Chichester es una pequeña ciudad al sur de Inglaterra sin mucho que hacer y de donde ha salido un grupo llamado TRAAMS. Está formado por Stu Hopkins (guitarra y voz), Leigh Padley (bajo) y Adam Stock (batería), se formaron en 2011 porque querían hacer ruido y vaya que lo lograron. Compusieron un tema y cada vez que lo ensayaban el estudio donde practicaban temblaba literalmente., tal y como muchos otros grupos, lo que comenzaba como un pasatiempo del que habían hablado en el local nocturno que trabajaba Stu se tornó realidad.
Con sonidos que van desde el krautrock, el grunge y el post-punk TRAAMS posee una potente carta de presentación para escapar del aburrimiento de vivir en una pequeña ciudad. “Tuvimos que empezar una banda. Era todo lo que tenía”, ha dicho su bajista en una entrevista a una revista inglesa y vaya que se lo han tomado en serio. La energía que imprimen en sus directos, hacen que me crea que esto es lo único que tienen. Guitarras poderosas con un bajo que marca el ritmo y una voz melódica se hacen presentes en su disco debut “Grin“, editado en septiembre por Fat Cat Records y producido por Rory Attwell y MJ de Hookworms condensan en 45 minutos su infecciosa energía salvaje, con un ritmo implacable y agresivo tal y como habían mostrado en su EP “Ladders” editado unos meses antes.
El disco, alterna su duración entre melodías breves de dos minutos y otras más amplias, hacen que el trío patenten en Grin un registro sorprendentemente consistente. TRAAMS deciden hacer uso de estallidos de alegría melódica en canciones como Flowers y su letra himno “I don’t even know your number/And you don’t even know my name“, un tema muy grunge, los gritos de Hopkins en Demons una canción optimista por naturaleza con una línea de bajo constante, Head Roll es un hitazo de siete minutos con stop and play y un coro pegajoso que en concierto suena incluso mejor, muy bien adornada por bajo incansable. La bipolar y muy Pavement Fibbist entra muy bien para los amantes de los clásico. Otros temas como Sleep con un mix de voces y energía trepidante o la rockera Loose con un riff de guitarra vistoso y un ritmo implacable de batería hacen de este disco un buen regalo para los amantes de la nueva música. También hay temas más rudos como Reds con una batería atronadora o la misma Grin con su cuidada y electrificada guitarra. Y ya para terminar Klaus rinde homenaje al krautrock en un tema plagado de eco en la voz de Hopkins mientras arrastra su guitarra.
El disco es bastante redondo y enseña todos los poderes de la banda de una patada. Suena coherente a pesar de la naturaleza aparentemente contradictoria de estos estilos. Falta saber si se terminan decantando por alguno o si siguen coqueteando entre la estridencia y la melodía. TRAAMS molan porque además vienen de una ciudad sin mucha escena y eso los hace más valiosos aún, una grata sorpresa para fin de año y que más pronto que lejos, serán un must en el nuevo grunge/ post-punk de este siglo.