que te detengan por expresarte me parece un despropósito, qué casualidad que siempre le molesten a los mismos. En cambio, “Tres cruces” habla sobre nuestra forma de relacionarnos con el resto, en concreto sobre el esfuerzo de hacer amistades que no llevan a ningún lado o moldear tu personalidad y medir tus palabras para contentar al otro, todo por sobrevivir y no quedar mal. Muchas veces nos cuesta mostrar nuestra forma de ser, solo ponemos delante nuestra fachada y nunca se llega a más. No hablo de nadie en concreto, de hecho, trato el tema desde mi posición, siendo una persona muy introvertida y algo tímida. Es como me siento a veces en ese tipo de situaciones. El título hace referencia a la calle de la Wurli, donde hemos tocado y visto conciertos tantas veces.

¿Qué tal el trabajo con Pundonor Records? Este es vuestro momento ideal para poder rajar de ellos.
Jaime: Nada que rajar, son unos enrollados. Si sacan grupos como el nuestro es claramente por pasión, porque son unos frikis y les flipa esta música, y se nota mogollón a la hora de currar y sacar cosas. Son los mejores, nos han ayudado mogollón con todo el proceso del disco y montando algunas fechas.
¿Qué tal la experiencia en Ultramarinos? ¿Alguna anécdota a destacar?
Jaime: La experiencia ultramarinos es una experiencia que todo grupo debería catar alguna vez. En nuestro caso combinamos grabación con Borja Pérez en Cal Pau, y mezcla y máster en Ultramarinos con Santi y Víctor García. Súper guay porque es la segunda vez que lo hacemos así y gracias a la experiencia anterior sabíamos qué cosas queríamos mantener y qué cosas queríamos mejorar, y seguramente ellos también. Quedamos super contentos con la grabación y pasamos unos días geniales de vacaciones ahí en el campo, currando el disco súper tranquis. Grabar con Borja es muy sorprendente porque le mola hacer cosas creativas y frikis con pedales o en edición, pero también sabe lo que queda bien en un disco al final. Santi y Víctor son unos profesionales, muy sencillo currar con ellos, el disco suena como un cañón.
¿Grupos nuevos que os hayan sorprendido últimamente?
Salva: En mi caso, estoy escuchando mucho Tom, el nuevo disco de Heart to Gold, me flipa la voz del cantante y me recuerdan mucho a la etapa joven de los Foo Fighters y a Pinegrove. Luego, estoy a tope con Modern Color y Soul Blind, bandas que ficharon hace poco con Other People Records.
¿Creéis que de repente hay un revival del screamo? Comento esto especialmente a raíz de las reuniones de Øjne o Saetia, anunciadas a lo largo de estos últimos meses.
Salva: Totalmente, no solo del screamo si no del emo en general. Además, creo que está surgiendo una nueva ola con bandas inclusivas, con valores muy buenos e interesantes de escuchar: SeeYouSpaceCowboy, Home is Where, Static Dress, Record Setter, Foxtails, etc. Luego, aquí en España tenemos la gente de Tus colegas, Boys kissing boys, que son de Barcelona; en Donosti con Comic Sans y Ezinegon; también la gente de CSA Las Vegas y en Granada con Cuando el mar pierde las conchas. Parece que el género sobrevive un poquito más.
¿Qué planes de promoción tenéis con este nuevo disco?
Salva: Sencillamente solo queremos tocar y darle más bombo que en el anterior ya que lo hacemos todo por nuestra cuenta, tenemos ese espíritu DIY todavía. Con que a la gente le guste y nos permitan tocar por ahí, nos damos con un canto en los dientes.