10 años atrás, aquel documental titulado “Talihina Sky” reflejó la agridulce realidad en la que se vieron sumergida los miembros de Kings Of Leon en su primera década de existencia. Numerosas riñas internas, escarceos de Caleb con las drogas y un (detectado) síndrome del impostor atentaban día sí, día también, contra la estabilidad mental de los de Nashville. Ahora, dos lustros después de aquello, el panorama ha girado en 180 grados para Caleb, Jared, Matthew y Nathan. Con su líder por fin rehabilitado por completo, el cuarteto goza ahora, y por primera vez, de ciertas sensaciones de comfort y asentamiento. El paso de los años ha ayudado lo suyo a alcanzar este estado: “nuestros cuerpos ya no trabajan de la misma manera en la que lo hacían en el pasado. Por lo que ya no nos pegamos entre nosotros“, declaraba el vocalista del grupo recientemente a The Guardian. “Ahora dejamos las peleas para nuestros primos de ocho años de edad“.
Mañana Kings Of Leon publicarán “When You See Yourself”, octavo álbum de estudio que los estadounidenses empezaron a grabar junto a Markus Dravs (Arcade Fire, Coldplay, Florence + the Machine) hace dos largos años. La pandemia, y su imprevisible forma de expandirse, obligó al grupo a retrasar el lanzamiento del LP. Aprovechándose de ello, el cuarteto quiso emplear este reciente período de “stand by” para interiorizar y reinteriorizar el material creado con el fin de que sus pequeños arreglos, abarcando desde transiciones entre riffs hasta tonalidades vocales, sonasen lo mejor posible. Esa era la primera vez que se lanzaban a la aventura perfeccionista: por lo general y sin pensar demasiado en otras formas de operar, los creadores de “Only By The Night” y “Because Of The Times” eran más de batear rápido y correr a primera base. Que el “home run” llegue como tenga que llegar.
Caleb contó en enero a NME que “una vena de su vida personal fluye a través de estas canciones“. También en ellas circula una renovada hemoglobina definitoria del estado de gracia personal en el que se encuentran Kings Of Leon. Para descubrirla a fondo sin microscopio de por medio, recientemente tuvimos el gusto, y a su vez el placer, de poder charlar por teléfono con Nathan Followill, el batería del grupo. El mayor de los Followill nos desveló el sentir de un grupo que en 2021 busca más el solidificar un familiar clima de paz, respeto y camaradería que el escalar rápidamente los “charts” de medio planeta.
¿Cuándo empezasteis a componer todo el material incluido en “When You See Yourself”?
Empezamos justo después de unas vacaciones de navidad. Cada año tenemos por costumbre reagruparnos por esas fechas para ponernos un poco al día. Melodías, esqueletos de los temas… Todo lo que pueda salir de una jam salió a raíz de ese reencuentro.
Este trabajo lo grabamos en 2019 por lo que tuvimos cierto tiempo a posteriori para pensar en cómo encajaban todas las piezas. Después de todo esto pensamos en cuándo lo debíamos sacar a la luz… La verdad es que este ha sido el primer álbum en el que hemos tenido tiempo para digerir el material. Vamos, para ver si había algo que podíamos replantear o expandir. No es que pensásemos que inicialmente nada estuviese mal. Pasamos meses y meses escuchándolo una y otra vez. Nos dimos cuenta que, con el tiempo, nos entusiasmaba igual que cuando lo escuchamos por primera vez.
¿No os viró algo la percepción del mismo con el paso del tiempo? Eso es algo clásico que suele pasar a todos los compositores con sus obras.
Al principio cuando uno escucha su nuevo álbum por primera vez siente que está pasando por una especie de fase de “luna de miel” con él. Después de esto las canciones te empiezan a descolocar un poco… Con este no pasó lo mismo: cuando irrumpió el tema del COVID nos vimos forzados a aprender un poco cómo va el asunto a salto de mata. Aún y así lo pasamos de muerte creando “When You See Yourself”. Diría que jamás nos hemos reído tanto en el estudio como al grabar este.

A nivel melódico es palpable un ligero cambio respecto a anteriores obras vuestras. Esto aflora especialmente en ‘100.000 People’ y en otros cortes como ‘A Wave’ en los que las líneas de teclado salen más a la palestra. Suenan más fantasiosos y armoniosos que los de antaño. ¿Todo este replanteamiento al órgano y/o piano viene de Matthew, no?
Definitivamente Matthew se zambulló más en “When You See Yourself” en materia de teclados que jamás antes. Fue así. Matt se metió en ello en colaboración con otro chico, Liam, que nos ayuda a plasmar todo tipo de sonidos locos de perfil un tanto retro. Ambos estaban ocupados con las teclas mientras nosotros estábamos en otra habitación componiendo o viendo la tele (risas).
Jamás pensamos en abordar un disco replicando la fórmula del anterior. No buscamos copiar ideas ni buscar un éxito de la misma manera. Nuestro subconsciente guía nuestra creatividad. Creo que no existe una idea buena o mala de plantear un disco. Solo déjate llevar. Tengo el “feeling” que este es el primer disco en el que nos hemos sentido en sintonía como grupo. Fue bastante impresionante comprobar cómo todo nos salía de forma natural. Sin artificios, nos compenetrábamos bien. Creo que ayudó el hecho que pasásemos un tiempo alejados los unos de los otros durante meses y meses. Existió un proceso muy unificador en todos los sentidos.
¿Cuáles son los puntos que consideras que se han alineado para que todos los Followill os sintáis hoy por hoy en un mismo plano?
Creo que todos tenemos familias ahora. Tenemos críos, esposas… El hecho de haber pasado tanto tiempo encerrados con nuestros seres queridos ha ayudado. El compacto lo grabamos en Nashville por lo que el estudio se encontraba a solo unos 10 minutos de nuestras casas. Está muy cerca. Nos ayudó mucho a sentirnos cómodos el sentir que nos encontrábamos en todo momento a tiro de piedra de nuestras familias. También el saber que podía llevar a mi hija al colegio, por ejemplo. O meterla en la cama.
Es difícil sentirse mejor que en ese punto. Ahora estaríamos girando. Haciendo Facetime con nuestras familias y tal. Poniéndonos emotivos. Siento como que estamos robando un espacio para nosotros en un momento que ha caído por accidente. Cuando se abra la veda volverá lo de siempre.

Se nota que os encontráis en un punto muy relajado, la verdad. Caleb y Jared también lo han dejado claro en otras entrevistas recientes. Aparte de esto: oye, Nathan, hay algo que también te quería preguntar: ¿qué rol posee cada uno de vosotros en el grupo? Es ya un clásico el comprobar cómo en bandas hay figuras más pacientes, más pacificadoras, más rebeldes, más entusiastas…
Uuuhhh… 10 años atrás sería muy fácil responder a esta pregunta. Ahora que tenemos familias y tal. Somos muy democráticos. Ya no queda nadie que sea un poco como el “cabecita caliente”. No hay nadie que tenga que hacer más de pacificador. Ahora nos permitimos ser cómo somos sin muchas ataduras y sin tensión. Por ejemplo: cuando entre dos personas existe algún asunto que nos hace dudar en algo siempre aparece una tercera figura para decir “oye, creo que podíamos hacer esto o lo otro”. Y todo tira para adelante. Eso por ejemplo nos ha pasado con el productor. Por todo lo demás estamos muy abiertos de mente.
Tío, nos sentimos super afortunados. Llevamos 20 años en activo, haciendo discos y teniendo fans que nos quieren ver en directo. Somos muy conscientes de la suerte que tenemos.
¿Sientes como un objetivo el conseguir que Kings Of Leon acaben cosechando una carrera como, por ejemplo, la de Pearl Jam?
Te refieres como ellos en cuanto a tener una gran carrera, ¿no?
Sí, bueno. Y por el hecho de haberse mantenido tan perennes durante el tiempo. De hecho el año pasado celebraron su 30 aniversario como banda, que no es poco.
Eso es así porque Eddie Vedder es un robot. Es imposible que sea humano. No es normal la energía que tiene el tipo. Debe tener un clon o algo así. Tiene más energía ahora que cuando tenía 25 años. Yo no lo entiendo (risas). Tíos como ese o Bruce Springsteen nos lo ponen difícil al resto. Salir ahí y cascarse un bolo de 5 horas cuando tú haces uno de 2 horas y sales cansado… Madre mía. Y me hace gracia cuando Bruce hace un directo de “solo” 4 horas y la gente dice: ¡maldito! (risas)
Al girar con Pearl Jam aprendimos a saber girar a cierto nivel. A saber cómo manejar un grupo como si fuese una marca, una compañía. Por ello se mantienen tan en lo alto. Son muy profesionales y a ese nivel continúan pasándoselo muy bien, algo que es digno de admiración. Fue genial comprobar desde nuestro lado como ellos se sienten como hermanos, sobre todo sabiendo que nosotros compartimos la misma sangre. Me siento muy agradecido de haber tenido la oportunidad de estar con bandas como esa.
La verdad es que estamos en muy buen lugar. En el estudio… Como he dicho: los roles han cambiado… Y nos atrevemos con cosas interesantes. Marcus, nuestro productor, nos pidió de entrada que disparásemos a todo aquellos que tuviésemos en mente. Que no nos cortásemos en nada. “Si tienes una idea, ves a por ella. Da igual que sea la peor idea del mundo. Valdrá la pena probarla”.
¿Cuál tema del disco consideras que es el que os ha llevado a experimentar más?
(piensa) La canción más difícil de todas es ‘Echoing’. De lejos fue la que más nos costó sacar. Es una locura de tema. Todo es caos desde el punto en el que arranca la composición. Costaba muchísimo tocarla. No solo para mí, sino para todos mis compañeros. Dudamos de si sacarla como single o no… ‘Stormy Weather’ es mi favorita. ‘A Wave’ y ‘Golden Restless Age’ son otras de mis favoritas. Me siento agradecido de que me molen mucho.
Interesante. Por cierto, Nathan, y ya que hablábamos de Vedder antes. Sé que guardas una muy buena relación con él. De hecho incluso Eddie llegó a tener algún que otro detallito muy emotivo contigo y con tu pareja en Bonnaroo. También has tocado con él en el Jazzfest. ¿De dónde surge esta relación?
La verdad es que nuestro grupo giró con ellos durante mucho tiempo. Nos hicimos amigos en esa gira. Nos mantuvimos en contacto a partir de todo aquello… La verdad es que… es algo un poco conocido… pero Eddie enseñó a Caleb a surfear en Hawaii. Fue divertido. Pasaron horas y horas juntos en el mar. Eso muestra lo gran tío que es él. Tiene un gran corazón. Eso sí: es malísimo jugando a tirar herraduras de caballos. Creo que aún me debe dinero de la última vez que jugamos. Seguro que me debe algo.
Antes de que te vayas… He revisado tu Twitter y he comprobado que eres un loco del fútbol americano. ¡No te pierdes un partido! Al margen de esta afición… ¿Qué más te llama la atención aparte de la NFL, la música y tu familia? No te hemos visto recientemente inmiscuyéndote en otras movidas musicales. Aparte de esto me parece que eres un cocinero bastante decente…
Uy, no, no. Caleb es el bueno. Yo soy horrible (risas). Me cortaría los dedos o algo así. Adoro jugar al golf. Adoro hacer rutas por la montaña. Soy muy deportista. También hacer excursiones en bicicleta. Me encanta hacer esto cuando no estoy girando. Creo que la gente no es muy consciente del poco tiempo que solemos tener para nuestros hobbies en circunstancias normales. Solemos girar durante unos 2 horas aproximadamente por lo que agradezco mucho contar ahora con este tiempo para dedicarlo a mí mismo y a mi familia.
Kings Of Leon tienen previsto actuar este verano en el Mad Cool 2021.
Fotografía de portada: Matthew Followill