Vivir y crecer sin tener un pie puesto en la inmediatez del mundo musical actual. Así es como a grandes rasgos Molly Rankin me traslada su idea de lo que es, y también debe ser, Alvvays en 2022. Desde el otro lado del auricular, la cantante y líder del grupo canadiense verbaliza algo que muchos podrían percibir en su música: los creadores de hits como ‘Marry Me, Archie’ o ‘Dreams Tonite’ no entienden de raíles y comparativas. “Blue Rev“, su aclamada y más que notable última obra, responde totalmente a lo dicho, con un compendio de punzantes y frescas esencias que nos remiten a todo y nada en un mismo mejunje.
Ecos de R.E.M y Swirlies están ahí presentes en el LP más directo, afilado y rematadamente power pop de todos los que los de Toronto nos han brindado hasta la fecha. Nada nace de la nada: el puntazo sónico y digerible que define todos los átomos del trabajo nace de una serie de contextos, alguno que otro bastante catastrófico (el robo de las primeras demos del disco no es “peccata minuta”). Sobre todo esto, y también sobre el origen de joyas que ya apuntan a ser atemporales como ‘Pharmacist’ o ‘Easy On Your Own?’, nos habla la mismísima Molly Rankin en la conversación que mantuvimos con ella en octubre durante 30 agradables minutos. Dato que interesará a algunos: la compositora de Toronto cree que no tardaremos mucho en volver a ver al grupo en vivo en Barcelona. Veremos.
Hemos estado enganchados a todos vuestros discos pero me da la sensación que “Blue Rev” es, de lejos, vuestra referencia con un sonido más sónico, más guiado por la urgencia. ¿Qué os llevó a tomar esta senda sonora?
Quizás esta vez contamos con la posibilidad de escoger sobre un compendio más amplio de canciones. Existe un buen grueso de temas que no han aparecido en el trabajo. No sé… Quizás también nuestras influencias han variado un poco a lo largo de los años. Ya sabes: fue en 2013 cuando salió nuestro primer trabajo, por lo que ha pasado la vida desde entonces. Nos hemos hecho mayores (risas). Ahora escuchamos mucho a R.E.M, Queen, The dB’s, Swirlies… Uf, un montón de música diferente.
Interesante. Por cierto: me parece cuanto menos curioso que este sea el primer LP en el que todos sus temas, que no son pocos, estén por debajo de los 4 minutos de duración.
(risas). Es cierto. Son todos bastante cortos. Creo que esta decisión ha sido tomada entre la consciencia y la inconsciencia, y a colación de esto: ha sido súper divertido para nosotros el comprobar en vivo cómo cada tema cuenta con diferentes fases, y cómo de rápido llegamos a alcanzar estas partes tan diferenciadas entre sí. Al ser todas tan cortas, todo suena enganchadísimo. Nos encanta.
He intentado investigar un poco respecto al trasfondo del disco. De dónde surgió y su contexto. Me llevé cierta sorpresa al descubrir que os visteis obligados a resetear al menos mínimamente el proceso de composición de “Blue Rev”, ya que un ladrón te robó una grabadora con las primeras demos del disco. Eso debió ser difícil. ¿Cuánto material tenías almacenado en dicho aparato?
Probablemente contaba con unas 60 horas de material ahí dentro. Definitivamente existía una cantidad bestial de material en esa grabadora. No solo de partes cantadas, sino también de sonidos raros, conversaciones nuestras al hablar sobre los temas, etc…
Afortunadamente no creo que perdiésemos tanto. Un compositor suele acordarse de las cosas que compone, así que pude interpretar de nuevo lo anteriormente grabado. Fue como recoger las semillas de lo sembrado, una a una. Quizás esto ya lo haya dicho muchas veces y no quiero que la información suene demasiado reciclada pero cuando uno compone, uno suele dejarse llevar por cierta inercia. Los errores son interesantes formas de salirse de ese camino. De salirse de tu zona de confort. Por lo que muchos de esos errores se perdieron para siempre. Si te soy sincera: no pienso mucho en esto porque si no puede existir una suerte de luto exponencial pululando en el ambiente.
Entiendo. Bueno, lo cierto es que “Blue Rev” es un disco bien sólido. Y cuenta con mucho, muchísimo humor en sus venas. Me ha encantado esto, especialmente al comprobar el tono algo ácido en temas como ‘Very Online Guy’. Esa es la canción más rara que habéis hecho… y probablemente la más divertida también. ¿De dónde sacaste la idea para esa pieza?
La verdad es que todo empezó con una broma. La hice frente a Alec, y acabó convirtiéndose en algo más que una mera broma. Se transformó y no se quedó en el olvido. Sí, sin lugar a dudas es uno de nuestros temas más locos de todos los que hemos hecho.
En ‘Very Online Guy’ tu voz está completamente distorsionada. ¿Crees que será sencillo recrear ese tipo de voz en un formato en vivo?
(risas). Es muy buena pregunta. La verdad es que no creo que vaya a interpretar ningún instrumento al cantar en esa canción. Quizás ponga frente a mí algún tipo de pedal de chorus, y empiece a mover “knobs” mientras canto.
¡Veremos! Otra canción que invita a esbozar sonrisas es ‘Pomeranian Spinster’. Vaya título y vaya letras. Es muy cachonda.
La idea de esa canción viene de la cantidad de veces que había visto a mujeres ancianas paseando por la calle con estos seres pequeños y peludos (risas). Siempre pensaba: “no conozco a esta gente pero puedo imaginarme que deben haberse cansado de esperar a las personas con las que supuestamente tenían que estar”. La típica movida de que la sociedad desea que sigas esos patrones antes de que alcances cierta edad. ‘Pomeranian Spinster’ también habla sobre ser consciente de aquellas cosas que se han evaporado en tu vida, y que pasaron como un tren.
A raíz del tema: creo que os habéis convertido en uno de los pocos grupos del sector que sabe observar vuestro entorno, e interiorizar imágenes, personas y contextos de una forma de lo más estilizada. Siempre estáis con la lupa puesta, y vuestras letras son prueba de ello.
¡Gracias! Intento que nuestras observaciones no se basen en prejuicios. Incluso en ‘Very Online Guy’ intentamos no ser críticos con alguien que se pasa todo el día delante del teléfono móvil. Este tipo de enfoque lo intentamos tener siempre en cuenta.
Por saber: ¿cuáles son tus canciones favoritas de “Blue Rev”?
Diría ‘Pharmacist’. Me gusta mucho, y siento que guardo una relación especial desde que concebimos la demo de ese single. Llevaba muchísimo tiempo con la canción guardada y preparada para salir ahí fuera. Me alegra demasiado que la gente ya pueda escucharla.
También me gusta ‘Belinda Says’ ya que considero que es una composición que aglutina muy bien todo lo que es “Blue Rev”, tanto en términos líricos como a nivel sonora. ‘Tile By Tile’ es otra que adoro.
Personalmente me flipa ‘Easy On Your Own?’. Oye: los coros me recuerdan demasiado a The Bangles.
(risas). ¡Qué bueno! Esa canción nos costó mucho conseguir grabarla. Teníamos ideas de cómo debía sonar, pero nos costó demasiado desapegarnos de aquella por la que apostamos inicialmente.
¿Qué fue lo que más os costó sacar del single?
Creo que la dinámica. Porque la canción está como a un nivel de intensidad de 10 / 10 todo el rato, por lo que nos costó bastante conseguir generar cierto cambio, cierto giro al llegar el estribillo.
‘Easy On Your Own?’ suena dura, casi violenta, y en parte eso viene de la distorsión. Hablemos de equipo. ¿Habéis empleado equipo o pedales nuevos en la grabación del LP?
¡Oh! Esta pregunta es buena. Alec empleó una especie de mini amplificador para ‘Pharmacist’. Me enamoré de ese sonido. Pensamos muchísimo en regrabar esa canción con el sonido de ese ampli. También hemos incorporado a nuestro equipo un órgano Ace Tone. Tiene el sonido de Yo La Tengo ahí dentro. A nivel de pedales tiramos bastante de lo que ya tenemos.
La gente suele asociarnos mucho con el reverb pero la verdad es que tiramos poquísimo de ello. Eso es curioso. Eso sí: de delay tiro mucho. Utilizo bastante “delay”, con Memory Man (el deluxe), etc… También contaba con un Carbon Copy.
Hablar de pedales es hablar de shoegaze, y vosotros de alguna manera estáis ahí en medio del meollo. Alvvays es una banda que sabe estar en sendas tan distantes, pero a su vez tan similares, como el shoegaze, el dream pop y el post punk. En estos últimos años han salido un porrón de nuevas y pujantes propuestas en este circuito. ¿Qué visión tienes respecto a este auge?¿A qué crees que se debe?
Si te soy sincera: no sé muy bien cómo está el mundo del shoegaze actual ahí fuera. No soy buena en eso. Hay algo de consciente en esta decisión, porque sé que si me empapo de melodías externas y recientes, estas aparecen en mi subconsciente. Por otro lado, soy una persona que suele escuchar música del pasado.
Jamás me ha importado mucho la forma en que se etiqueta nuestra música porque consideramos que Alvvays se mueve al margen de ciertas tendencias. Generalmente digo que somos una banda de rock (risas).

Me ha llamado la atención eso de que conscientemente te aíslas de lo nuevo por un tema ya profesional. ¿Cuándo tomasteis la decisión de actuar de esta manera para separaros de nuevas tendencias?
Creo que hemos sido así desde hace un montón de tiempo. A veces compones algo y ese algo se ha basado en un tema que has escuchado en la radio. No sueles tener mucho control sobre lo que te influye, o no, al entrar en una frutería o una tienda del estilo. Intentamos ser muy sensibles respecto a esto. Nos ponemos ciertos límites para que nos afecte demasiado el subconsciente.
Fotos: Alvvays
Texto: Pablo Porcar