2021Destacados

Los mejores discos de 2021

mejores discos 2021

Y llegó el momento más esperado: tras compartir nuestros tops relativos a EPs y bandas/figuras emergentes del año, desde Binaural nos lanzamos a la piscina publicando la selección de los que para nosotros son los mejores discos de 2021. Decenas de dolorosos descartes son los que hemos tenido que realizar para poder cerrar una lista configurada por 50 álbumes diferentes, entre los que identificamos tanto propuestas internacionales como algunas otras materializadas dentro de nuestras fronteras.

Aparte de poder ser revisados individualmente en este artículo, los 50 álbumes que integran esta selección pueden ser escuchados de principio a fin en una completa playlist para Spotify que hemos subido a nuestra cuenta oficial. La lista de mejores discos de 2021, aquí:

Los mejores discos de 2021

50 – PUMA BLUE – IN PRAISE OF SHADOWS

Japón, dormitorio cozy en planta 30, lluvia nocturna y mirada desde la ventana hacia un punto impreciso. Tengo la sensación de estar visualizando a Jacob Allen, alias Puma Blue, mientras componía “In Praise of Shadows”, la sinfonía de un álbum debut bello y poético como el blues de Toquio. Murakami no ha tenido nada que ver, pero sí Jun’ichiro Tanizaki, autor nipón cuya obra influyó directamente en la idea de este disco: un abrazo a las sombras. Reseñable es el trabajo por sus precedentes, singles tan buenos que ni te enterabas de la low fidelity y que ahora ponen todavía más en valor un sonido elaborado que sirve a su vulnerable voz de edredón. Sobre los tempos de unos The XX y la melatonina de otros RHYE, el artista inglés acompasa en 14 preciosos temas una andanza pop que rutila especialmente cuando saca el saxo a pasear. Más allá de lo bien parido que está el álbum, cabe destacar que por más que llueva, a Puma Blue no se lo come la tristeza. Un disco ‘Super Soft’ que se hace notar sin sensacionalismos. [Màrius Riba]

49 – LANA DEL REY – BLUE BANISTERS

Este año, Lana del Rey sorprendía a todos con dos álbumes con apenas meses de distancia entre uno y otro, «Chemtrails over the Country Club» y «Blue Banisters». Pero si nos tenemos que quedar con uno, no puede ser otro que ‘Blue Banisters’. Sin llegar a ser tan brillante como «Norman Fuckin Rockwell», «Blue Banisters» consigue crear su propia narrativa con un sonido mucho más intimista, enraizado en el folk americano y profundizando en ese universo que ya nos ha sido presentado en otras ocasiones.

«Blue Banisters» parece una respuesta a esos cuestionamientos, propios o externos, que han acompañado desde sus inicios a Lana del Rey. De algún modo, se siente como un cierre de etapa. En lo musical nos encontramos sorpresas como los toques dreampop de ‘Arcadia’, el diálogo desgarrador con Miles Kane en ‘Dealer’ o los juegos de intensidad en la sincera ‘Beautiful’. ’Blue Banisters’ nos descubre nuevos registros vocales de Lana Del Rey, sin grandes pretensiones en su totalidad (no podemos obviar que muchos de los temas son descartes anteriores). [Montse Galeano]

48 – BETWEEN THE BURIED AND ME – COLORS II

No hay una banda que rinda al nivel de los norteamericanos Between the Buried and Me. Eso es una afirmación tan rotunda como cierta. Arriesgado retomar el concepto de su obra magna Colors para intentar darle continuación con una segunda parte. Habitualmente se tiene a pensar que las segundas partes no son buenas… no para ellos. Un disco perfecto, y ya van muchos. Un disco para disfrutar de principio a fin, para dejarse llevar. Sin duda, disco del año para un servidor. [Beto Lagarda]

47 – SEGA BODEGA – ROMEO

El segundo disco de Sega Bodega (Salvador Navarrete, Irlanda) fue una de las sorpresas de este 2021. Entre el pop alienígena de Arca (con quien colabora) y la rave más comercial a lo Charli XCX este álbum es la confirmación de su autor como uno de los productores más interesantes de la actualidad. Un disco “conceptual” en el que se narra la relación entre el cantante y una novia hecha de luz, “Romeo” es además la confirmación del sello NUXXE, que ya ha contado con Shygirl y del que es cocreador Navarrete. Breaks, beats repletos de timbres sorprendentes, colaboraciones estelares (además de Gershi está Charlotte Gainsbourg)… Un trabajo que puede haber pasado desapercibido, pero que en el futuro será reconocido como uno de los más relevantes del año. [Miguel Pardo]

46 – THE WEATHER STATION – IGNORANCE

La primera impresión que uno tiene al escuchar el nuevo trabajo de The Weather Station es el tacto auditivo de una sedosa lujuria musical. Allá donde antes yacía un folk energético pero poco ornamentado nos arrebata ahora un torbellino de vientos, cuerdas, teclados y guitarras al servicio, sí, de la voz aterciopelada de Tamara Lindeman, pero sobre todo al de la propia belleza del conjunto. Esa deliciosa sensación no se desvanece en ningún momento de la escucha de ‘Ignorance’, un álbum en el que la fragilidad de la duda se materializa en decenas de preguntas, que toman fuerza al verbalizarse bajo la protección de su tierno, comprensivo y amoroso ejército instrumental, hallando así la confianza para creer en una posibilidad de cambio personal y universal. [Pau Ortiz]

45 – CHRISTIAN LÖFFLER – PARALLELS: SHELLAC REWORKS

Decía aquél que quien olvide a los maestros está destinado a la mediocridad y a la repugnancia artística. No será el caso de Christian Löffler, paladín de la electrónica contemplativa, que por gracia divina ha podido echar mano de los archivos de discos de shellac de la Deutsche Grammophon (algunos de hasta 120 años de antigüedad) y hacernos partícipes de su exquisita relectura. Partiendo de grabaciones celestiales de titanes como Bach, Beethoven, Chopin o Smetana, el productor alemán glosa, complementa y articula un discurso musical con sintes etéreos y beats mullidos, sabiendo dar a las piezas originales espacio en su pureza (el fragmento no intervencionista en ‘Moldau’ pone la piel de gallina) y expandir su universo con respeto, admiración y sobre todo un visionario criterio (el excurso clubber de ‘Funebre’ debería cerrar la rave del fin del mundo). [Pau Ortiz]

44 – ANGEL STANICH – POLVO DE BATTIATO

Hace tiempo que la etiqueta de artista de culto se le quedó pequeña, aunque siempre pertenecerá a esa categoría. Si uno acude a alguno de sus conciertos actuales, no podrá menos que flipar con la vehemencia y devoción de sus fieles, y cuesta imaginar cómo podría no desbordarse cualquier recinto si esta persona fuese de verdad conocida entre las masas. Hasta el día de hoy, la colección de temazos que acumulaba Ángel Stanich a sus espaldas ya era ingente, pero con «Polvo de Battiato» el arsenal se va completamente de las manos. De auténticos bombazos como ‘Rey Idiota’ o ‘Nazario’ —dignas de experimentar en directo, en serio— a piezas más contemplativas como ‘La Mecha’, ‘Dos Boy Scouts de Mierda’ o ‘El Arriero, Pt. 2’; el disco es una maravilla ácida, sarcástica, sensual, inteligente y tremendamente bella; todo a la vez. Un artista único, con una fórmula inimitable, que no deja de fabricar canciones espectaculares, y que además ha conseguido reunir a su alrededor una banda espectacular (el batería Lete Moreno, el guitarrista Víctor Pescador, el bajista Álex Izquierdo y el teclista Jave Ryjlen) con un nivel muy difícil de igualar en el panorama español. Muy necesaria su reivindicación y puesta en valor como patrimonio musical patrio. [Dani Vega]

43 – THE ARMED – ULTRA POP

Tras cuatro discos de estudio, The Armed han logrado consagrarse como unos de los artistas más en forma del momento. Su mezcla de mathcore, noise y hardcore punk ha logrado su máximo con «Ultra Pop». Un disco afilado y corrosivo, un ruido totalmente adictivo. Guitarras chirriantes que se entremezclan con soltura y dignidad con guturales o voces limpias, siempre ofreciendo el mejor impacto para el oyente. Ultra Pop es un disco muy disfrutable. [Beto Lagarda]

42 – DRY CLEANING – NEW LONG LEG

dry cleaning new long leg

«El oficio de poeta no va muy solicitado, pero el que lo es no necesita que le busquen trabajo. Esto se lo podríamos decir a gente como Javier Ibarra, defensor a ultranza de su lírica vulgar; fue con ella que el público lo aclamó. O a Kate Tempest, poetisa, pero de verdad, hizo del spoken word un arte nuevo y, en este caso, distinto al que habíamos mamado desde Inglaterra con Michael Skinner (The Streets). Con Dry Cleaning, cuarteto del Sur de Londres, se intuía una corriente así, y cuando digo así, me refiero a una corriente diferente y que sale a chorro. Los EPs lanzados en 2019 ya eran toda una revelación: si componiendo letras a vuelapluma y cantando con mononucleosis ya era suficiente, entonces para qué tocar nada. «New Long Leg« abre aún más las esclusas para que lo que podía ser un flow chulo, sea ahora un canal de estilo brutal.» [Màrius Riba] Crítica de «New Long Leg».

41 – TARTA RELENA – FIAT LUX

Tarta Relena están a tope. En el último año y pico las hemos visto presentar una muy pepina reedición de sus primeros trabajos, consolidar su presencia ante una buena variedad de públicos, participar en más proyectos excepcionales (formando parte de la transmegacobla de Za! y del nuevo directo de Maria Arnal i Marcel Bagés, entre otros) y, por encima de todo, regalándonos la maravilla que es ‘Fiat Lux’. La arqueología a cappella de Marta y Helena suma esta vez una mayor dedicación a las atmósferas, complementos y modulaciones vocales, aportando un contrapunto perfecto al material de partida. Es un placer ver cómo propuestas musicales así de especiales se afianzan a fuerza de impecable trabajo, y no podemos hacer más que sentirnos afortunados por coincidir espaciotemporalmente con su talento. [Pau Ortiz]

40 – DARKSIDE – SPIRAL

darkside spiral

«“Spiral” es otra forma de concebir y exprimir las herramientas más interesantes de Darkside, una especie de cosmic cowboy-music, o un Sergio Leone puesto de peyote en la nave espacial de Richard Branson. Y por desalentador que esto suene, la verdad es que es un disco que pone a prueba y revigoriza la armonía entre Harrington y Jaar. ¿Puede pedírsele algo más? Seguro. Pero desde la perspectiva del propio Nicolás, de hecho, no. Esta cesura para caer en un espacio tan accesible, divertido y fogoso como lo es “Spiral”, es un caramelito del que, como ya intuíamos o anunciábamos… Es uno de los artistas de electrónica más relevantes de la actualidad y uno de los más consistentes de la década pasada. Así que ¡venga, joder! A mover el esqueleto.» [Miguel Pardo] Crítica de «Spiral«.

39 – GOJIRA – FORTITUDE

Los franceses más internacionales del mundo del metal regresan con «Fortitude», un disco que agranda la leyenda. La banda de los hermanos Duplantier sigue firme en su propósito de ser una de las formaciones que desbanque a los dinosaurios habituales.

«Fortitude» es un disco intenso y complejo, un disco con ganchos y con canciones que necesitan madurar y ser analizadas con el tiempo. No son ni directas ni ágiles, pero son fieles a una propuesta que les encumbra como una de las bandas más intensas y originales de la escena extrema actual. Gojira saben que pueden ser los más grandes y se están labrando un camino excelso a la cumbre. Los franceses tienen un sonido único y aquí radica el 99% de su valor intrínseco añadido. [Beto Lagarda]

38 – ICEAGE – SEEK SHELTER

iceage seek shelter

«En “Seek Shelter” cada canción suena de su padre y de su madre hasta un punto nuevo en la discografía de Iceage, y eso valdría en algunos casos para hacer algo frustrante la escucha. Anyways, este defecto es, as always, también interpretable como una virtud. Lo último de Iceage es seguramente más amistoso con la pretensión consoladora y masiva del pop que nada que hayan hecho antes. Para expresar un rango mayor de emociones (la necesidad de cuidados, la neurosis del edadismo, la redención romántica, el desconcierto ante la realidad, la desconfianza hacia la información…) hay que arriesgarse a “perderse a uno mismo”. [Miguel Pardo] Crítica de «Seek Shelter».

37 – VVV [TRIPPING YOU] – TURBOVIOLENCIA

Frío, parkineo y after. La noche completa, vamos. Las uves con Turboviolencia han ido un paso más allá que con Escama y te lo sirven directamente como una patada en el pecho. Como si unos The Cure primigenios puestos de speed en plena ruta del Bakalao hubiesen tenido un hijo gabber. Sintetizadores makineros, voces lúgubres sin un futuro a la vista y bajos desgarradores. El nihilismo convertido en rave. [Sergi Cuxart[

36 – LOW – HEY WHAT

Miedo y pura asfixian cavan hondo en «Hey What», obra en el que Low consiguen llevar su suerte de mix de psicodelia, krautrock y shoegaze a un nuevo púlpito narrativo. El abanico sonoro de los Duluth se ha ampliado aún más que en el pasado: glitcheos, voces cibernéticas, delays granulares y elementos quebrados por la modulación cobran máximo protagonismo en el LP de mejor continente de los vistos hasta la fecha por Alan Sparhawk y Mimi Parker. Llegado 2021 ya está bien claro: donde hay tedio, hay alegría creativa para Low. [Quim Atencia]

35 – DAVE – WE’RE ALL ALONE IN THIS TOGETHER

dave were all alone in this together

«Pese a que los hits bailables hayan pasado a un segundo plano en esta ocasión, el derroche técnico que contemplamos no es para menos digno de alusión. Juegos de teclas románticas y tensas que nos recuerdan al mejor de los ‘Black’, pistas con duraciones fuera de lo común, o una exhibición de géneros que oscila entre el grime, el dancehall, el góspel o el soul son solo algunas de las pruebas fehacientes por las que es indiscutible mencionar que este álbum logra recoger las múltiples dimensiones que Dave puede ofrecer. Sirva “We’re All Alone In This Together” para renovar sus votos y mostrarnos como su devastadora y emotiva lírica nos recuerda por qué es actualmente uno de los artistas urbanos más codiciados de Gran Bretaña.» [Fran González] Crítica de «We’re All Alone In This Together».

34 – AMENRA – DE DOORN

Tal vez el disco más accesible de Amenra y no es fácil siendo éste su primer larga duración íntegramente en neerlandés. Por suerte los riffacos se entienden a nivel internacional y solo hace falta escuchar – y sentir, obviamente –  las primeras notas para saber que después de De Doorn vas a acabar hecho polvo. Desde pasajes ambientales de pura melancolía a desgarradores truenos guitarreros a bajas afinaciones directos desde el averno.  [Sergi Cuxart]

33 – JULIEN BAKER – LITTLE OBLIVIONS

Pese a que con «Sprained Ankle» desveló algunas cartas de su baraja, Julien Baker no acabó de redondear la propuesta de su sonido hasta el aterrizaje de su segundo largo («Turn Out The Lights»). Ahora, en 2021 y con algunas vivencias ya guardadas en la mochila, la cantautora modela su propuesta más épica vista hasta la fecha gracias a «Little Oblivions», disco de refinada estética puramente Strymon en el que la artista detalla demonios internos, y condenas varias, mientras realiza un intenso paseo por la estratosfera. Punto álgido del trabajo: ‘Faith Healer’, en el que coros angelicales, chorus modulares y finísimas líneas de guitarra acaban fundidas en uno de los abrazos más sentidos de los brindados hasta la fecha por la de Germantown. [Pablo Porcar]

32 – SNAIL MAIL – VALENTINE

Si su primer trabajo ya nos atrapó en el melodrama adolescente con guitarras inspiradas en el rock alternativo de los noventa, Snail Mail vuelve con una segunda parte aún más disfrutable. Como una continuación lógica de ‘Pristine’, Valentine es esa mirada más madura, irónica y autoconsciente del amor, sin miedo a incorporar nuevas capas musicales o llevar la hibridación del género a un nuevo nivel. Así nos encontramos con ‘Ben Franklin‘, un tema más pop mucho más oscuro a lo que nos tenía acostumbrados, la reinterpretación agridulce del clásico de los ochenta ‘You and I’ en ‘Forever Sailing’  dando un vuelco total a su significado o la homónima ‘Valentine’, un tema que muestra la madurez tanto lírica como musical de Lindsay Jordan.

Pero el corazón de «Valentine» lo encontramos en los miedos, vivencias y angustias de Lindsay Jordan en estos últimos años, nada fáciles a nivel personal. «Valentine» abraza con fuerza la propia vulnerabilidad, con la honestidad radical que desde 2019 la posicionó como una de las nuevas voces más interesantes del género. [Montse Galeano]

31 – ARLO PARKS – COLLAPSED IN SUNBEAMS

Neo soul revitalizado, recontextualizado y aliñado con especies de delicado spoken word. Así es como a grandes rasgos podríamos definir «Collapsed In Sunbeams», álbum que ha catapultado a la fama a Arlo Parks. Reverbs dotados de algo de color dan vida a un compendio sumamente accesible, y envuelto con papel de oro, que toma las bases de lo hilado por Amy Winehouse, y lo baña todo con un refrescante aroma jovial. De ‘Black Dog’ con base Snail Mail, hasta ‘Portra 400’ con ligero deje M.I.A: todo son quilates en una versátil obra que respira personalidad por todos sus costados, y que bien merece aparecer listado en los mejores discos de 2021. [Quim Atencia]

30 – ARAB STRAP – AS DAYS GET DARK

Arab Strap vuelven con un nuevo disco tras 16 años, porque con menos tiempo no hubieran podido coger impulso suficiente como para soltar tal sopapo de primeras: ‘The Turning of Our Bones’ es un arranque con sabor a choque frontal; cajas de ritmos y sordidez para elevar una conjura de fornicio mortuorio. La voz de Aidan Moffat suena más seca que nunca, gravedad y madurez acordes con los tiempos, y modula a lo largo de estos 11 temas entre baladas deconstruídas, arpegios melancólicos y riffs opresivos, dándose un baño de oscuridad mientras mira a Leonard Cohen por el rabillo de un ojo y a Jason Williamson de Sleaford Mods por el del otro. ‘As Days Get Dark’ es una crónica sombría de apabullante precisión descriptiva que honra a la perfección la máxima apuntada en ‘Tears on Tour’: “What would you call the opposite of a comedian? Whatever it is, that’s what I wanted to be”. [Pau Ortiz]

29 – AMYL AND THE SNIFFERS – COMFORT TO ME

Australia va a su bola. Mientras el viejo continente y América dan el punk rock por muerto, encumbrando la maldicha música urbana como el nuevo centro creativo y político relevante, desde Melbourne nos detonan una bomba nuclear de nombre Amy Taylor que con su banda, Amyl and The Sniffers, facturan uno de los discos del año con ingredientes de recetario básico. Una guitarra estruendosa, un bajo bien grueso, una batería ametralladora y el carisma, personalidad, presencia, letra y ejecución de una frontwoman que se sabe poderosa tal como es, que se inspira en los clásicos a la vez que se sitúa en un presente con voz propia. No hay secreto en lo que hacen, pero el cómo se escapa de métricas y se explica por el talento, inmediatez y sencillez de un disco que cumple lo que prometían y añade un punto de madurez que los eleva por encima del resto. Canciones como ‘Guided by Angels’ o ‘Hertz’ son himnos instantáneos que igual pueden destrozar un antro como poner patas arriba un estadio. [Nil Rubió]

28 – BAIUCA – EMBRUXO

baiuca embruxo

«A través de una remesa de diez temas que conectan la mística y la espiritualidad de la tradición gallega con el oyente, el productor consolida ese rol de mediador de lo tradicional que le ha venido dado con el tiempo, estableciendo puentes entre generaciones y acercando a un público joven una herencia cultural que nunca deberá morir.» [Fran González] Crítica de «Embruxo».

27 – SLEAFORD MODS – SPARE RIBS

Uno podría pensar que la fórmula de Jason Williamson y Andrew Fearn, por lo mínimo de su propuesta, podía tener una vida limitada, al menos en el terreno creativo. Nada más lejos de la realidad: su undécimo álbum los lleva más allá que nunca sin dejar de sonar a sí mismos. Williamson sigue escupiendo letras con mala leche, rabia y destellos poéticos marca de la casa con el dedo metido en la llaga del comentario social y político, el trauma personal y ese terreno entre el punk, hip-hop y spoken word tan suyo, pero encuentra acomodo en bases menos machaconas, que Fearn pone a su disposición en abundancia y variedad, sin reparos en evolucionar dentro de un mismo tema. Con una primera mitad de disco a pie cambiado, nos presentan un álbum diferente para ir encontrando sus señas de identidad a lo largo del camino, llegando incluso a abrirse a colaboraciones externas, como las de Amy Taylor (Amyl and The Sniffers) y Billy Nomates, que con Mork n Mindy nos presentan una de las canciones del año. [Nil Rubió]

26 – BICEP – ISLES

bicep isles

«Bicep no son más que un intermediario a través del cual pasa el torrente anímico de un público que añora lo que llegó a dar por sentado: una música con la que bailar y en la que exorcizar el malestar y la alienación producida por el mundo. En este caso, Ferguson y McBriar lo hacen con unas revoluciones algo bajas, que van creciendo con el nervio rítmico de la segunda mitad de su disco. Sin embargo, han prometido que la versión en directo será bastante más intensa y sobrecargada que esta, ¿podremos escucharla pronto? Seguramente no.» [Miguel Pardo] Crítica de «Isles».

25 – EMMA RUTH RUNDLE – ENGINE OF HELL

Emma Ruth Rundle es una artista que no nos deja de sorprender: cuenta con una gama de sonidos que van cambiando con el tiempo, todos ellos adornados por su reconocible sello personal, partiendo desde su primera época de «Marriages» y «Red Sparrowes» o sus fantásticas colaboraciones con Thou y Chelsea Wolfe, que llevan su magnífica voz a maridajes más fuertes. Otra faceta que alcanza a tocar es lo gestado en su maravilloso «On Dark Horses», un álbum que poco tiene que ver con este «Engine of Hell». En este último trabajo escuchamos a una Emma desnuda tan solo acompañada de su guitarra acústica o su piano muy minimalista y que nos embelesa con una emoción oscura, triste y sombría, toda ella abanderada con ese sonido gótico profundamente conmovedor. [Sebas Rosas]

24 – OLIVIA RODRIGO – SOUR

olivia rodrigo sour

«Enfrentarnos a un disco que nos exige un ejercicio de abstracción y que nos pide que depuremos nuestros prejuicios es siempre un reto atrayente. A priori, la fórmula de actriz adolescente reconvertida en cantante pop con una balada viral en TikTok podría suscitar un inmediato descrédito por parte del sector más tendencioso. Pero una vez más, el talento y la precocidad artística ponen en jaque nuestras aprensiones preconcebidas y nos obligan a escuchar antes de denostar. “SOUR” (Polydor, 2021) es una de esas lecciones de cómo las generaciones venideras están totalmente desprovistas de etiquetas y cargas que puedan entorpecer su radar creativo. Como otros artistas nóveles y neófitos de su quinta que ya han despuntado recientemente, Olivia Rodrigo ha venido para dejar clara su versatilidad y su habilidad para saltar de un género a otro con sorpresiva coherencia y acierto.» [Fran González] Crítica de «Sour».

23 – DEAFHEAVEN – INFINITE GRANITE

«Los gigantes del blackgaze giran un poco más la tuerca de su sonido para profundizar en movimientos “afines” como el shoegaze y el dream pop. La unión de black metal con dream pop solo podría haber sido gestada por unos Deafheaven que siguen subiendo el listón tan arriba que nadie es capaz de emularlos. «Infinite Granite» es un disco precioso, delicado, denso. Con atmósferas tan envolventes como avasallantes. Un disco que destila calidad a raudales.» [Beto Lagarda]

22 – TYLER THE CREATOR – CALL ME IF YOU GET LOST

tyler the creator call me when you get lost

«Pero al final del día lo que queda es “CALL ME IF YOU GET LOST”. El disco de Tyler, The Creator que más suena a Tyler, The Creator porque suena a todos los Tyler, The Creator conocidos hasta la fecha. Y lo cierto es que consigue hacerlo con cierta soltura y un gusto exquisito por los samples sorprendentes, rudos y unos sintetizadores frescos y en ocasiones casi minimalistas. Tyler, que tiene un gusto enorme para encontrar nuevos discos, singles y grupos desconocidos u olvidados -demostrado en múltiples entrevistas- nos demuestra algo muy interesante con su nuevo disco, algo que además le acerca a Kanye West: tal vez su discurso vaya palideciendo conforme avanzan los álbumes (algo por otro lado inevitable en el hip hop), pero seguramente siga descubriendo nuevas formas de contar esas mismas cosas de manera diferente: que es básicamente uno de los pilares que permite el éxito o el fracaso de un disco de pop.» [Miguel Pardo]. Crítica de «Call Me If You Get Lost».

21 – MOGWAI – AS THE LOVE CONTINUES

mogwai as the love continues critica

«En «As the Love Continues» (y desde «Every Country’s Sun«), Mogwai han confirmado que de momento aparcan la pegada pura en pro de una dimensión y sensibilidad más cinemáticas, como pasa en la propia ‘Fuck Off Money’ o ‘Dry The Fantasy’, otro highlight del álbum en forma de pieza progresiva que crece y crece apilando capas de sonido alrededor de un punteo sintetizado. De nuevo, estos recursos no hacen sino nutrir un sustrato fiable y conocido.

La banda sigue manejando el chup-chup, la progresión a fuego lento y el juego de dinámicas a la perfección y cada vez que aparecen lo hacen con nuevas herramientas y matices. Su consistencia y su riqueza sónica hacen de «As the Love Continues» un disco sólido y accesible, pero el décimo disco de Mogwai no llega a quitar el hipo.» [Toni Delgado] Crítica de «As Love Continues».

20 – WOLF ALICE – BLUE WEEKEND

wolf alice blue weekend

«No buscan vivir de viejos logros ya acaecidos y superan con nota su propia expectativa exigida. Sirva este “Blue Weekend” como muestra legítima de cómo Ellie y los chicos han evolucionado personal y musicalmente, sacando a la superficie algunos de los momentos más vulnerables y desafiantes que los británicos han experimentado en los últimos años, y que ahora plasman con exitosa delicadeza para su público.» [Fran González] Crítica de «Blue Weekend».

19 – C TANGANA – EL MADRILEÑO

c tangana el madrileño

«Con cierto oportunismo “El Madrileño” detecta que actualmente el spanish es la primera lengua del pop, pero no reflexiona ni saca especial provecho de ello; sino que se limita a presentar un popurrí, un collage de grandes –y viejos- nombres que en muchos casos no parecen tener gran cosa que decir por sí mismos sobre la realidad actual. Así El Madrileño, Pucho o Antón da un primer paso: sustituye la “P” de “Popularidad” por la “P” de “Prestigio”. El prestigio se lo aporta hacer un proyecto ambicioso, sin demasiados prejuicios y con cierto atrevimiento. Si queremos que cosas como la “música urbana” terminen o por lo menos avancen, tenemos que permitir y propiciar que los músicos se arriesguen y se equivoquen. “El Madrileño” efectivamente es un disco con bastantes cosas a mejorar; pero ojalá hubiesen muchos más álbumes que reprodujesen su ethos y su élan vital.» [Miguel Pardo] Crítica de «El Madrileño». Crítica de «El Madrileño».

18 – SHAME – DRUNK TANK PINK

shame drunk tank pink critica

««El mono ve y el mono ejecuta, como yo delante de ti«. No es fácil imaginarse a Charlie Steen, líder de shame, subiéndose a un escenario como un ser inerte, pero las apariencias engañan. De hecho es muy difícil. Pero desde luego esta quote extraída de «Drunk Tank Pink» (Dead Oceans, 2021), segundo álbum de los británicos, no es aleatoria. Para un tío de 22 años, que confiesa escribir pensando en cuándo va a cantar en directo, que ha acumulado 172 shows en los últimos dos años y que ha vivido la mediatización hiperbólica en un período de tiempo relativamente corto, lo normal es que le acabe pasando factura; sobre todo, si viene un virus a rematar la faena. Lo que supone este disco, producido por James Ford (que produjo algunos trabajos de Arctic Monkeys y de Klaxons), es tan evidente como inextricable: algo así como un reset mental y maquinal. Porque de ser el mono que tiene cuerda infinita para darle a los platillos, aquí la tienen para ir de rama en rama.» [Màrius Riba] Crítica de «Drunk Tank Pink».

17 – RUFUS T FIREFLY – EL LARGO MAÑANA

Rufus T Fireflly El Largo Mañana

Empezar describiendo un trabajo como “fuera de lo común” es lo habitual si estamos hablando de Rufus T. Firefly. Recuerdo las palabras de Víctor Cabezuelo hace unos tres años, cuando se estaba cerrando la etapa de Magnolia-Loto, anunciando que cuando volvieran con material nuevo sería algo completamente distinto. Bueno, pues no ha sido del todo así, si exceptuamos la incorporación de los bongos de Juan Feo (de la banda Club del Río), que aporta al sonido Rufus una no poco notable sensación de estar dentro de un disco de Marvin Gaye. Esa frescura neo soul suaviza las curvas, pero también hace crecer unas canciones repletas de letras espectaculares, transiciones, salidas y desarrollos instrumentales que dejan a la altura del betún a la mayoría de lanzamientos a nivel global de este año. Cabe destacar, además, el esfuerzo de la banda por reivindicar el oficio del músico ante la inmediatez de los canales actuales de difusión y la injusta redistribución de los beneficios. Aunque fue publicado en plataformas digitales el 26 de noviembre, el grupo comenzó a tocar el disco en directo, de principio a fin, y a vender la versión en formatos físicos en su web y conciertos, agotando entradas y el stock prácticamente el mismo día en que salieron a la venta. [Dani Vega] Crítica de «El Largo Mañana».

16 – RACHIKA NAYAR – OUR HANDS AGAINST THE DUST

«Imagínense un lienzo sonoro tal que así: math rock, shoegaze, post rock, emo del perfil de medio Oeste, EDM y afinaciones abiertas, en un todo en uno de sesera digital y puro corazón ambient. Este «Frankenstein» en cuestión responde al nombre de «Our Hands Against The Dusk», álbum debut de una productora de Brooklyn, Rachika Nayar, que sabe jugar como nadie con el delay en un empaste musical alumbrado por numerosas luces de neón«. [Pablo Porcar] «Promesas» de Rachika Nayar.

15 – GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR – G_DS PEE… AT STATE’S END!

Su mejor trabajo en años también aparece en nuestra lista de los mejores discos de 2021. Un nivel que no alcanzaban desde aquel «Alleluyah! Don’t Bend! Ascend!» de 2012. Una rabia instrumental propia de las protestas callejeras y de un lamento furioso en contra del capitalismo. A veces solo se necesita el empuje de un colectivo de hippies canadienses para acabar de prenderle fuego a todo. Una chispa ambiental que haga arder la sociedad y haga que te tiemble el pecho mientras se consume. [Sergi Cuxart]

14 – NICK CAVE – CARNAGE

Nuevo trabajo de Nick Cave junto a Warren Ellis —indisoluble miembro de los Bad Seeds desde 1994—, una simbiosis que ha dado una prolífica producción de música cinematográfica, y que por primera vez abandona la senda del séptimo arte para sacar adelante un trabajo conjunto firmado por los dos sin pretensión de acompañar narrativas en la pantalla. Un disco que, como describen ambos protagonistas en el texto de presentación, les cayó del cielo, construyendo los temas prácticamente en un par de días.

El álbum, salvo el jugueteo esquivo con la electrónica de la primera canción, nos ofrece los registros habituales del australiano. Formado prácticamente de baladas al más puro estilo crooner, las letras hablan de paisajes abstractos, del sufrimiento de vivir en este mundo y la importancia de amar al prójimo; y también se advierten claras referencias a la introspección forzada por el confinamiento al que nos empujó la reciente crisis sanitaria. Una introspección que, por otro lado, pone la vista asimismo en lo que durante ese parón global quedó fuera y no era posible alcanzar.

Cave logra en «Carnage» una especie de escapismo, una redención espiritual que se apoya en bases frías y espectrales formadas por coros, pianos solemnes y esos arreglos mínimos pero transformadores que aportan la innegable personalidad de Ellis a la pluma de su amigo. [Dani Vega]

13 – JAPANESE BREAKFAST – JUBILEE

japanese breakfast jubilee

«Sin duda, temas que conectan directamente con lo que podemos encontrar en ‘Jubilee‘, pues es en este tercer disco donde después de cuatro años Michelle Zauner ha encontrado su voz más sincera y ha expandido al máximo sus habilidades como compositora. A través de un álbum que actúa de bálsamo, percibimos un salto que le permite cerrar capítulos personales. ‘Jubilee‘ es un viaje hacia el auto-descubrimiento que muestra las diferentes direcciones de esperanza y posibilidad en las que remar después de una tragedia.» [Fran González] Crítica de «Jubilee».

12 – FLOATING POINTS & PHAROAH SANDERS – PROMISES

A mediados de este curso se alineaban los astros y se producía una de las colaboraciones más sorprendentes de los últimos años. A uno de los músicos de jazz más importantes de los últimos años (Pharoah Sanders), se unía uno de los productores más reputados y sofisticados de la actualidad (Floating Points) y la orquesta de Londres. Este tipo de uniones suelen salir mal, pero no fue el caso. “Promises” es un disco bastante minimalista. Sobre una base de acordes sutil y repetitiva, casi a modo de mantra, se desenvuelve el saxofón de Pharoah Sanders, fluido y elocuente. De este modo, completan un trabajo contemplativo y profundo, repleto de matices y con un tono grave e inspirador. Pocas veces escuchamos en la actualidad álbumes que exijan y retribuyan al oyente por igual: “Promises” pide que te sientes, que ofrezcas repetidas escuchas; pero a cambio emergen de él constantes y brillantes momentos. [Miguel Pardo]

11 – SQUID – BRIGHT GREEN FIELD

squid green bright field

«Con el debut de black midi especulábamos con la idea de que este heterogéneo sonido pero homogéneo ethos podía ser una nueva vía de identificación entre la generación Z y la música de guitarras. “For The First Time” y “Bright Green Field” confirman nuestras sospechas; la actitud salvaje, desquiciada y nerd de unos cuantos chavales que se reúnen en el sur de Londres son de hecho ya una escena simbólica, una medusa de varias cabezas con bastante horizontalidad… Lo que hace más patente las debilidades de cada una de ellas. ¿Cuáles son las de Squid? Sus referentes son demasiado obvios (Neu! O This Heat por ejemplo son dos que ellos mismos han admitido) y cuando ufanos reciben la catalogación de experimentales, sólo lo hacen por reproducir algunos movimientos ya manidos (drone, efectos mántricos de Cage). Pero por favor, dont panic! Si Squid reciben tal catalogación también es por el modo en el que incorporan sus influencias (literatura, virajes dentro de las mismas canciones), en el que desbordan las propias estructuras de los temas alargándolas inmensamente, evitan los estribillos… Hasta convertir su primer trabajo en una corriente de conciencia difusa.» [Miguel Pardo] Crítica de «Bright Green Field».

10 – LITTLE SIMZ – SOMETIMES I MIGHT BE INTROVERT

La coronación definitiva de Little Simz. Una introversión que la ha elevado hasta donde realmente lleva tiempo mereciéndose estar. El podio supremo del hip hop británico e internacional. Rapeo combativo engalanado de arreglos orquestales y partes más melódicas que pueden llegar a despistarte en un primer momento pero que golpean a través de sus barras y su actitud guerrera. [Sergi Cuxart]

9 – MIDWIFE – LUMINOL

Midwife redefine su metálico slowcore con "Luminol" - Binaural

Hagan un experimento: agarren las voces etéreas de Beach House, sumérjanlas en la bruma de delays de ‘Autorock’ de Mogwai y envuelvan lo conformado con un filtro en escala de grises a lo Jesu. Agitando un poco el mezclum verán como de la nada surge «Luminol», última obra de Midwife con la que Madeline Johnston acaba de definir aquella propuesta que empezó a acuñar con «Like Author, Like Daughter» (2017). Letras sobre empoderamiento, fragilidad y sensaciones corpóreas saben encontrar interesantes intersecciones en un curioso trabajo que une como nadie post rock, dream pop y algo de shoegaze. Melodías para soñar, y también para tocar al estratosfera. [Pablo Porcar]

8 – IDLES – CRAWLER

Más de uno diría que este disco viene a enmendar la que liaron el año pasado con Ultramono, aunque el apaleamiento casi unánime de la crítica terminó tapando buenas canciones como ‘A Hymn’, ‘Reigns’ o ‘Grounds’. Puede haber discrepancias a ese respecto, pero creo que muy pocas a la hora de afirmar que CRAWLER mira de tú a tú a Joy as an Act of Resistance como el gran disco de IDLES hasta la fecha. Desde luego, no atesora tantos singles, pero sí que es el trabajo que mejor funciona como bloque, y donde además se hace patente un gran salto evolutivo a nivel de producción y de dar un paso más como músicos. La clave del sonido reside en el loudismo aportado por el productor Kenny Beats, que compartió labor en el estudio con el guitarrista del grupo, Mark Bower, pero trasladando esa explicitud para resaltar un trasfondo oscuro e industrial. El resultado final funciona a todos los niveles, pese a llevarnos en ocasiones de vuelta a los antiguos discos o a pasajes desconcertantes, y posiciona a los de Bristol como el gran grupo post-punk del panorama mundial; compaginando el sorprendente nuevo sonido con sus ya famosos postulados contra la masculinidad tóxica y en defensa de la clase obrera. [Dani Vega]

7 – LINGUA IGNOTA – SINNER GET READY

«Otra de las gratas sorpresas del año. El proyecto de Kristin Hayter ya había demostrado con «CALIGULA» (2019) lo que era capaz de hacer: un torbellino noir apabullante que no dejaba nada de pie. La cruda realidad de sus letras basadas en experiencias personales hacían de Lingua Ignota un proyecto que era algo más que un one shot. En cambio aquí, en su tercer disco de larga duración, Kristin se sumerge en el legado católico de la Pennsylvania rural, convirtiéndose en la narradora del peso de la religión en nuestra vida. La experiencia se convierte en algo terrorífico: «SINNER GET READY» está hábilmente construido por sonidos monótonos con muchas combinaciones experimentales de percusión y una fuerte presencia de teclas a lo largo de las nueve pistas del trabajo. La sensación de falta de aire se hace presente en todo el disco, con un protagonismo vocal apabullante, presentando el trabajo como un «Sinner Get Ready» que bien podría ser enmarcado como un cuento de terror que aborda todos los traumas que nos ha dejado el catolicismo, parido desde la emocionalidad y no la racionalidad.» [Sebas Rosas]

6 – THE WAR ON DRUGS – I DON’T LIVE HERE ANYMORE

La banda de Philadelphia regresa con un quinto larga duración que no aporta nada nuevo, lo cual no entraña, sin embargo, malas noticias. La fórmula infalible del sonido de Adam Granduciel y los suyos, que ya consiguió hacerse con el Grammy al Mejor Álbum de Rock con su «A Deeper Understanding» de 2017, simplemente ha necesitado pulir algunos detalles, y constatan que hay cabida en un panorama tan ecléctico como el actual para un grupo conectado directamente con un pasado glorioso representado por Simple Minds, Bruce Springsteen o Tom Petty. «I Don’t Live Anymore» funciona como una prolongación de los trabajos anteriores y nos trae de nuevo ese sonido atemporal, lineal y perfecto de rock melódico y canciones cargadas de melancolía y tránsito existencial. Un disco que, si tiene algo de diferente, es que ha sido concebido y funciona mucho mejor como conjunto a nivel narrativo, pero que aun así nos deja perlas que perfectamente pueden funcionar en solitario como ‘Living Proof’, ‘Change’ o ‘Victim’. Imprescindibles este año en cualquier cartel. [Dani Vega]

5 – MARIA ARNAL I MARCEL BAGES – CLAMOR

maria arnal i marcel bages clamor

«En 1974 Jacques Derrida publicó uno de sus libros más complejos, celebrados y difíciles de traducir: “Glas”. Esta expresión en francés, que posee varios significados, la utilizaba Derrida para referirse (o al menos así se tradujo al castellano) a la palabra “Clamor”, o “Toque de campanas a un muerto” (Cuando se toca a la muerte de un vecino en un pueblo). En el segundo largo de estudio de María Arnal i Marcel Bagés podemos escuchar una campana tañer en dos ocasiones: al final de la apocalíptica ‘Meteorit Ferit’ y como último sonido, tras ‘Alborada’. ¿A quién o qué honra el “Clamor” de las campanas, el lamento de este disco? Al ser humano tal y como lo han concebido el capitalismo y la cultura occidentales; por así decirlo. El clamor es exterior, un lamento, la muerte de la especie humana… Pero también es interno; es la muerte del individuo concebido como centro único: como conciencia subjetiva personal.» [Miguel Pardo] Crítica de «CLAMOR».

4 – TURNSTILE – GLOW ON

turnstile glow on

«No parece trivial que ‘Mystery’ sea el tema de apertura de “Glow On”. Ese tema-bofetada muestra sin artificios el sonido del que se hace gala en esta obra. Máximo responsable del mismo: Mike Elizondo. “True story”: aquel productor que se encargó de co-escribir “The Real Slim Shady”, y que ha estado al frente de obras de Twenty One Pilots (“Heathen”), Walk The Moon (“What If Nothing”) y Muse (“Simulation Theory”) sido la persona que ha marcado la batuta “hi fi” que encumbra el LP. La rugosidad de tiempos pretéritos ha dado paso a un néctar sonoro más nítido, definido y brillante que cohesiona perfectamente con el cambio de tendencia vivido por Turnstile en tiempos recientes. Al César lo que es del César: cierto es que quizás el disco decae un poco en el segundo tercio del mismo (segmento ‘Fly Again’ – ‘Dance-Off’), pero son varios los “inputs” que nos indican que este es uno de los trabajos de aguerridas guitarras más sabrosos, refrescantes y también necesarios de lo que llevamos de 2021. Surfeando la ola de un hype bastante extremo, Turnstile han demostrado que existe vida mucho más allá de las cuatro testosterónicas paredes que conforman el hardcore clásico. Rompiendo moldes, hoy hemos descubierto gracias a «Glow On» que las líneas reventadas de RAT también pueden converger con la blanquecina arenilla de Tulum. Así que la pregunta es inevitable: What’s coming next, Turnstile?» [Pablo Porcar]. Crítica de «Turnstile».

3 – BLACK MIDI – CAVALCADE

black midi cavalcade

«Sea como fuere, la impresión es la de que black midi, como bien promete su ethos, intentan ir más allá de lo andado con “Cavalcade”, y en esa lucha absurda contra los límites de su propia propuesta (que empieza y termina con el disco), encuentran una narrativa verdaderamente insólita: la narrativa de un fin que no llega, pero que de algún modo se desea; y que acontece como una repetición incesante. Es por eso que en algunos medios se les acusa de sonar repetitivos en este trabajo, porque “Cavalcade” es un disco de reiteración y de impresiones siniestras: como una rutina repetida hasta la locura, como el horror sentido por el testigo de un paulatino decaimiento. Y por ello mismo ‘Slow’ y ‘Ascending Forth’ son las canciones que mejor sintetizan el trabajo. El cierre es una dramática repetición que roza la histeria y la euforia a partes iguales, mientras declara de un modo propagandístico, que todo el mundo desea la ascensión (progresiva, hacia adelante); como un alma que migra, como un cuerpo que destruye a otro, como un levantamiento… ¿Y para qué decir más? El disco, que lleva por nombre “Cabalgada”, podría sin demasiada imaginación remitir a los jinetes del apocalipsis, que en su lenta pero perseverante recorrido, se dedican a arrasarlo todo. ¿Y si el final no fuese inmediato, sino gradual y constante? black midi así lo creen en “Cavalcade” y su propuesta es de las más idiosincráticas de la música actual.» [Miguel Pardo] Crítica de «Cavalcade».

2 – CASSANDRA JENKINS – AN OVERVIEW ON PHENOMENAL NATURE

El segundo disco de Cassandra Jenkins sucede en lo que dura un instante. Naturalmente hablamos de la fugacidad de la vida, de aquellos momentos sin más a los que la neoyorquina les brinda toda la atención del mundo en «An Overview on Phenomenal Nature». Esa borealis musical -patente desde la portada- surge en primera instancia con la muerte de David Berman, con quien Jenkins iba embarcarse en la gira de Purple Mountains antes de su suicidio. Una nueva energía surge entonces, la que da forma a un álbum receptivo y abierto al diálogo como pocos. Lo mundano y nimio aquí lo es todo. Las conversaciones con extraños, como la narrada en ‘Hard Drive’ con un guardia de seguridad, son parte de su esencia; ser espectador de la naturaleza de las cosas. Por extensión, también de su belleza.

Desde un estado contemplativo, que traslada con los mismos impactantes resultados al plano estético, Jenkins apela a la interacción humana con el canto y el recitado de una forma circunstancial. El suyo es un folk embriagador lleno de matices, como cualquier escena cotidiana, solo que, con él, Jenkins hace que los percibamos todos. Reconstruimos así un sentimiento que parte de la soledad y el aislamiento (‘Ambiguous Norway’), pasa por la reflexión (‘Crosshairs’) y se reconforta , sin ser muy explícito, con la aceptación y el aprecio de la vida (‘Hard Drive’). Mención especial a esta última canción, citada por tercera vez en esta reseña, que está impregnada del espíritu de «An Overview on Phenomenal Nature»; demasiado bella como para ser real. Parafraseándola, «cerramos los ojos, contamos hasta tres», pero nada ha cambiado. Aunque parezca irreal este álbum no es un sueño. [Màrius Riba]

1 – BLACK COUNTRY, NEW ROAD – FOR THE FIRST TIME

Casi un año después de su debut sigue cumpliéndose la teoría de que Black Country, New Road es un grupo de música cambiante en el sentido de que hoy escuchamos a una banda que en realidad ya es otra. No es lo reseñable de “For The First Time”, pero sí una condición primaria de la banda, que se entiende como un genuino desmadre de creatividad y talento, y que vale como punto de partida para encararlos: Black Country, New Road no se parecen a ellos mismos, ni tampoco lo harán el mes que viene.

Singular, anárquico, instrumental, caótico e improvisado. Son rasgos que podrían definir el debut de los ingleses, a priori contrarios a la virtud, pero he ahí donde ésta surge a lo grande cuando cierras con ‘Opus’, un tema que podría colarse en una boda crimeana. Como variado y complementado septeto (tienen un formato que puede recordar al de Arcade Fire), la dimensión de su grandeza es equiparable a la lluvia de ideas que entre todos vierten y resuelven sobre cada tema. No hay predicción posible más allá de que «te pueden salir con todas». En sus largas estructuras no hay patrones, ni estribillos y, en el fondo, tampoco un género como tal. Isaac canta muy grave y la banda se toma su tiempo (al menos 4 minutos por canción) para exponer ese caos tan bien entendido que le acompaña y hacerlo convivir en seis cortes que poco o nada tienen que ver el uno con el otro.

Es curioso que después de esta primera vez, un debut en largo a su propia manera, la idea de impredecibilidad salga todavía más reforzada. Les conocemos más, pero nos los imaginamos menos. Con este disco le han dado un valor inexplorado a la expectativa. En su invitación descarada a experimentar y dejarse llevar, «For the First Time» conecta desde todas las aristas que pueda tener la música como arte. [Màrius Riba] Crítica de «For The First Time».

3 comentarios

  • Pones a C Tangana pero no a Voyage de ABBA, casi por unanimidad disco del año a nivel mundial.

    En fin.

  • Pues que no entiendo de que hablais, el mejor álbum del año es el Voyage de Abba y el power up de ACDC. Se nota ni idea de música. Lo digo yo gran fan de Mahler y Buckner

  • A parte de originalidad que es muy importante, las canciones te tienen q dar un vuelco en el corazón o las tripas, y black country.. no lo consiguen aún, seguro q próximamente nos sorprenden .
    Lo de Abba y ac/DC … Ya no estamos en 1980 xD

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.