El 2020 fue un año nefasto para todos, eso es no es nada nuevo. Pero Cloud Nothings sorprendieron a todos publicando un disco por sorpresa, “The Black Hole Understands”, un disco que resumía muy bien lo que era el año COVID por excelencia. Grabado en sus casas y montado en remoto, el disco fue lanzado por Bandcamp y contó con un parcial objetivo sin ánimo de lucro: un 25% de sus ingresos acabaron destinados a organizaciones benéficos cercanas al grupo. El disco tenía un matiz más popero y triste que otras grabaciones anteriores. Según el propio Dylan Baldi resumía un poco su estado mental por esas fechas. Pero esa no iba a acabar siendo la única sorpresa que nos iban a deparar Cloud Nothings en los meses que nos ocupan. Hoy, 26 de febrero, el grupo de Cleveland (Ohio) lanzan otro disco llamado “The Shadow I Remember” en el que colaboran de nuevo con el productor Steve Albini, con quién ya trabajaron en su glorioso álbum “Attack On Memory” (2012), probablemente el disco con el que dieron el pelotazo como formación guitarrera. Con tal celebrar su salida al mercado, recuperamos una entrevista que concertamos por teléfono con su líder Dylan Baldi a fínales de octubre. En ella hablamos sobre su 2020, sobre este nuevo trabajo y sobre el panorama musical actual.
¿Qué tal Dylan?¿Cómo andas?
Bueno, no muy bien. La verdad que este año no ha sido nada bueno para nosotros ni para nadie y a pesar de que soy un poco solitario, creo que comienzo a extrañar ver a según qué personas. Al menos a mi grupo. He leído mucho, no me ha cambiado tanto la pandemia. Hago cosas con mi novia y poco más, no hay mucho más que hacer.
Cuéntanos un poco acerca de “The Shadow I Remember”, ¿qué diferencias podemos apreciar respecto a tus últimos trabajos como por ejemplo “Last Building Burning”?
Grabamos este disco en febrero, en Chicago con Steve Albini. La verdad que es un lujo volver a trabajar con él. Lo compusimos un poco a medias entre que estábamos de gira. Posteriormente le fuimos añadiendo otras cosillas. Fue un proceso un poco extraño pero creo el resultado es bastante bueno. Creo que aquí, a nivel de estructura compositiva, quería hacer las cosas más minimalistas y simples. No tan complicadas. Lo que más me gusta de trabajar con Albini es su manera de mezclar todo, al final somos una banda bastante básica con dos guitarras, un bajo y una batería pero cuando él lo toca y lo pone en estéreo la cosa suena como una bomba.
Como músicos resulta maravilloso tener que concentrarte en tu parte y hacerlo lo mejor que puedas, porque él te exige lo mejor de ti para que luego suene como solo él sabe hacerlo. La verdad que es una pasada. Cada vez que escuchaba las canciones luego de que pasaran por Steve decía “‘¡guau!”. Sí que le saca provecho a todos los detalles que se te pueden pasar por alto.
¿Qué diferencia notaste entre el Steve Albini de “Attack On Memory” y el Albini de “The Shadow I Remember”?
Por más que en 2012 ya era un tío con mucho recorrido, ahora va más al grano, lo tiene todo mucho más claro. Es lo bueno de la edad, ¿sabes? Yo por mi parte, quería seguir manteniendo un poco la esencia de Cloud Nothings como banda, no quería innovar ni hacer nada radicalmente opuesto a lo que veníamos haciendo los últimos años, al menos en el producto final. La verdad que queríamos trabajar con Steve de nuevo. Veníamos trabajando con un productor en cada disco y cada uno tiene su propia manera de trabajar. Él es como un miembro más de la banda, y como hace todo simple nos parecía una buena idea poder alinearlo con el trabajo compositivo que estaba haciendo.
¿La pandemia te ha influido en algo a la hora de componer? O en cambio… ¿Crees que si hubiésemos estado en 2019 el disco sería el mismo?
No, no, por supuesto que ha cambiado todo. De hecho, es completamente diferente. Pero la cosa es que somos una banda que queremos hacer nuestro trabajo. No somos ricos, solo queremos sobrevivir y nuestra manera es haciendo conciertos. Ahora mismo, no tenemos otros trabajos por lo que la ansiedad está latente en mí a la hora de componer. Así comencé a escribir miles de canciones, junto a Jason (batería) por lo que mi estado de ánimo durante la pandemia está presente, por supuesto.
Como público nos ha afectado mucho el no tener conciertos, como músico por supuesto mucho más. ¿Cómo crees que vendrá esta nueva manera de plantear conciertos – si es que los hay – con aforos sentados y limitados?
Es bastante triste la verdad. No somos músicos de cámara que se sienten, toquen sus instrumentos sin hablarle al público y se vayan a casa. Somos un grupo de rock que necesita que la gente vibre, eso me desconcierta por que no tengo ni idea de hasta cuándo durará esto. El futuro es bastante desolador. Ahora vemos que muchos grupos están haciendo streaming, conciertos desde un estudio para retransmitirlo por YouTube,… Por ahora no sabemos qué haremos pero creo nos tendremos que reinventar haciendo algo de eso, o una película, o shows a través de estas plataformas.
¿Qué cosas de esas “nuevas” gracias a la pandemia os planteáis hacer? Hace poco, METZ hicieron un streaming tocando su disco nuevo, por ejemplo.
Pues la verdad que muchas, ya que nunca lo hemos hecho, somos una banda que salía de gira y ya está. Esto de tocar las canciones de tu disco pues es una idea guay, quizás me gustaría hacer algo más al aire libre, en algo no tan típico como un estudio o una sala de concierto. En un parque nacional, por ejemplo. Es una cosa bonita como grupo que tus fans te sigan a las movidas que te inventas.
Para cerrar, cuéntanos otros planes que tienes a futuro: la reedición de Turning On y el proyecto que tienes junto a Jason Gerycz (batería de Cloud Nothings) que es de free jazz, ¿cierto?
La verdad que crecí escuchando jazz. Si soy bueno en un instrumento es en el saxo, desde niño lo tocaba hasta iba a clases. Puedo tocar la guitarra pero en el saxo soy mil veces mejor. Jason por su parte ha estado escuchando jazz últimamente durante los últimos años y además vivimos juntos una temporada, ahí comenzó a parir el dúo, como proyecto experimental, la cosa fue una progresión natural, pero vamos sin presión, nos divierte y ya está. Es nuestra pequeña “peli indie”.
Foto: Kat Cade