Actualmente Euskal Herria está siendo señalada como la gallina de los huevos de oro en materia guitarrera. Proyecto que surge en dicho territorio, proyecto que nos acaba llamando la atención. La lista empieza a ser de lo más extensa: Ezpalak, Dena, Habi, Etxekalte… A diferencia de la potente camada deudora de Berri Txarrak destacada en uno de nuestros especiales más recientes, hoy dedicamos unas líneas a hablar sobre un proyecto arraigado a unos confines más oníricos e hipnóticos, y menos dados al músculo «riffero» y al desgarro grunge. Ellos son Arima, un trío capitaneado por Paule Bilbao (guitarra, voz) y secundado por Josu González (bajo) y Gontzal Bilbao (batería) en el que se sabe entremezclar esos punteos casi matemáticos de Whirr, con el flujo «dreamy» de Slowdive y esa voluptuosidad y ese arrojo tan propio de bandas herederas del «Siamese Dream» como son belgas Slow Crush.,
Hasta el momento son dos los EPs grabados por Arima desde el punto en 2018 en que se fundó la banda. «Metamorphosis», de sobria portada virada al blanco y negro, nos presentaba un primitivo ADN anidado al desgarro de Emma Ruth Rundle y los acólitos de la de Louisville. Pese a colaborar de nuevo con Karlos Osinaga «Txap», en «Biluztasunez Jantzita», ya editado en el 2020, ubicábamos a una formación más madura, con un sonido más complejo y orientado hacia caleidoscópicas texturas, en el que Jazzmasters, reverbs etéreos y perfilados delays lideraban toda su esencia. ‘Orbainak’, con su casi silvestre punteo inicial, es una perfecta muestra del potencial de Arima: los bilbaínos brillan en su nítidez, pero también lo hacen al alcanzar una voluptuosidad realmente admirable. ‘Noraezean’, en cambio, nos ayuda a descubrir que Paule, Josu y Gontzal también se saben desenvolver con soltura en un óleo más sonido y más dado a la frontalidad y el careo. Además, como complemento perfecto, cabe destacar que en ‘Pentsamenduen biktimak’ colabora otra gran figura vasca del momento: Sara Zozaya. Tres en raya, y vamos para bingo.
Nick Bassett debería estar orgulloso: reverbs tridimensionales, pistas vocales duplicadas, opulencia sonora (‘Utopia’ lo tiene todo en ese sentido) y ninguna carencia percibida a simple vista brillan en el pecho de un proyecto teñido de ligero color lila. Sargent House: no pierdan de vista a estos chicos. Algo nos dice que en Bilbao reside una buena chance para el futuro de su inabarcable «rooster».
Similares a: Slow Crush, Whirr, Emma Ruth Rundle, Slowdive