Menudo ambientazo presentaba la Moog a eso de las diez de la noche. Caras conocidas entre el respetable, buen rollito y, lo más importante, un cartel como la copa de un pino enmarcado en los conciertos Revolta. Ni más ni menos que dos de las bandas más en forma del decano sello Bcore: Bullitt y La Célula Durmiente. Y abrieron los gerundenses, presentando una vez más los temas del fantabuloso Love Or Die, uno de los cinco mejores discos nacionales del pasado año en mi humilde opinión. Liderados por un Xavi Calvet imponente a pesar de andar con la voz algo fastidiada, el cuarteto salió enchufadísimo, manteniendo el nivel en cada tema, a piñón fijo, con esa distorsión noventera que tanto nos gusta. Alternando temas nuevos tan rotundos como ‘Lying Way’, ‘The Meaning of Sound’ y la celebrada ‘Vision Of Condition’ con los temas más recordados de su anterior Squared Wheels, caso de ‘Universe’ o ‘Silence’, la banda hizo las delicias del público allí congregado.
Y tras el chute de energía despachado por los chicos de Bullitt, llegó la “media parte”, como diría un buenísimo amigo que salió para hacer un piti. Apenas diez minutos para estirar las piernas y pedir en la barra, comentar la jugada con coleguitas como el gran fotógrafo Eric Altimis (¡GRACIAS!), y ya era el turno de La Célula Durmiente presentando Disco Póstumo, quizás todavía algo verde en directo según palabras del propio Colomo. “Ahora viene el tema difícil…”, bromeaba en pleno bolo, antes de abordar uno de los temas. Y ya pueden decir lo que quieran, pero el peculiar trío, completado por Inés al bajo y Narcís tras los parches, convenció como siempre. Entre risas, porque este trío tiene mucha guasa en el escenario y se nota que disfrutan tocando juntos, los Célula desgranaron sus temas más frescos, como ‘Triste Condición’, la canción-protesta ‘Ministerio de Ergonomía’, la sabrosona ‘Linea Curva’ y la vampírica ‘Carnaval’, producto según la simpática bajista de horas y horas visionando la serie True Blood. Apenas cuarenta minutos y el showde pop garajero terminó dejándonos a todos con una estúpida sonrisa de oreja a oreja. Otro jueves Revolta, otra noche redonda.
