Del «best of» de videoclips y EPs pasamos ahora a una de las selecciones más anheladas por nuestra audiencia: la de las mejores bandas y artistas emergentes surgidas en el (tumultuoso) 2020 que nos ocupa. En el listado hay espacio para el garage rock más «xibequero» (El Diablo de Shanghai), el pop de herencia nacional (Rigoberta Bandini), la sobriedad shoegaze (King Hannah), «rnb» soulero (Arlo Parks) y mestizas melodías de base autóctona (RomeroMartín). Playlist completa con los grandes temas de los grupos recopilados, ya en nuestro Spotify. La relación de los «promesas» del año:
20 – EL DIABLO DE SHANGHAI
Berreando, con ganas de pogo y con sonrisa gamberrilla. Así es como se nos presentaron El Diablo de Shanghai, un prometedor conjunto barcelonés que ha llegado para levantar la polvareda en el circuito garage nacional. Escudados bajo un sello recién nacido (Mala Pata Records), el grupo integrado por Juan Trias De Bes, Víctor Vidal, Juan Poch y Albert Muñoz se mostró amante de la convulsión más puramente jovial en ‘El Tiempo Es Relativo (Y Tú Eres ****************)’, poderoso primer single de un «Empezamos Con Esto / …» que abre pista en los arenosos territorios gobernados a pachas por King Gizzard & The Lizard Wizard, Camellos y Mujeres. [Pablo Porcar] «Promesas» de El Diablo de Shanghai.
19 – THE GOALIE’S ANXIETY AT THE PENALTY KICK
«Propuesta melancólica va: The Goalie’s Anxiety At The Penalty Kick, o TGAATPK para los amigos, se nos presentan como un sexteto afincado en Filadelfia que entremezcla slowcore, emo y pop con una base profundamente multi instrumental. Integrado por Alyssa Resh (batería, teclados), Ana Hughes Perez (violín), Becky Hanno (teclado y voces), Ben Curttright (guitarra y voces), Michael Foster (bajo) y Sean Matthew Kelley (guitarra), este conjunto cuyo nombre bebe de un libro de Peter Handke, y también de un largometraje de Wim Wenders, muestra todas sus credenciales en «Ways Of Hearing», robusto álbum debut vertebrado por 10 canciones diferentes». [Sebas Rosas] «Promesas» de The Goalie’s Anxiety…
18 – OTHER HALF
Basándose en muchos elementos del punk, el rock alternativo y del post-hardcore, los británicos Other Half absorben astillasde clásicos como Unwound, Slint y hasta Touché Amoré. El grupo se consolida como una propuesta más que válida y dejan en claro la discrepancia entre el placer a corto plazo y el dolor a largo plazo, lleno de capítulos sombríos que van desde la dependencia a las drogas, la depresión y los malos tragos que nos da la vida. [Sebas Rosas] «Promesas» de Other Half.
17 – BOYE
BOYE es un rapero que no quiere ser como todos los raperos pero que bebe de sus referentes. Un autor que, en el presente de Instagram, quiere poder ser profundo sin renunciar a juguetear con lo banal. Es por ello que, sin despeinarse, puede navegar entre la humanidad, la ternura y el enfado en la sombría nana que es ‘Un niño’, arrojarnos un concepto del calibre de ‘Chocotetas’, o pintar en ‘Mi casa’ un retrato autoconsciente y mordaz de un entorno acomodado y desacomplejadamente propio. Cada uno de los cinco temas que han salido hasta ahora, con videoclips (imposible no mencionar la espectacular secuencia central de ‘Sexo y sopa’) e ilustraciones creados por variedad de artistas y sus respectivos puntos de vista, se ha alzado individualmente contando una historia y mostrando una de las caras de BOYE. Nos morimos de ganas de descubrir la siguiente. [Pau Ortiz]
16 – DORA
Cuando alguien joven irrumpe en el mundo de la música, hay algo que, como consumidor, te dice si va a prosperar en el tiempo o no. Con DORA, ese algo se manifiesta constantemente cada vez que la artista lanza un single, y eso solo es propio de las estrellas que aún están desarrollándose. No tiene un álbum en el mercado aún, pero no lo necesita para demostrar que su propuesta es genuina y sólida, dejándonos a todos con ganas de más. La calidad de sus composiciones está por encima de la media de los artistas de su edad, y sus producciones (de la mano de Pional) sorprenden con cada lanzamiento, llevándonos desde el bolero (“Ojos de serpiente”) hasta el UK garage (“Oxena”). DORA lleva en la sangre el ser magnética y tener un gusto musical exquisito, un don que sería una pena desperdiciar. [Álvaro Tejada]
15 – GRACIE ABRAMS
Lo de Gracie Abrams bien merece ser revisado con lupa. Apareció de la nada, con padre famoso (JJ Abrams), y con apenas dos singles ya estaba copando las listas de singles más escuchados de las «charts» de Spotify. ¿La magia de su sonido? Guisar desde el dormitorio un pop que bebe de la melancolía de Lorde, acercándolo hacia derroteros aún más terrenales y dramáticos que los propuestos por la artista australiana. ‘I miss you, I’m sorry’, con lágrimas recorriendo descontroladamente nuestras mejillas, es punta de lanza en un «minor» llamado a sonar con fuerza en estas gélidas noches otoñales. [Pablo Porcar] «Promesas» de Gracie Abrams.
14 – SOMOS LA HERENCIA
Los que tenemos el alma un pelín putrefacta a nivel musical hemos tenido varios motivos de celebración este 2020. No solo hemos vivido el retorno de Salem después de 10 años de silencio o la viralización de los bielorrusos Molchat Doma, también hemos visto la consolidación de una escena doomer a nivel estatal, a caballo entre Madrid y Valencia sobre todo, formada por nombres como Margarita Quebrada, VVV [Trippin’you], Mausoleo o los protagonistas de este promesas, Somos la Herencia. El post-punk deconstruido de los madrileños ha servido de banda sonora perfecta para este año pre-apocalíptico gracias a la publicación de su larga duración debut, ‘Dolo’ [Humo Internacional, 2020]. Como si los The Cure más oscuros se pasaran tres noches seguidas en una rave esperando de una vez el fin del mundo. Voces e instrumentación que parecen salidos de un sótano inundado con letras que te llenan de nihilismo quitando cualquier atisbo de esperanza por la sociedad actual y/o futura. [Sergi Cuxart]
13 – DHARMACIDE
Dharmacide aparecieron este año en el momento idóneo, y manda narices que para hablar de idoneidad tengamos que referirnos a un contexto tan sombrío y azaroso. Al cuarteto de Madrid se le imagina facilmente en unas calles de la capital desiertas, desoladoras, en parques vacíos y norias rechinantes en pause. En marzo este panorama, más triste que apocalíptico, lo vivimos, y lo vivimos escuchando las pistas que esta suerte de grupo fue sacando. Primero (en realidad fue la útlima), con ‘1116 Paradise Motel’, muy cercana a esa nostalgia de los Pains of Being Pure At Heart a la que se pegaban como garrapatas, una oda al shoegaze más envolvente e incisivo. Descubrimos entonces que en 2018 ya les gustaba el ruido. Publicaron en esos tiempos un «EP» que seguía la misma lógica: opacidad sonora y guitarristas sin despegar la mirada de sus zapatillas, nada a lo que no se atenieran ‘Oxytocin’ o ‘The Damage Is Done’.
Mismo guión, aunque con peros (por algo la reservo para el segundo párrafo) seguía ‘Playground’ – tema de ese mismo EP – y tiene gracia que en los primeros segundos de canción se escuche a lo lejos el sonido de unos niños desvaneciéndose. Es muy definitorio. De la misma manera que al principio retrataba una especie de Chernobyl castiza, esta canción no excluye a nadie de sentirse alienado. Es un tema en blanco y negro, y no por dárselas de antiguos. Como estamos cerrando el año y la cosa no ha mejorado mucho, casi que este tema vuelve a ser idóneo en este momento. Las casualidades no vienen solas. Estamos esperando su primer disco con el mismo ímpetu con el que esperamos dejar atrás 2020. [Màrius Riba]
12 – EASY LIFE
«Murray Matravers a la voz y sintetizadores, Oliver Cassidy a la batería, Sam Hewitt al bajo, Lewis Alexander a la guitarra y Jordan Birtles a los teclados completan la formación. Un claro amor por distintos géneros musicales define el sonido atípico de estos jóvenes, desde el R&B más puro al suave jazz, buceando por el pop y el soul que se integran a la perfección con un toque de electrónica. Así lo comprobamos en su single debut ‘Pockets’ reflejando su identidad mixta, un tema donde el groove se funde con el hip hop uniendo diferentes estilos«. [Fátima Conde] «Promesas» de Easy Life.
11 – SANTACREU
El trío catalán ha sido una auténtica sorpresa con su primer EP «L’Oblit», con dos temas ‘Tot s’Esvaeix’ y ‘Dins La Reminiscència’, en el que habitan un mundo donde el metal moderno se mueve como un jaguar a punto de cazar a su presa. Un sonido apabullante y pesado que no coge de la cabeza y nos obliga a mover el cuello en un headbanging eterno. Los fanáticos de los sonidos más gruesos como OM, Oranssi Pazuzu y Earth están fascinados con los patrones rítmicos que emanan gradualmente de las entrañas de Santacreu. [Sebas Rosas]
10 – MODEL / ACTRIZ
«Ahora, fijados ya como cuarteto y no como trío, Model / Actriz arrollan con una música que nos remite a Blanck Mass o Death Grips, añadiendo a la ecuación cierto toque experimental diseñado a partir de los moldes estilísticos de Girl Band. ‘Sutan’ es un ejercicio que se columpia entre la tensión y la liberación, con unos sintetizadores que lideran el camino hacia un excelso clímax sobrio y desconcertante. Dadle cera al asunto, que bien se lo merece«. [Sebas Rosas] «Promesas» de Model / Actriz.
9 – RINA SAWAYAMA
«Su música nos traslada a los 2000, a esos años dorados del pop, la cantante creció entre artistas como Britney Spears, Justin Timberlake, Beyoncé, Avril Lavigne y Aaliyah entre otros, prueba de ello es su sonido, la influencia del J-pop se ve reflejada en su mini álbum homónimo publicado en 2017. Rina Sawayama surfea por sus experiencias personales del pasado, sin metáforas y llanamente cruda, lanza críticas y se expresa libremente entre estrofas. Este trabajo nos ofrecía la cara más pop de la japonesa, un sonido a medias tintas entre el R&B y el clásico neo pop. Sus letras son atrevidas y de constante reivindicación, como en su tema ‘Take me as I am’ donde canta: “Cada día lucho por otra guerra / Cada noche me siento más poderosa / Esto es lo que me hace vivir a mi manera / Así que el mundo me acogerá como soy”. Rina expresa su descontento con la industria de la música con valentía y sin miedos«. [Fátima Conde] «Promesas» de Rina Sawayama.
8 – BEABADOOBEE
Enfundando una rojiza camisa de franela, Beatrice Kristi Laus (aka Beabadoobee) se nos presentó a lo largo de estos últimos años como la alternativa grunge pop más golosa del momento. Ya surfeando la cresta de la ola del streaming gracias a ‘Coffee’ o ‘The Moon Song’, la cantante filipino-británica ha conseguido erigirse en 2020 como una de las «rookies» del año gracias a la irrupción de «Fake It Flowers», voluptuoso álbum que abandona el terreno más lo-fi para amoldarnos a terrenos nítidamente estéreo de la mano de Pete Robertson y Joseph Rogers. ‘Care’, rememorando los Hole más bucólicos y amantes del Diazepam, demostró que el futuro también pasa por saber mirar, y reinterpretar el pasado. [Pablo Porcar]
7 – HOLLY HUMBERSTONE
«Holly se ampara en un pop vulnerable, honesto y transparente de bajas revoluciones que construye a la perfección. Un tejido sonoro que en los otros dos singles publicados hasta día de hoy, ‘Falling Asleep At The Wheel’ y ‘Overkill’, abre camino hacia sonoridades más electrónicas y más de baile. Pero, aunque el tempo se acelere o la apariencia sea más luminosa, la intimidad de las letras y su carácter personal siguen siendo su sello propio. Algo que viene inculcado, en parte, por los referentes musicales de sus padres, entre ellos, Damien Rice y Radiohead —grupo del que ha realizado una cover de ‘Fake Plastic Trees’». [Alec Castillo] «Promesas» de Holly Humberstone.
6 – TMATNB
«Los integrantes de TMATNB (Betu, Mingu y Jandro) han transitado caminos tan dispares como el grunge, el techno y los ritmos tropicales, y podemos percibir algo de todos ellos ya sea en espíritu o en influencia musical. Sin embargo, con quien mejor emparejaríamos al grupo es con referentes como HVOB, y más tangencialmente New Order o LCD Soundsystem. Los cinco temas que componen el EP ‘It’s Ok’ vienen cargados de ritmos y dinámicas que tanto nos harían menear las patitas a las 4 de la madrugada como acompañarían el latido de nuestro malogrado corazón en horas bajas, y están apuntalados con beats acolchados que bien podrían quemar subwoofers o mecer nuestros pobres tímpanos en el sofá de casa. Esta dualidad guía a la banda basculando entre el enraizamiento en la pista de baile y la melancolía de su lírica«. [Pau Ortiz] «Promesas» de TMATNB.
5 – KING HANNAH
Si Hannah Merrick y Craig Whittle cumplen con la condición de soberanos no será por otra cosa que porque habitan en un castillo sonoro como el del Sur de Baviera. La ilusión se hace sola: sobre los instrumentos, el dueto inglés King Hannah crece, se expande y levanta una muralla sónica de aristas que solo se ven completas si se observan desde muy lejos. No es un sueño, aunque lo parezca. El día que les descubrimos por ‘Crème Brûlée‘, más asombrados por asociar a una Van Etten que por sus envolventes, pensábamos que la cosa podía irse más para el dream pop. Pero se aleja de él, y ahora más que antes. Su naturaleza orgánica se ha hecho más fuerte en «Tell Me Your Mind and I’ll Tell You Mine», su disco debut, lo que redobla la apuesta.
De inicio, «And Then Out of Nowhere, It Rained.» se siente como un pasaje cinematográfico que en formas recuerda a la irlandesa SOAK. En cambio, de cierre, ‘Reprise (Moving Day)’, se desquita de esa perfección e invoca la tormenta perfecta: una cascada de guitarras arrolladora, sin grumos, eso sí. Les define la pulcritud. Y ahora que sabemos de lo que son capaces, les define también la originalidad. Si los escuchas y crees que no tienen sangre, estás equivocado. No es solo azul. [Màrius Riba] «Promesas» de King Hannah.
4 – ARLO PARKS
Arlo Parks es, sin duda, una de las artistas emergentes del momento. La británica ha dado el salto en este 2020 con la publicación de su segundo EP «Sophie» y sus muchas colaboraciones, el R&B está moda y ella también. La chica tímida detrás de ‘Sangria’, tema en colaboración con Easy Life, otra de las bandas sorpresa de este año, enamora con su dulce y sensual voz. La londinense de tan solo 20 años y ya considerada un referente en su generación, transforma poesía en sus letras, su profunda empatía y acercamiento por quienes le rodean se manifiesta en sus canciones, una vulnerabilidad palpable transformada en bellas melodías que atrapan. En sus temas encontramos una fusión de nu-jazz y de indie pop como ‘Black Dog’, ‘Hurt’ y ‘Green Eyes’, su último single, una perfecta combinación que deslumbra y define un estilo en liza. [Fátima Conde]
3 – ROMEROMARTÍN
«Una nueva estrella está brillando con fuerza desde tierras andaluzas. Llamada RomeroMartín, esta fastuosa unión creativa forjada entre el gaditano Álvaro Romero y el malagueño Toni Martín promete golpear duro en el año que nos ocupa. Su primera carta de presentación llegó a nosotros el pasado mes de diciembre. Titulada ‘Que Sí, Que No’, esta composición interiorizaba el conocido tema de Remedios Amaya para deconstruirlo desde un plano totalmente inédito. Dando un paso más allá desde aquello, este fulgurante binomio andaluz consigue irradiar calor con ‘Nana Del Culo‘, sencillo en el que cantos aflamencados se dejan abrazar por rugosas bases electrónicas«. [Pablo Porcar] «Promesas» de RomeroMartín.
2 – RIGOBERTA BANDINI
Es muy probable que ya conozcáis a Rigoberta Bandini. El alter ego de la polifacética artista barcelonesa Paula Ribó se ha marcado uno de los mayores acelerones que hemos visto este año a nivel nacional, y no es de extrañar. Con tan solo una escucha, construcciones como “Too many drugs, muy poco espíritu” o “In Spain we call it soledad” transcienden la categoría de verso con mero juego bilingüe y llegan a calar muy hondo: el inglés, ubicuo en el pop, hace que bajemos la guardia; el castellano da el golpe de gracia armado con la verdad.
Hay espacio para paladear la desazón en temas que piden a gritos estar en la próxima peli de Sorrentino, pero también para el vitalismo. En canciones como ‘Fiesta’, lo que podría ser naïf demuestra ser lúcido, y entre epifanías sobre pícnics en la playa y mágnums almendrados descurimos, de nuevo, la verdad. No paramos de llegar a ella porque las letras de Rigoberta son honestas, y eso sumado a una muy visible capacidad musical para la orfebrería del temazo da con la fórmula perfecta para un éxito que se atisba inevitable. [Pau Ortiz]
1 – DOGLEG
La celeridad como condición sine qua non en un grupo de guitarras avasalladoras y furibundas es fundamental. Vaya obviedad me acabo de gastar; pero es cierto. Dogleg, banda de Detroit que este año ha dado el pelotazo a nivel de «álbumes guitarreros», calibra ese elemento como nadie. Eso nos lleva a decir que son capaces de sostener la catarsis casi de forma indefinida, y de ahí la adicción. Evidentemente no es sólo cuestión de compás. «Melee», álbum con el que han debutado este año, nos descubre una colección de temas sin vacunar, que también apuesta por los vítores y las líneas melódicas -en un segundo plano- tal y como harían los Japandroids. A veces, acercándose al screamo, sin parafernalias, otras, empoderando la batería que, independientemente del tempo, escupe magma en cada repique. La fusión de estos elementos básicos (nada menos sesudo que la formación de una banda punk) se resuelve de una forma sencilla y letal en un disco que no guarda los dientes en sus 36 minutos de duración. Punk, con sus influencias emo, su deje Cloud Nothings (o sea, indie) y sus arrebatos hardcoreta. Todo eso contiene su pienso. Manjar para los que se alimentan de ruido, pero también para finos. [Màrius Riba] «Promesas» de Dogleg.