[Entrevista] Phoebe Bridgers: “sigo sintiéndome una novata”

entrevista phoebe bridgers

Prácticamente a nadie le sorprenderá el titular de esta entrevista. Razón: Phoebe Bridgers, una de las compositoras más admiradas en el núcleo duro de nuestra web, no lleva más de dos o tres años gozando de un fulgurante, a la par que admirable, estatus mediático. Pero no todo es tan obvio como parece a primera vista: pese a su aparente juventud (Bridgers cumplirá 26 años en agosto), lo cierto es que la mamá de ‘Motion Sickness’ lleva casi una década luchando contra viento y marea para hacerse un nombre en el sector. Pese a ciertas incursiones previas, todo arrancó desde el día, ya llegado 2013 o 2014, en el que la cantante y guitarrista decidió aventurarse a tocar en todo tipo de garitos angelinos junto a grupos como Buster, Phoebe And The He Man o Einstein’s Dirty Secret en los que empezó a aflorar su talento compositivo. Este dato constata algo evidente y significativo: el “americana” fue tan solo el punto de partida de una carrera de constante aroma colaborativo (recuerden Better Oblivion Community Center o boygenius) llamada a navegar el Olimpo musical cuál cometa Hale-Bopp recorriendo el firmamento en 1997.

Como si de una buena pitcher se tratase, Bridgers tocó primera base con un “Stranger In The Alps” (2017) que definió las primeras aristas de su sonido. Ahora, con el aterrizaje de “Punisher” (19 de junio, Dead Oceans), la compositora californiana ha conseguido marcarse un triplazo a lo Father John Misty (recuerden “I Love You, Honeybear”) al definir no solo sus letras, sino también sus melodías. Dando rienda suelta a sus inquietudes, y dejándose asesorar por Berg, Blake Mills, Jim Keltner, Nick Zinner o Nathan Walcott, Bridgers ha conseguido tejer sonidos que, unidos a una orgánica lírica, consiguen unificar en una misma esencia conceptos tan dispares como el pesimismo más sórdido o la ternura más inocente e infantil. Como si Tim Burton se pusiese a digerir e interiorizar el crudísimo guión de los dos grandes largometrajes de Robert Eggers (“The Witch”, “The Lighthouse”). Casi nada.

Bordándolo con clásicos instantáneos como ‘The Moon Song’, ‘Chinese Satellite’ o ‘Saviour Complex’, Phoebe ha clavado no pocas banderas con este nuevo LP. Para descubrir más sobre la fase “Punisher” en la que estamos sumergidos, aquí os dejamos una transcripción de la distendida conversación que mantuvimos con la californiana a mediados del pasado mes de mayo. Risueña como pocas, Phoebe nos confiesa 1001 detalles relativos a aquel dual sonido que tanto y tan bien nos ha sabido cautivar con un “Punisher” llamado a aparecer en los “tops” del año.

A muchos de nosotros nos dio la sensación que toda esta era de “Punisher” arrancó el pasado Halloween cuando, ataviada con un disfraz de esqueleto, te aventuraste a tocar nuevo material en la sala The Moroccan Lounge de Los Ángeles. ¿También realizas ese tipo de asociación en tu mente?

Sí, creo que probablemente fue en otoño, cuando hice de telonera para Lucy Dacus en el Moroccan Lounge y salimos con el disfraz de esqueleto. Pero lo cierto es que llevaba trabajando en el disco desde hace mucho, desde hace unos tres años y medio.

¿Tres años y medio? Eso es mucho tiempo. Haciendo cálculos: cuando acababas de lanzar “Stranger In The Alps” ya debías estar trabajando en este nuevo material…

Sí.

“Punisher” es un álbum que huele a consolidación. A remachar un ideario sonoro. Su portada es colosal. En ella apareces enfundando ese disfraz que comentábamos antes. De lo más curioso parece la referencia-paralelismo que estableces con Frank Castle [el “Castigador” original].

 [Risas] Ya lo creo. Me gusta combinar lo gracioso y lo triste.

¿De dónde sale el disfraz?

Pues… no lo sé, creo que de una tienda de cosas de Halloween. Me compré unos cuantos.

Bueno, tengo que decir que es casi tan icónico como el pijama de lunas que tienes ahora. [Phoebe ha lucido el pijama en todos los directos ofrecidos en este confinamiento]

 [Risas] Gracias.

“Punisher” es un álbum aborda conceptos tan dispares como la aflicción, la frustración, el pesimismo… ¿Existía algún tema en concreto que pusiste especialmente en el punto de mira al empezar a trabajar en el disco?

No, creo que en mi caso los temas aparecen accidentalmente, incluso visualmente. Como el disfraz de Halloween, que ocurrió de casualidad: cuando estábamos haciendo la portada del disco coincidió que era Halloween. Por lo que respecta a las letras, al final para escribirlas me dejo llevar y hay ciertos temas que tienden a aparecer una y otra vez.

Portada de “Punisher”

Es curioso porque el paso del tiempo, y el adoptar cierta mirada introspectiva al mirar a nuestro pasado, parecen marcarse a fuego como una constante en “Punisher”.

Sí, necesito que pase un tiempo para  escribir sobre experiencias y por eso creo que en toda mi música hay más nostalgia que rabia; es como pensar sobre algo del pasado.

 ‘Garden Song’ está inspirada en una pesadilla, ¿verdad?

Sí, totalmente.

¿Cómo procesas y digieres esas pesadillas para crear una canción?

Estuve hablando un buen rato con un amigo, Christian Lee Hutson, sobre las pesadillas, y resultó que teníamos temas similares en nuestras cabezas y así, hablando, surgió la idea para la canción.

En esa canción colaboras con Jeroen, tu tour manager. De él dices que es como el Matt Berninger holandés. ¿Qué figura representa en la narrativa de esa canción?

No sé a quién representa, pero recuerdo cantar con él en la furgoneta y sentirme como “Dios, esto es terrorífico”. Quizá sea como Nosferatu o algo así.

Estas canciones nuevas, como los monstruos del vídeo de ‘Garden Song’, me recuerdan a Toy Story 1, a los juguetes de Sid, ya sabes, esos juguetes espeluznantes que dan algo de miedo al principio, pero luego son tiernos y cariñosos. Siento que las canciones de este disco son un poco así.

Eso es genial. También lo veo así. Me encanta Toy Story. También me encanta Randy Newman [Risas].

Otra de mis canciones favoritas del disco es ‘Moon Song’. Me encanta.  ¿Quién crees que es el receptor del mensaje que transmite esa canción?

Simplemente distintas personas en mi vida, pero nadie en particular. Siempre acabo en dinámicas similares, así que es para unas cuantas personas.

¿Entonces cuando trabajas en una canción como esta vas relacionando diferentes estrofas con diferentes personas según te parece?

No, puede ser incluso línea a línea. Unas experiencias se entremezclan con otras. También pasa con ‘Kyoto’, trata sobre un montón de gente, pero en la canción parece que es solo sobre una persona. Me encanta eso de la música: puedes sonar muy específico y realmente ser muy genérico.

¿De dónde sacaste esa referencia tan buena sobre el perro dejando un pájaro en la puerta?

Creo que se la robé a mi batería, Marshall. Él había escrito una canción sobre un gato y un pájaro, pero no sonaba igual de bien. A mí me encanta la idea de que los gatos matan cosas como muestra de cariño y si les echas la bronca, les afecta al cerebro. No puedes cambiar algo que está en su instinto. Si te quieren, te traen un animal muerto y tú tienes que decir “muy bien”, aunque no te guste. Creo que eso es una metáfora de muchas cosas.

Está muy bien. Me encanta la parte en la que dices “estoy esperando aquí” y la imagen de la mano que coge el agua. ¿Y qué me dices de esa estrofa sobre ‘Tears in Heaven’? ¿De dónde sale?

[Risas] Es una referencia a Eric Clapton. No me gusta, creo que es aburrido. Siento que siempre acabo discutiendo sobre Eric Clapton.

Tiempo atrás charlamos con Amber Bain, de The Japanese House, no sé si conoces su música. Ella decía que no siente que las canciones tristes la emocionen. Le atrae más encontrar emociones en canciones alegres. ¿Qué opinas al respecto?

Me encantan las canciones tristes. Esa es mi música de referencia. Me van gustando cada vez más las canciones alegres, pero las tristes siguen siendo mi referencia.

¿Cuáles han sido las canciones tristes que más te han gustado recientemente?

Fetch the Bolt Cutters,el disco de Fiona Apple, tiene mucha rabia y es jodidamente bueno. Y luego… Deja que eche un vistazo a mi playlist, ‘Look at Me Now’ de Caroline Polacheck. He vuelto a escuchar a Townes Van Zandt, que no lo hacía desde que era una niña, ‘This House’ de Japanese Breakfast, ‘Ilomilo’ de Billie Eilish es muy triste, ‘Blue Velvet’ de Bobby Vinton, ‘When Your Dream Lovers Die’ de Townes Van Zandt… Esas son las canciones tristes que escucho.

En este disco has colaborado con muchos artistas: Jenny Lee Linberg, Julien Baker, Lucy Dacus… ¿Cuál ha sido tu colaboración favorita?

Bueno, todas tenían un propósito muy diferente. Nunca había trabajado con Jim Keltner y fue increíble. Creo que cada uno de los Beatles dijo que era su batería favorito, y colaborar con él fue muy guay. Tiene muy buena intuición, no tuvimos que editarle para nada en el estudio, no tuvimos que “cortar y pegar”: tocaba y era inmediatamente una maravilla.

Menos mal que no has dicho David Duchovny… ¡Cómo nos troleaste en Instagram!

¿Qué troleé a quién?

A nosotros, cuando publicaste esa foto de David Duchovny en el estudio. [La foto finalmente fue fake y muchos nos pensamos que era cierto que Duchovny estaba colaborando en su nuevo disco]

Ah, sí. De hecho, le conocí un mes después o así y me dijo: “Me he visto en tu Instagram, ¿qué tiene de gracioso?” y yo le dije: “Es gracioso porque claramente no estás en el estudio conmigo, esa es la broma”.

Pero tendría que pasar en algún momento. Podría ser otra foto para partirse.

Sí.

Para el próximo disco [risas].

Sería genial.

¿Hubo alguna canción que decidiste no incluir en “Punisher”?

No, nunca desecho canciones, lo cual creo que es una desventaja. Sé que hay gente que escribe muchas canciones y luego decide cuáles forman parte del disco y cuáles no. Yo apenas escribí diez para “Punisher”, ¿sabes? He escrito otra canción más desde que acabé el disco y así es como hice este LP después del primero, así que en tres años tendréis otro disco en solitario.

[Risas] He estado escuchando ‘Graceland Too’y es una forma muy guay de volver a ese sonido más Americana que tocabas antes, como cuando estabas en Buster. ¿Crees que has dejado un poco a un lado ese sonido o todavía te gusta?

Siento apego por ese tipo de sonido. He decidido explorar más en cuanto a producción y mi gusto musical es mucho más variado, pero siempre vuelvo a la música americana y me encanta.

Ese tipo de sonido puede que esté más relacionado con Nashville y ciudades así, no tanto con Los Ángeles, donde creciste. ¿Fue eso difícil cuando empezaste a dar tus primeros pasos en la música?

En realidad fue muy fácil porque sí que hay una escena de americana aquí. Había un sitio que se llamaba The Grand Ole Echo, que era como un recinto cerca de mi casa en el que solían poner esa música. Los de FIDLAR tienen un grupo de country y a veces tocaban ahí. Así que sí, aquí se apoya a la americana.  

En los últimos días, los medios se han hecho eco del disco de Buster que apareció en Bandcamp. ¿Puedes hablarnos un poco más de Einstein’s Dirty Secret y Phoebe and the He Men? ¿Con qué grupo empezaste antes?

Creo que con Phoebe and the He Men. Debía estar en el primer año de instituto. Buster se formó en 2010, y fue la primera vez que tenía un grupo de verdad.

¿Y cuánto tiempo estuvisteis en activo?

No estoy segura, cambiamos de nombre unas cuantas veces, tocaba conciertos sola, así que durante toda la época del instituto iba de grupo en grupo.

¿Cuándo se formó Einstein’s Dirty Secret?

Eso fue una variante del mismo grupo, así que debía ser como 2011 o 2013.

¿Y cuándo empezaste a trabajar con Buster?

Un amigo y yo empezamos en Los Ángeles y luego fuimos a Nashville donde conocí a Harrison Whitford que ha acabado tocando en mi grupo actual, así que seguimos tocando juntos en la actualidad. El otro compositor en ese grupo es el que ahora es mi guitarrista. Eso era alrededor de 2013, aunque no estuvimos juntos mucho tiempo, básicamente tocábamos los unos en las canciones de los otros.

¿Y cuándo decidiste dar el salto a la carrera en solitario?

Creo que no estaba en sintonía con la gente con la que colaboraba entonces. Tampoco creo que fuera demasiado buena escribiendo letras y necesitaba más canciones, así que me refugié en mí misma, escribí unas cuantas canciones y luego conocí a Tony Berg y fue como que todo encajó.

Muchos músicos importantes han elogiado cómo escribes tus letras. Laura Marling ha dicho que la forma en la que construyes tus historias es brillante. Esto viene de alguien que ya tiene siete discos a sus espaldas, lo cual tiene que ser increíble. ¿La conociste en Londres, verdad?

Sí, me encanta Laura Marling. Tuve la oportunidad de conocerla una vez en Londres, pero la veía cuando yo era una niña y ella apenas es mayor que yo, así que es increíble que haya sacado tanta música, pero siempre he sido muy fan. Me encantó el disco que hizo con Blake Mills.

¿Todavía te sientes como una novata en el mundo de la música a pesar de que llevas ya unos años?

Sí, totalmente. A cada paso que doy me encuentro con algo nuevo. He hablado con muchos periodistas y he tocado en muchos sitios, pero me sigo sintiendo una novata. Al fin y al cabo solo llevo haciendo giras desde los veintiún años; ahora tengo veinticinco y todavía hay muchas cosas que son nuevas para mí.

¿No trata ‘Kyoto’ de esto?

Sí, absolutamente. Trata del sentimiento de que no mereces nada de lo que te ha pasado. Lo único que me consuela es que conozco a tanta gente rica que no se lo merece, ya sabes, especialmente en Estados Unidos [risas]. Como los que heredan un puestazo en una gran empresa. Una de las cosas más bonitas de la música es que si a la gente le gusta lo que haces, puedes vivir de ello y tocar en directo. Se trata de una forma de economía, pero es bastante sostenible; al menos hoy en día puedes organizar tus propios conciertos sin que te hagan falta managers o discográficas. 

Sí, la verdad que sí. Como hablamos antes, Julien Baker y Lucy Dacus aparecen en dos canciones distintas del disco. ¿Cuál es la situación actual de Boygenius? ¿Seguís en contacto? ¿Pensáis volver en algún momento?

Joder, me encantaría. Siento que he estado esperando la llamada. Me encantaría volver a trabajar en Boygenius, es muy divertido.

Considerando que las tres estáis sacando discos en momentos distintos, ¿es difícil encontrar el tiempo para trabajar juntas?

Sí, sí lo es. Ese disco de Boygenius lo hicimos en tan solo cinco días: el primer día nos reunimos y nos enseñamos las canciones que teníamos y las grabamos en los cuatro días siguientes. Fue muy divertido, pero eran los únicos días que teníamos en común. Yo tuve que hacer hueco en la agenda antes de hacer el proyecto de Better Oblivion Community Center. Así que sí, creo que nuestra forma de pensar es: si los astros se alinean, lo haremos.   

¿También tienes planeado seguir trabajando con Better Oblivion Community Center?

Me encantaría, pero no querría sabotear a Bright Eyes [risas].

Es una locura: tienes tres proyectos en activo ahora mismo. ¿Hay un cuarto?

¡Me encantaría!, pero todavía no sé cuál es.

Aparte de lo comentado te hemos visto colaborando con 1001 artistas diferentes. Con Matt Berninger, con Ethan Gruska… Incluso también con Lord Huron. ¿Cómo se te planteó la posibilidad de colaborar en ‘The Night We Met’?

Estaba de gira con el disco “Strangers in the Alps” y creo que estaba en Bloomington, Indiana, y solo teníamos un día para grabar la canción. No conocía al ingeniero de sonido de antes y Darren, mi manager, me dijo que no hacía falta que lo hiciera, que sabía que estaba estresada y yo dije que lo haría. Me alegro un montón de haberlo hecho, porque quedó muy guay. Fue genial… Luego canté con ellos en el Hollywood Bowl.

Tuvo que ser un momentazo tocar esa canción con ellos en un sitio como el Hollywood Bowl.

Ya lo creo. Fue increíble.

¿Y la serie? ¿La has visto?

La empecé, pero luego me parecía muy oscura, no podía con ella. Las actuaciones me parecían geniales, eso sí. Simplemente, a nivel psicológico, una serie sobre un suicidio es demasiado para mí ahora mismo.

Sí que es oscurilla, sí (risas). Hablando sobre giras… Este verano ibas a girar en Europa con este nuevo disco, pero eso ha cambiado por la situación actual. ¿Cuándo podemos esperar verte de nuevo en directo en por aquí?

Uf, esa es la pregunta del siglo, ¿verdad? No tengo ni idea. Sé que los deportes van a volver ridículamente pronto y el indie rock estará como a medio camino entre lo que menos y más tarde en volver. Esperemos que cuando volvamos sea completamente seguro. No hay presión para que seamos los primeros.

¿Crees que harás gira en salas y festivales?

Me encantaría hacer los dos. Estoy abierta a todo. Iba a estar todo el año de gira, así que si el año que viene puedo hacerlo, sería increíble. No he estado en España pero me encantaría ir. Tengo muchas ganas.

Cada vez son más aquellos que te siguen de cerca. De hecho recientemente descubrí que existe un grupo de Facebook que alberga más de 5000 fans tuyos. Se llama “Sometimes I Think Phoebe Bridgers Is A Killer”. Hablé con Julien Baker de este tema y ella decía que le daban un poco de miedo este tipo de comunidades que surgían alrededor de su figura. ¿Qué piensas tú de ello? ¿Sientes curiosidad? ¿Miras el grupo de vez en cuando?

No le presto mucha atención. Siempre han existido los clubs de fans, solo que ahora están en internet. La única forma que tengo de mantenerme humilde es no prestarle atención, algo en lo que soy bastante buena.

¿A qué prestas atención? ¿Prestas atención a las reseñas cuando salen?

No, espero a que mis amigos me manden un mensaje con las que les gustan o con las que les parecen una mierda. Tengo tanta gente a mi alrededor que las lee que siento que no hace falta que yo lo haga.

¿Cuál ha sido el elogio que has recibido de parte algún artista que más te ha impactado?

¿Has visto Normal People?

No.

Es una maravilla y está basada en uno de mis libros favoritos. Uno de los actores, que se llama Paul, me escribió por mi música y fue extraño porque yo estaba viendo la serie, y llorando con ella, y justo entonces recibo un mensaje del protagonista al que le encanta mi música. Eso siempre es muy guay, cuando admiras a alguien que conoces y ellos también te admiran a ti.

Increíble. La veré, te lo prometo.

Sí, es una delicia.

Ya que estamos… ¿A qué serie estás enganchada ahora mismo?

Acabo de terminar “Normal People”. A ver qué más estoy viendo… Ah, sí, “Killing Eve”, estoy con la nueva temporada, que es increíble.

Otra más que nos apuntamos. Y ya para acabar… No sé si soy el único que tiene esta duda: ¿de dónde viene el nombre de tu cuenta de Twitter (Traitor Joe)?.

[Risas] Mi amigo Christian tiene una cuenta de Instagram que se llama Wholefoods Across America en la que hace reseñas diarias de Wholefoods mientras está de gira y es muy gracioso. La idea detrás de mi cuenta era como ser su enemigo, Traitor Joe o Trader Joe’s. No es nada más profundo que eso.

Fotografías: Olof Grind, Franck Ockenfels
Traducción: Jorge López Asensio y Beatriz Ezquerra
Texto: Pablo Porcar

0 Shares:
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

También te podría interesar