Evolucionar es sentirte fiel a tu materia gris. También al latido de tu corazón, a tus adentros. Sin dejarse subyugar por los impulsos u opiniones del resto de coetáneos que pueblan el planeta tierra, Bring Me The Horizon son de aquellos escasos grupos “mainstream” que pueden alardear de haber moldeado su carrera a su manera. ¿Que su fanbase pide “breakdowns”? Ellos responden con deep house. ¿Que sus seguidores más acérrimos demandan guitarreos? Ellos contestan con sinuosas melodías sintetizadas. La lealtad al ser, siempre por delante.
Este viernes, 25 de enero de 2019, Bring Me The Horizon sacan a la venta “amo”, sexto disco de estudio que el quinteto británico ha grabado en los estudios Sphere y Madden Studios de Los Ángeles (Estados Unidos). Un álbum complejo cuya gélida y variada estética distópica parece expandir el paisaje sonoro exhibido en sus dos anteriores referencias discográficas (“That’s The Spirit”, “Sempiternal”).
Para entender con todo lujo de detalles la vuelta de tuerca que han dado recientemente a su sonido, desde Binaural hemos conseguido conversar con Lee Malia, guitarrista del grupo. El músico nos contesta abiertamente a todas nuestras preguntas, ofreciendo un “insight” de lo más interesante a cuestiones relativas a la concepción de su inquietante nueva obra.
“Amo” es un álbum que habla sobre amor, pero me pregunto cuándo y cómo surgió la idea de utilizar la metáfora de la secta presentada en ‘Mantra’ para describir este sentimiento.
La verdad es que “Mantra”, la canción que está basada en la idea de la secta, surgió como a mitad del proceso de composición del disco. Ya teníamos la música y Oli estaba tratando de escribir la letra. En aquel momento, estaba viendo un documental de Netflix sobre una secta, así que creo que simplemente empezó a interesarse sobre el tema y sobre cómo surge el interés de la gente por unirse a este tipo de grupos cuando realmente no hay ningún tipo de prueba de que te vaya a ayudar, no existe una razón real para hacerlo. Y, bueno, pensó que estaría bien empezar de cero con algo así, hacer que la campaña del álbum pareciese la propaganda de una secta, aunque siempre dando pistas sutiles de que éramos nosotros los que estábamos detrás y no era realmente una secta. Por ejemplo, pusimos posters para que la gente al verlos tratase de averiguar de qué iba. La idea fue de Oli y a todos nos moló, y cuando empezamos a hablar sobre el tema también se nos ocurrió poner una línea telefónica con mensajes extraños y ligeras pistas sobre las canciones y cosas así para que la que la gente pueda llamar. Así que básicamente surgió todo a partir de ahí.
¿El documental era Wild Wild Country?
Sí.
Me lo imaginaba. Recuerdo que vuestro anterior álbum se grabó en Grecia; sin embargo, este último lo habéis grabado en Los Ángeles. ¿En qué sentido fue diferente el proceso de grabación si lo comparas con vuestro anterior trabajo? Supongo que en las islas griegas sería más relajado…
Sí, supongo… El que grabamos en Grecia fue en un lugar en el que no había nada. Estábamos en una isla diminuta que podías recorrer de punta a punta en unos 40 minutos, así que no podías hacer nada más que centrarte en la grabación. Sin embargo en Los Ángeles… Yo al principio estaba preocupado porque pensaba que íbamos a tener demasiadas distracciones, pero realmente estábamos todos súper concentrados. Además grabamos en Studio City, que está al otro lado del valle de Hollywood, así que estábamos apartados de toda la fiesta. Pero nos vino bien, la verdad. Decidimos ir allí porque habíamos pasado todo el invierno componiendo el disco en Inglaterra, que es un lugar húmedo, frío y lluvioso, así que pensamos que ir a Los Ángeles nos serviría para dar un toque más fresco a la grabación: buen tiempo, un sol radiante, una casa con piscina… Fue como un soplo de aire fresco para todo el proceso. Ir allí nos permitió revitalizar el nuevo álbum y nos ayudó también a concentrarnos en la grabación. Sinceramente, fue muy bien y todos disfrutamos de estar allí, nos encantó. Así que sí, fue genial, lo disfruté mucho.
Genial. En una entrevista, tu compañero Jordan Fish decía que vuestro grupo ya no enfoca el proceso de creación de un álbum como un grupo de rock. ¿En qué sentido crees que es así, si es que coincides con la opinión de Jordan?
Sin duda, es cierto. Antes hacíamos lo típico a la hora de componer un álbum: íbamos a la sala de ensayo y probábamos ideas. Por ejemplo, a mí se me ocurre un riff, Matt y yo vamos probando distintas opciones y así se va componiendo una canción. A partir de ahí, simplemente confías en tu memoria. La única forma que teníamos de recordar las canciones que escribíamos era confiando en nuestra memoria, ya que no estaban grabadas en ningún sitio. Así que a lo mejor hacíamos 10 o 12 canciones así, que supongo que es el método tradicional: te metes en una sala y tocas. Ahora, sin embargo, nos sentamos alrededor de un ordenador. Sé que puede sonar aburrido, pero Oli, Jordan y yo nos sentamos delante del ordenador con mi guitarra enchufada y si a los 10 segundos se me ocurre un riff o alguna sección, pues añadimos la batería y comprobamos inmediatamente si puede funcionar o no. De esta forma, no hace falta que le enseñes esa parte a los demás o que esperes a que a otro se le ocurra alguna idea. Ya no estamos en una sala con nuestra batería, amplis, etc., sino que somos mucho más conscientes de lo que hacemos y nos concentrarnos mucho más porque no hay nadie que se distraiga tocando a su aire, así que eso es bueno. Luego también está el hecho de que la canción puede surgir a partir de cualquier cosa. A día de hoy, sea el sonido que sea podemos utilizarlo, mientras que con la guitarra o la batería estás mucho más limitado: solo puedes hacer los típicos sonidos de cualquier grupo de rock. En cambio ahora, podemos tomar otras direcciones porque Jordan tiene los sonidos del sintetizador, sus samples y todas estas cosas, ¿sabes? Así que estoy totalmente de acuerdo, sin duda es otra manera de enfocar la composición de una canción muy distinta a lo que hacíamos antes, que era básicamente apostar por un sonido más rock.

Me impresionó bastante la canción “Nihilist Blues”. Es prácticamente una canción deep house. ¿Trabajasteis de esa forma a la hora de componer esta canción o fue un proceso distinto? Porque la canción empieza con un ritmo muy electrónico…
Sí, obviamente esa canción comenzó con el sintetizador, es evidente al escucharla. Todo empezó con una idea que tuvo Jordan con el sintetizador y fuimos componiendo a partir de ahí. La letra y todo lo demás surgió bastante rápido, es una de esas canciones que toman forma muy rápidamente. En esa canción, hay guitarras que realmente no puedes distinguir porque utilicé un pedal sintetizador, así que básicamente mi guitarra suena como un sintetizador. En el estribillo otra cosa que hicimos ―y que no suelen hacer la mayoría de los grupos de rock— fue comprimir las guitarras y el bajo del estribillo con un sidechain, así que básicamente acompañan a los sintetizadores y suenan como un sintetizador, pero realmente están ahí… Básicamente, el sidechain es cuando reduces el volumen de la pista en el momento en el que entra el sonido del bajo, como el ritmo, así que hemos hecho cosas de este estilo y que también podemos hacer en directo. Este es otro ejemplo más de cómo nos hemos ido adaptando a otros géneros, así que suena como un wall of sound y no como unos cuantos acordes de guitarra sobre una base de sintetizador, todo está unido a través del mismo efecto.
Imagino que “Ouch” fue también algo parecido, ¿no?
Sí, sí, desde luego.
Como guitarrista, ¿con qué canción de este álbum te sientes más cómodo en cuanto a la forma de tocar?
Pues… canciones como “Mantra” o “Wonderful Life”, son canciones más clásicas, con una base más parecida a lo que hemos hecho siempre, así que representan bastante mi estilo a la hora de tocar. Sin embargo, canciones como “Medicine” y otras anteriores como “Drown”, en las que el estribillo y alguna otra sección son del mismo rollo, también me resultan muy cómodas. Aunque también disfruto todas estas cosas raras que estamos haciendo, porque tengo la oportunidad de experimentar más con la guitarra, los amplificadores y distintos efectos. Así que, en realidad, ha sido todo positivo y para mí es divertido poder experimentar con distintos sonidos. Siempre me ha gustado añadir distintas pistas y crear ambientes peculiares, como técnicas de soundscaping. Es algo que siempre he hecho en nuestros discos, pero con este último he podido darle mayor importancia.
Para la composición de este álbum, ¿qué grupos son los que os han inspirado? Aunque sea de forma conceptual.
Pues estoy tratando de pensar… Pero esa es otra cosa, cuando grabamos el disco nunca mencionamos ningún grupo porque, por algún motivo, no hay grupos que realmente nos hayan inspirado, sino que se trata más bien de otros géneros, ¿sabes? Por ejemplo, la música electrónica…
El hip hop…
Sí, sí, el hip hop. De hecho, Oli hizo un comentario interesante sobre cómo el hip hop ahora es el nuevo punk rock si consideras el enfoque que presenta ante la música y su forma de actuar… Todo tiene que ver con la fiesta y volverse loco, y los directos cada día se parecen más a los de los conciertos de punk rock. Si ahora vas a un concierto bestia de hip hop hay hasta pogos, es extraño cómo se han apropiado de esa energía y ese ambiente. Así que, en cuanto a nuestras influencias, hemos prestado más atención a otros géneros que no son rock porque, aunque empezamos como un grupo de rock y a mí siempre me ha gustado el rock ―no estoy diciendo que sea una mierda—, creo que ahora mismo está un poco estancado. A estas alturas, siempre que pienso en la influencia de algún grupo de este estilo, sigo remontándome a bandas más antiguas, no son las más modernas a las que admiro. A lo mejor mencionas el enfoque de Foo Fighters en alguna de sus canciones o a otros grupos así, pero sigues mirando atrás, a grupos que ya llevan unos 20 años en activo. Así que hemos buscado más en otros géneros para encontrar una influencia más moderna.

¿Y cuál es tu opinión sobre Arctic Monkeys? Porque sé que Oli Sykes ha dicho en alguna ocasión que sí que han inspirado en cierto modo el concepto de este álbum.
Sí, desde luego. Son uno de esos grupos que sigue sacando cosas, pero que ha cambiado mucho su estilo. Siguen sonando como los Arctic Monkeys, pero en cada disco que han publicado han cambiado bastante. Yo creo que es un grupo que siempre hemos admirado, porque empezaron con un estilo muy indie, como pop indie, y se han vuelto mucho más sombríos y peculiares, pero siempre manteniendo esa progresión y triunfando con aquello que hacen. Así que es extraño; es uno de esos grupos que no hace lo típico o lo que debería para ser un grupo grande y exitoso, y aun así les funciona porque mantiene su integridad. Han ido a por lo que ellos querían, no han hecho lo que la gente quería que hiciesen. Yo creo que eso es lo que siempre hemos tratado de hacer nosotros: ir siempre a por aquello que queremos hacer en cada momento y no pensar en si la gente quiere oír breakdowns o cualquier otra cosa. Si hubiésemos querido vendernos, simplemente habríamos hecho eso, lo que la gente quisiera que hiciésemos. Así que, sin duda, les admiramos. De hecho, fuimos a verles en su última gira en Inglaterra. Son de Sheffield, así que fuimos a verles al estadio más cercano. Fue uno de los mejores directos que he visto aquí, incluso el propio escenario…
¿Sois amigos del grupo?
No… Bueno, Oli conoce a un par de ellos, y hemos coincidido con Alex en alguna ocasión, pero Oli habla bastante con el batería. Pero hablan porque se conocieron hace años durante sus estudios, así que yo realmente no les conozco personalmente. Pero sí son una influencia para nosotros, incluso sus directos lo son. Simplemente con ver su show, cómo utilizan el escenario y cómo cambian las canciones en directo y las hacen distintas… Pensamos que nosotros también deberíamos hacer algo así, no imitarles, pero sí que nos pareció interesante cómo cambian las secciones, así que siguen siendo una influencia para nosotros.
Genial, pues para terminar, tengo que preguntarlo: ¿Os veremos en España en 2019?
Espero que sí… Por alguna razón me suena que es posible que vayamos, pero realmente no lo sé. Desde luego queremos volver porque siempre que hemos estado allí ha sido una pasada. Creo que sale caro ir, porque no podemos hacer muchos conciertos allí, ¿sabes? Pero espero que haya suerte y volvamos.