El New York Times ha soltado la noticia bomba de la tarde: Pitchfork se ha vendido a Condé Nast, editorial que posee publicaciones tan conocidas internacionalmente como Wired, Vanity Fair, The New Yorker o Vogue. Según el director jefe de la sección digital – Fred Santarpia – esta adquisición servirá para “incluir en su parrilla de publicaciones una apasionada audiencia basada en ‘millenials‘”.
Fundada en 1995, Pitchfork lleva más de una década establecida como el gran oráculo digital de la música independiente. Conocidas son sus críticas sin pelos en la lengua (amadas y odiadas a partes iguales) y su capacidad por aproximarnos a bandas que llegarán a ser el “next big thing” en cuestión de semanas. Eso sin olvidar tampoco una expansión que le ha llevado a promover importantes festivales en Chicago y París, aparte también de editar algunos reportajes en vídeo ciertamente memorables.
Desconocemos la cantidad por la que se ha hecho efectiva la compra pero con esta noticia nos queda claro algo: tanto para lo bueno como para lo malo habrá Pitchfork para rato.