[Entrevista] Ànteros: “Es divertido jugar al engaño y no optar siempre por lo obvio”

De manera un tanto inesperada y casi por sorpresa, el grupo de post-hardcore Ànteros anunciaban el lanzamiento de “… y en paz la oscuridad“, un nuevo álbum, segundo en su haber, que acabó viendo a la luz el pasado 2 de noviembre a través de Aloud Music. Una semana antes nos habían puesto el caramelo en la boca con ‘Espectros’, single que nos ponía en situación de lo que se iba a venir pocos días después con todo el trabajo grabado a caballo, y con Carlos Santos y Jorge Mur a los mandos, entre Galicia y Barcelona en plena pandemia.

Este segundo LP, que esperan presentar en directo el primer fin de semana de diciembre en el AMFest, trae al quinteto de Barcelona mucho más robusto y sólido, con temas más arriesgados en comparación con su primer disco “Cuerpos Celestes”. Si con motivo del lanzamiento del primer disco hablamos con Víctor (guitarra) esta vez hemos charlado con Endika (guitarra y voz) sobre el proceso de grabación de este flamante LP. También sobre contexto (el disco fue confeccionado en gran medida a distancia), situación actual, etc.

¡Hey Endi!, ¿Qué tal vas? ¿Cómo vives este nuevo pseudo confinamiento?

A riesgo de que me tachen de imprudente, la realidad es que hago prácticamente una vida normal. Limitada por supuesto por miles de normas y restricciones pero, aún siendo consciente de lo delicado de la situación, intento no volverme loco y seguir disfrutando de las cosas que sé que me hacen bien.

Primero que nada: felicidades por el nuevo álbum. Cuéntanos un poco sobre el proceso de composición y grabación de “…y en paz la oscuridad”. Entendemos fue un tanto atípico…

¡Gracias! Ha sido mi primera experiencia de composición a distancia. Recuerdo cuando era adolescente y empezaba a experimentar por primera vez esto de crear música. Leía en algunas de las entrevistas a mis bandas favoritas que sus miembros vivían en ciudades o incluso países diferentes y componían los temas a distancia. Ya me parecía difícil por aquel entonces componer pudiendo probar los temas en el local como para pensar en hacerlo solamente a través de un proyecto en el ordenador. Pero con la inmediatez que te proporciona internet hoy en día, ha resultado sencillo probar, hacer y deshacer cada uno nuestras aportaciones a las composiciones. En cuanto a la grabación, lo más complicado ha sido cuadrar todas las fechas con todos los implicados para llevarlo a cabo y siempre con la incertidumbre de si nos volverían a imponer restricciones de movilidad. Las primeras fechas eran a finales de marzo y abril y lo hemos acabado grabando entre junio y agosto, en tres estudios diferentes. 

Se nota un cambio para bien si lo comparamos con “Cuerpos Celestes”. Dicen que el segundo álbum es el más difícil pero creo en vuestro caso ha sido para bien, la verdad. Se nota una banda con más personalidad y las canciones mejor estructuradas. ¿Crees que es así?

Puede ser porque, aunque ya fuésemos la misma formación, “Cuerpos Celestes” no deja de ser una mezcla entre el primer Ànteros con letras de Cándido gritadas por mí y algo de lo que tenía que venir con la incorporación de Rubén. El sistema de creación sigue siendo similar. Casi siempre es Víctor quien trae el esqueleto de lo que puede ser un tema y a partir de ahí lo vamos vistiendo cada uno con sus instrumentos. Cuando esa idea original pasa por cada una de nuestras manos, va transformándose en algo nuevo e inesperado. Personalmente, me encanta ver la capacidad de un sólo instrumento de transformar una canción y convertirla en algo que desafía a la idea que tenías de ese tema. No sé si es debido a llevar más tiempo tocando juntos y conocernos mejor musicalmente pero las ideas han ido casando bien en este disco y estamos contentos con el resultado. 

También hay más juego entre tu voz y la de Rubén, que son totalmente opuestas en cuanto a registros, cosa que os da una personalidad ¿no?

Hay miles de grupos que mezclan gritos con voz melódica pero sí que puede ser que justamente estos dos tipos de registro que tenemos Rubén y yo no sean los que más se suelen combinar. Hasta ahora sólo lo habíamos hecho en dos canciones (‘Polaris’ y ‘Coventa’) y el trabajo de escritura no había sido muy conjunto. Culpa mía porque no tengo ni idea de hacer letras. Pero Rubén sí que lo lleva haciendo años e ideó un esquema para que pudiéramos ponernos más de acuerdo con la estructura de las voces y ha ayudado mucho para que esta vez no pareciera que cada uno iba por libre.

Además del single ‘Espectros’ que parece ser el más “carne de single”, aquí identificamos unos buenos pepinos como ‘Solo mar, solo tierra’ – screamo -, ‘‘Escorpión’ o ‘El Pasaje’- instrumental – y ‘Ultravioleta’ – rock clásico – que tiene hasta un tufillo a Guns n’ Roses. ¿Qué tal vivís en esos cambios de registros?  

Es otra de las consecuencias de tener cada uno un estilo propio y darnos total libertad de componer como nos apetece. Nunca nos hemos parado a hablar sobre qué estilo queremos hacer. Si nos gusta, le damos luz verde. Hay canciones en las que podrías extraer dos fragmentos en dos partes diferentes, escucharlas por separado y jamás pensarías que pudieran formar parte de la misma canción. Pero, al menos para mí, las transiciones de un riff a otro según vas escuchando los temas están bien empastadas y tienen cierto sentido. Creo que es divertido jugar al engaño y no optar siempre por lo obvio, por muy guapo que quede. 

En este segundo disco tenéis colaboraciones externas de flauta, percusión, etc. Mola bastante ese toque que le habéis dado con esas incorporaciones, cuéntanos un poco sobre las mismas.

A nosotros nos ha parecido un lujo poder contar con Eloi Martínez (Playback Maracas, Viven) y Martha Wood (Your Grace, Falç de Metzinera) para meter esos arreglos. Se puede tirar de sintes y hacer algo parecido pero cuando es el instrumento real el que suena, todo cambia. Son dos musicazos y le dan unos matices a la hora de tocar que elevan la calidad de las partes en las que han colaborado. Creo que es indiscutible que esas partes no molarían tanto sin sus aportaciones. 

A nivel de letras la cosa parece ser bastante apropiada para este año pandémico, sobre todo al entender que este es el final (por ahora) de la era Trump. Personalmente la de ‘Cenizas’ me encanta: “No hay vuelta atrás, todo arderá. Vuelca el fuego contra el planeta entero…”

Antes de nada, necesito hacer una pregunta: ¿en qué momento hemos llegado a que esta pandemia haya hecho a mucha gente (y no hablo de fascistas) ver a Trump como nuestro salvador frente a las élites oscuras? Es algo que me tiene confundido. Y volviendo a lo que estábamos, la temática de las canciones y del disco en general, estaba pensada desde antes del confinamiento. De todas maneras, el grueso de las letras está escrito a pocas semanas de grabarlas así que supongo que en algo ha influido. En mi caso, la inspiración a la hora de escribir siempre viene motivada por sensaciones y vivencias personales y está claro que este año nadie (o casi nadie) ha vivido ajeno a la pandemia. 

Otro cambio importante es el de a nivel visual, la portada (a cargo de Darkhorse Estudio y la ilustraciones de Medusa Dollmaker) ¿decisión aleatoria o pensada?

Con Víctor a cargo del artwork, nunca hay nada aleatorio. Hasta el más mínimo detalle tiene su explicación. A fin de cuentas, se dedica a ello y le mete horas y esfuerzo mental para que el diseño quede impecable. En este caso, el concepto de la ilustración que encargamos a Medusa Dollmaker ya estaba pensado incluso antes de haber compuesto la mayoría de los temas. El abrazo de la portada representa una sensación tan dolorosa y a la vez bonita como es la ausencia de un ser querido y su recuerdo imborrable en nuestra memoria. Es duro echarlos de menos y a veces intentamos sentir ese abrazo en nuestra mente. Es una idea que influyó a la hora de dar forma a las letras pero con el tiempo, cada canción ha ido cogiendo su camino. 

Por un lado, una putada que se haya pospuesto el AMFest donde ibais a presentar todos estos temas nuevos en directo pero por otro lado un triunfo para los que nos gusta este tipo de música “menos comercial”. Que esté sold out dos días y el tercero con pocas entradas es un auténtico logro. Sobre esto te tengo dos preguntas:

  1. Es un baño de realidad a los programadores que durante este tiempo no han hecho caso a un nicho de música y que la gente de Sala BCN y Aloud sí han sabido ver.
  2. Ya que ha habido reprogramación (4 al 6 de diciembre) ¿tenéis ganas de tocar en Barna y habrá alguna sorpresa?

Son datos que hay que coger con pinzas porque todo lo que ha pasado y pase durante este año no se rige bajo las normas de la lógica. Hemos elegido pertenecer a una escena que tristemente está condenada a remar contracorriente. Pero por otro lado, nos rodea gente que siente la música de una manera especial y la mima, a costa muchas veces de su propia salud física y mental. Poco se lo agradecemos, la verdad. Gracias a su iniciativa, se ha generado un interés por un tipo de música (que transciende más allá del género) que se ha visto reflejado a lo largo del recorrido de festivales como el AMFest. Ojalá algún día su esfuerzo tenga más respaldo. Aunque también me temo que la incertidumbre de si un concierto de estas características tendrá buena respuesta o no siempre estará presente. 

En relación a la segunda pregunta, Barcelona siempre nos motiva. La acogida en cada uno de nuestros conciertos aquí ha sido brutal. Hace ya casi dos años del último en la sala VOL, que recordamos con cariño, y le tenemos muchas ganas. ¿Sorpresa? Suficiente sorpresa será que suenen bien los temas después de tanto tiempo. 

Otra mala noticia para el sector, además de la falta de conciertos por el covid y que las salas están cerradas, es el cierre de medios como recientemente Rockdelux o Indiespot, entre otros ¿Cómo ves el panorama musical completo (bandas, salas, promotores, medios)?

Aquí podría empezar a echar pestes sobre muchas cosas pero no quiero saturar los servidores de Binaural. Se dice rápido, pero 13 años son muchos años llevando a cabo un proyecto tan difícil como el de Indiespot o el vuestro. Es una pena pero este año está recalcando aún más las preferencias que existen a la hora de apoyar ciertos sectores y dejar atrás, e incluso culpabilizar, a otros. Lo más jodido es que se están sacrificando gremios enteros, empobreciendo la cultura, el pequeño comercio, la hostelería (por la parte que me toca), sin que sirva para absolutamente nada. ¿O acaso alguien piensa que si en estas últimas semanas hubiese habido conciertos, habría empeorado la situación en la que estamos? Peor de lo que estamos seguro que no estaríamos. Pero al menos con conciertos y gente pudiendo trabajar en el sector. 

Para el final, además de felicitaros nuevamente por el disco (espero que pronto celebremos con una michelada hecha por ti) ¿algún cotilleo que quieras desvelar de la grabación del disco o del grupo? ¡Es el momento!

¡Muchas gracias! Para la michelada sólo tienes que poner fecha y lugar. El grupo da para culebrón pero de momento te diré que si algún día el grupo entra en quiebra, será por nuestro morro fino. ¡Gastamos más en restaurantes que en gasolina, grabaciones o editar vinilos!

0 Shares:
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

También te podría interesar