Después de que un intenso y desalentador hiato dejase las pistas de baile del mundo entero huérfanas y desprovistas de acción, hemos vinculado y encomendado irremediablemente la responsabilidad de devolverlas a la vida a uno de los regresos más esperados del presente 2021. Parece increíble que hayan pasado ya cuatro años desde la última vez que supimos de Tom McFarland y Josh Lloyd-Watson, o lo que es lo mismo, las mentes pensantes detrás de Jungle.
Con su tibio segundo álbum dejaron un poso de realidad y crudeza emocional que en esta ocasión han intentado revalidar en favor del júbilo más hedonista, pues “Loving in Stereo” (Caiola, 2021) es un homenaje disco que nace con el objetivo de convertirse en la banda sonora perfecta para un mundo idílico en el que ni la distancia social ni las limitaciones más prohibitivas tienen cabida y solo la mera existencia de la música es motivo suficiente para festejar y bailar sin descanso.
En este tiempo que separa su anterior disco de este regreso triunfal no solo hay cuatro años de diferencia, sino también muchas novedades a título personal y profesional. Estrenarse en la paternidad, fundar un sello propio o afrontar una de las giras más extensas de su carrera son algunas de las cuestiones que desde una amabilidad excelsa el productor británico Tom McFarland ha querido abordar durante nuestra conversación.
Enormemente agradecido por tu tiempo, ya que puedo imaginarme que estos días estarán siendo algo duros para ti. No solo hay noticias en lo profesional, también las hay en lo personal, ¿verdad?
Así es. Hace pocos meses que he sido padre y están siendo unos días muy locos. Preciosos, pero muy locos.
¿Cómo ha sido compaginar el hecho de estrenarte en la paternidad y al mismo tiempo concebir un nuevo álbum?
Ha sido una locura maravillosa, tío. No sé si serás padre también, pero es exactamente todas las cosas que te esperas y más. Pero es mágico, a decir verdad. Alternarlo con la vida profesional nunca es fácil, como tampoco lo debe ser para otra persona que se dedique a cualquier otra cosa, pero acabas adaptándote y tirando.
¿Y qué hay de la gira?
Por suerte, mi pareja me ayudará a lidiar con ello durante los días de gira. Tengo la inmensa suerte de contar con ella. Es una mujer maravillosamente fuerte y estoy seguro de que podremos con todo.
Además, es una gira bastante grande. Con varios de vuestros shows ya con el sold out colgado.
Sí, es una locura, ¿verdad? No sé si es nuestra gira más extensa, pero definitivamente es de las más largas hasta la fecha. Y por su parte, la gente ha respondido increíblemente bien a nuestro regreso. Nos sentimos de lo más afortunados por esta acogida. Incluso haremos varios shows seguidos en Londres, es una pasada.
Y por si fuera poco, os metéis en una nueva aventura profesional: crear vuestro propio sello discográfico.
Ya, ya lo sé… Como si fueran pocas cosas, (risas). Pero es un proyecto que nos motivaba mucho llevar a cabo, y estamos súper emocionados sobre las cosas que podemos hacer con ello a partir de ahora.
Déjame preguntarte primero por el nombre, ¿por qué “Caiola”?
Sí, es un nombre curioso, ¿verdad? Pues la palabra viene de Al Caiola, un guitarrista muy famoso de los años 50 más o menos que nos encanta. Es un mítico, incluso Epiphone lanzó un modelo de guitarra inspirado en él hace un tiempo. Y no sé, estuvimos escuchándole mucho durante nuestro último tour por USA, y cuando llegó el momento de ponerle nombre al sello fue como “¿y si le ponemos ‘Caiola’?”, y la verdad es que estuvimos todos unánimemente de acuerdo.
Mencionabas antes las posibilidades que este proyecto podría tener de cara al futuro. ¿Os veis produciendo también a otros artistas a través de este sello?
¿Por qué no? Claro, nos encantaría, estamos totalmente abiertos a esa posibilidad. De hecho algunos artistas nóveles ya han empezado a testar su música en sesiones breves en nuestro estudio. Estamos muy concienciados con el hecho de tender puentes a las nuevas generaciones que necesiten un empujón en sus carreras, y si podemos contribuir de alguna manera, para nosotros es un maravilloso placer.
¿Han cambiado muchas cosas con respecto a cómo trabajabais en XL Records?
Bueno, la respuesta a eso es sencilla: ha cambiado todo (risas). Desde el primer momento hemos trabajado con muchísima más confianza en nosotros mismos con respecto al pasado. La elaboración de este disco y la motivación que ha habido detrás han sido simplemente otro mundo. En todo momento ha sido un proceso marcado por las ganas de hacer algo en lo que creíamos de verdad, sin pensar realmente en nada más, ni siquiera en si gustaría a terceros o no.
Interpreto que detalles como que sea la primera vez que os vemos colaborando con otros artistas es también un reflejo de esta nueva manera de trabajar, ¿no?
Exacto, el mero hecho de que hayan artistas colaborando y firmando con nombre propio en el disco por primera vez, como Bas que es un rapero que conocimos en Brooklyn y con quien establecimos bellísimas relaciones, es otra muestra más de lo muy cómodos que hemos estado trabajando en “Loving In Stereo” y cómo hemos podido explorar nuestra libertad más a fondo con respecto a anteriores álbumes.
Veo que estás contento con cómo van las cosas, tanto con el resultado del disco como con el hecho de estar al frente de tu propio sello.
Totalmente. Es un disco muy diverso y enérgico, y tanto el álbum como la creación del sello han supuesto para nosotros estar más envueltos que nunca en el proceso creativo y posicionarnos en una nueva dirección artística, que es precisamente la que queríamos tomar desde hacía años.
Corrígeme si me equivoco pero diría que otra gran muestra de esta recién estrenada libertad artística es el hecho de que vais a lanzar catorce videoclips, uno por cada pista del disco. ¿Qué locura es ésta?
Sí, sí, lo sé (risas). Para nosotros era la oportunidad perfecta para dar visibilidad a otros grandes talentos, tanto los que hay delante de las cámaras como los que hay detrás. Hemos querido darle un papel importante a la parte visual del álbum, ya que gracias a todo ello se puede generar un vínculo mayor entre la gente y tu música.
¿Y cómo llegáis a la decisión de rodar catorce videoclips?
Bueno, también acabó siendo la solución más pragmática al dilema que siempre se suele tener con estas cosas. Normalmente, lanzábamos videoclips para nuestros temas favoritos, pero como de costumbre, en esta ocasión cada uno tenía un tema favorito distinto, así que si hacíamos un videoclip para cada canción acabaríamos con esa discusión (risas). Encontramos una localización estupenda y nos pusimos a ello, rodamos los catorce videoclips en cinco días. Fue de locos.
¿Es Charlie di Placido el director de todos ellos?
Así es, él y Josh son los encargados de toda la parte visual del álbum. La verdad es que fue muy divertido, un trabajo muy duro, pero nos lo pasamos muy bien.
Mencionabas antes que ésta era la primera vez que os abríais a incorporar otros artistas en vuestro proceso creativo, ¿cómo ha sido esta experiencia?
Colaborar con otros artistas es definitivamente una herramienta de aprendizaje alucinante y primordial. Como artista, estás muerto si no colaboras con otras personas en un determinado momento de tu carrera. El hecho de que te aporten ideas, o que refresquen las tuyas, es una parte vital y totalmente necesaria en la música y en cualquier otra disciplina. Nosotros hemos tenido la suerte de rodearnos de gente que no solo nos ha inspirado, sino que también ha traído al estudio unas vibraciones buenísimas, lo cual es fundamental a la hora de hacer nuestra música.
¿Seguís siendo siete artistas en vuestros directos?
Sí, sobre el escenario sí. Puntualmente se sumará algún que otro artista extra, ya sabes, algunos músicos que han contribuido con nosotros en el álbum y demás, pero seguimos siendo los siete de siempre.
¿Y cómo es trabajar con tanta gente? Por ejemplo, cuando surgen desacuerdos o cosas así.
Realmente, todo es bastante natural y fluido. La cosa es que somos todos muy buenos amigos, gente sencilla, tranquila y que se amolda bastante bien a las circunstancias. Si hay que lidiar con alguna situación concreta, todo se dialoga. Es una pasada poder trabajar así.
Hablando de otros artistas, lo que nos pilló por sorpresa fue ver que también os ha dado tiempo a firmar una colaboración con Diplo.
A decir verdad, aquello empezó a gestarse hace ya un tiempo, cuando casi no teníamos ni empezado el álbum nuevo. Nos mandó un mensaje diciéndonos “hey tíos, tengo este beat, ¿creéis que podéis hacer algo con ello?”. Le enviamos algunas ideas y él eligió la letra y la melodía que más le molaron. Y de repente, de la nada salió ese temazo con Damian Lazarus. Para nosotros fue bastante inesperado todo. O sea, él es una auténtica leyenda de la música electrónica, imagínate el orgullo.

Otra cosa que no sé si habéis mantenido en este disco con respecto al anterior, es que en “For Ever” pudimos encontrarnos con muchas historias personales.
Esta vez diría que el disco es mucho menos introspectivo. Durante “For Ever” atravesamos momentos personales muy duros a nivel emocional y creativo que irremediablemente plasmamos en un álbum que acabó siendo bastante autobiográfico. Pero en esta ocasión, “Loving in Stereo” pretende constatar que estamos en un momento personal en el que nos sentimos súper seguros de nosotros mismos, muy apasionados con lo que hacemos y sin dudar tanto de nuestras propias capacidades artísticas. Ahondamos menos en historias personales y apostamos más por la celebración, pero creo que de alguna manera seguimos transmitiendo honestidad.
Me viene muy bien que menciones eso, ya que recientemente he leído que el álbum es considerado como “la banda sonora perfecta para un nuevo verano del amor”. ¿Qué más cosas necesitarías para ese “verano del amor”?
Sin duda, días soleados, tío. Ésa es la asignatura pendiente de Reino Unido.
Ya sabéis que tenéis abierta la puerta a España siempre que queráis, aquí podemos solucionar eso.
Sí, de hecho allí estaremos en 2022.
Eso es, para el Tomavistas. ¿Hay previsión de anunciar más fechas en España?
Esperamos que sí, nos encantaría poder anunciar pronto más fechas, pero por ahora tenemos que ser bastante cautelosos dada la situación. Entre el Covid y el Brexit, nuestros territorios para girar se han visto drásticamente delimitados. Pero así lo esperamos, de verdad. Siempre que hemos estado en España lo hemos pasado muy bien… Madrid, Barcelona, también Bilbao. Sitios increíbles. Así que en cuanto se pueda, allí estaremos, tocando tanto como podamos.